Enfundados en trajes de gala, corbatas, vestidos y gorras rojas, los invitados más fieles de Trump -entre los que se encontraba Elon Musk y su familia-siguieron de cerca el recuento de resultados de las elecciones presidenciales desde su mansión Mar-a-Lago, donde más pronto de lo esperado, surgía la gran fiesta electoral para celebrar la victoria de Donald Trump.
En paralelo, sus votantes se concentraron en el recinto de convenciones de Palm Beach Trump, al que ha acudido el futuro presidente cuando los resultados ya no dejaban lugar a dudas. “¡Trump! ¡Trump! ¡Trump!”, le recibían las masas.
Dentro de la prestigiosa mansión de Donald Trump
Mar-a-Lago es mucho más que una mansión -la segunda más grande de Florida-. Se trata de uno de los resorts más exclusivos de Palm Beach y todo un hito nacional, desde que en 1969 fuera designada como un sitio histórico nacional por el Departamento de Interior.
La propiedad, adquirida por Donald Trump en 1985 por 10 millones de euros, comprende un total de 8 hectáreas e incluye un campo de golf, un club de playa y un salón de baile de casi 2.000 metros cuadrados, además de ocho cabañas, spa, jacuzzi y una playa privada. Mar-a-Lago también dispone de 126 habitaciones, por lo que se concibe, además de como residencia privada, como un hotel de lujo que ofrece estancias desde 2000 euros por noche.
De ello han sido testigo destinatarios internacionales tan prestigiosos como el primer ministro chino, Xi Jinping o Viktor Orbán, el primer ministro de Hungría. Sin embargo, una de las visitas más polémicas fue la del FBI, que durante 2022 investigó la mansión después de que Trump se llevase allí más de 103 documentos clasificados.
Un club superexclusivo de estilo hispano-morisco
Hasta la primera victoria de Trump, los miembros del club solían pagar una cuota de inscripción de 100.000 dólares y una cuota anual de 14.000 dólares (además de impuestos y un mínimo anual de 2.000 dólares para comida) por el privilegio de utilizar las instalaciones, después la cuota de inauguración aumentó a 200.000 dólares.
«Tengo 24 acres en Palm Beach y nadie tiene nada parecido», dijo Trump en una conversación sobre Mar-a-Lago en un evento de saltos que se celebró allí en 2014. «Una casa grande está en un acre. Yo tengo 24. Es la gran propiedad de Palm Beach». Cuando él y su familia están en la residencia, se quedan en un ala privada de la casa.
La casa principal es una adaptación del estilo hispano-morisco, muy popular entre las villas del Mediterráneo. Además, para la construcción de los muros internos y externos de esta villa de 114 habitaciones fue necesario traer desde Génova, Italia, tres barcos con piedra dórica. Entre sus principales atractivos destacan los azulejos españoles distribuidos por toda la mansión, siendo uno de los más antiguos el azulejo «Plus Ultra», que data del siglo XV.