Un hombre que mató a su hija de 14 años de una puñalada en el corazón el año pasado Darlington, en el condado de Durham (Reino Unido) ha sido condenado este lunes por asesinato después de afirmar ante el juez que todo fui un accidente y lamentar ante la Policía, en el momento de su arresto, que la familia se iba de vacaciones a Gran Canaria en seis semanas.
Según han avanzado distintos medios como Daily Mail, Simon Vickers, de 50 años, se encontraba en la cocina de su casa junto a su mujer y su hija, Scarlett, cuando le dio una puñalada mortal en el corazón que le hizo desangrase allí mismo. El cuchillo penetró once centímetros en el tórax de la adolescente. En palabras del condenado, que se enfrenta a cadena perpetua y conocerá su pena el próximo 10 de febrero, ambos se encontraban «haciendo el tonto», tirándose unas uvas, cuando sin querer lanzó el cuchillo hacia la joven.
En el momento de su arresto, la Policía de Durham difundió imágenes del hombre lamentando que la muerte de su hija había sido un accidente y poniendo de manifiesto que tenían planeado irse de vacaciones a Gran Canaria en seis semanas. «Ella era nuestra vida, nuestro propósito», ha dicho el hombre ante el tribunal.
Según la BBC, la mujer del condenado le dijo a la Policía y a los paramédicos que acudieron a la vivienda que había sacado el cuchillo para cortar pan de ajo y lo había colocado junto a unas pinzas. Según el hombre, él había querido lanzar esas pinzas a la joven y le lanzó el cuchillo por error. Así, la madre de Scarlett respaldó la versión de los hechos de su marido y le dijo al jurado que creía que todo fue un accidente.
«Una hija fantástica»
Un relato que no le ha servido a la Fiscalía, que en todo momento ha apuntado que lo hizo deliberadamente. Según la médico forense Jennifer Bolton, que realizó la autopsia a la adolescente, la lesión fatal de Scarlett tuvo que ser infligida por un cuchillo sostenida firmemente por Vickers. La patóloga dijo al tribunal que los cuchillos de cocina no estaban diseñados para ser arrojados y que la hoja tendría que haber golpeado en un ángulo de 90 grados para atravesar la parte superior del pijama de Scarlett hasta su pecho, de lo contrario habría rebotado.
El ya condenado, por su parte, relató al tribunal que la noche de los hechos había bebido unos vasos de vino viendo el fútbol y que toda la familia estaba contenta. «Scarlett era una adolescente normal y atrevida y una hija fantástica que era buena en la mayoría de las cosas que hacía», señaló. Según sus abogados, el hombre ya está cumpliendo cadena perpetua desde que murió su hija.
Finalmente, el jurado, que pasó más de trece horas deliberando, determinó que Vickers es culpable de asesinato con diez votos a favor. «Quizás nunca sepamos por qué o qué causó que Simon Vickers hiciera lo que hizo esa noche», señaló el detective Craig Rudd de la Policía de Durham al término del juicio.