Publicado: diciembre 17, 2025, 8:11 am
La UE sigue siendo lenta, casi imprevisible, por su propia razón de ser, pero se ha vuelto épica, solemne y directa en sus discursos. Al menos en los de la presidenta de la Comisión Europea. «La paz de ayer ha desaparecido y no tenemos tiempo para seguir en la nostalgia, porque lo que importa es cómo afrontamos el presente», ha dicho este miércoles durante un debate en el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo, donde ha recordado también que el uso de los activos rusos congelados puede ser «un punto de inflexión» para Ucrania.
Ese es el verdadero freno que ahora mismo tiene la UE a la hora de potenciar su papel en la mesa de negociaciones. El recelo principal es el de Bélgica, que alberga el 62% de esos activos, pero en contra de esa vía -hay un total de 210.000 millones y se necesitan 90.000 en dos años para Kiev- también se han posicionado ya Italia, Bulgaria o la República Checa. De hecho, este será el asunto central de la cumbre del Consejo Europeo de este jueves y viernes en Bruselas.
Además, Von der Leyen tuvo un mensaje indirecto para Trump… y para sus aliados en la Unión. «Europa no puede permitirse que las visiones del mundo de otros la definan ni aceptar supuestos desfasados sobre su papel global», alertó. La alemana, además, cree que «el orden de la posguerra ha desaparecido» y que por eso la Unión «tiene que adaptarse» a la nueva realidad, en unas líneas que ha venido repitiendo desde hace ya varios años.
«Conocemos las amenazas a las que nos enfrentamos y las afrontaremos. Esto significa que debemos estar preparados. Tenemos que desarrollar y desplegar nuevas capacidades para poder combatir una guerra híbrida moderna. También aquí estamos moviendo montañas. Tras décadas de inversión insuficiente, estamos cambiando de rumbo», comentó la jefa del Ejecutivo comunitario, que quiso reivindicar al mismo tiempo lo ya logrado. «Nos estamos acercando a una nueva era: la independencia energética de Europa respecto a Rusia. Las importaciones de gas ruso han pasado del 45% al inicio de la guerra al 13% actual; las importaciones de carbón, del 51% a cero; y en el caso del petróleo crudo, del 26% al 2%», recordó.
Pero en ese contexto quiso empujar a los países a seguir apoyando a Kiev en un momento clave. «No hay acto de defensa europea más importante que apoyar la defensa de Ucrania. Los próximos días serán un paso crucial para garantizarlo. Depende de nosotros elegir cómo financiamos la lucha de Ucrania. Conocemos la urgencia. Es extrema«, sostuvo ante el plenario, donde apuntó a los eurodiputados que lo que está en juego no es solo la defensa, sino también la democracia: «La libertad de decidir y hacer leyes por nosotros mismos, de actuar como queramos, de perseguir nuestros propios intereses y nuestras propias asociaciones. La libertad de votar a quien queramos, sin ser presionados ni sometidos a un torrente de información manipulada. La libertad de elegir la diversidad, la democracia. Pero, sobre todo, la libertad de vivir como queremos: a la manera europea», concluyó.
Y tuvo tiempo también para responder a la percepción que tiene ahora EEUU, bajo el mandato de Donald Trump, de la UE y que se refleja en la Estrategia de Seguridad presentada por Washington. «Europa ha ido perdiendo cuota del PIB mundial, pasando del 25 % en 1990 al 14 % en la actualidad», recordó Von der Leyen que dice el documento. «Pero lo que no está escrito es que las cifras de Estados Unidos siguen el mismo camino: del 22% en 1990 al 14% hoy. Por tanto, esta no es la historia de una economía a un lado u otro del Atlántico. Esta es la historia del cambio en la economía mundial«.
«Si tomamos solo a China, su cuota del PIB mundial pasó del 4 % en 1990 al 20 % actual. Por eso Estados Unidos ha sido claro desde hace tiempo sobre el cambio de sus intereses y prioridades estratégicas a medida que China asciende. El punto que quiero destacar es el siguiente: esta Estrategia no es la causa de la disrupción a la que se enfrenta Europa en el mundo. Es un síntoma de la realidad del mundo actual», sentenció la presidenta de la Comisión.
