Publicado: marzo 13, 2025, 9:21 pm
Un Betis estelar, espoleado por la pólvora de Bakambu, las genialidades de Antony y la magia eterna de Isco, goleó este jueves sin piedad al Vitoria Guimaraes para romper el empate de la ida en el Villamarín y zanjar la eliminatoria (0-4). Los verdiblancos, ahora sí, creen en sus posibilidades de lograr algo muy grande en Europa este curso.
Entre una nube de humo y confeti, y en un estadio que vibraba a la frecuencia del bote de la entregada afición local, el Betis salió sin arrugarse y enfocado hacia la meta rival.
Ejemplo de ello fue la tempranera ocasión del canterano Jesús Rodríguez, velocísimo en su desmarque hacia la línea de fondo para, desde el límite del campo, poner un centro que tuvo que despejar forzado el portero Bruno Varela.
No llegó Bakambu al remate, pero no le importó demasiado al ariete, capaz de ver puerta apenas tres minutos después (5′). El congoleño tiró el desmarque, recogió el pase de Antony tras ganarle la acción a Borevkovic y avanzó en solitario hasta el mano a mano que resolvió por debajo de las piernas del meta.
No pudo empezar mejor el partido para los verdiblancos, más teniendo en cuenta que el Vitoria Guimaraes apenas lograba mantener posesiones estériles sin demasiada proyección ofensiva.
Jesús Rodríguez, todo un dolor de muelas para la defensa rival, fue el más insistente. Fue él quien pidió penalti tras una caída en el área —no señalado— y quien probaría desde la frontal un disparo algo desviado justo antes del segundo tanto de un Bakambu iluminado.
Antony metió un balón profundo para Ruibal por el perfil derecho y este, al borde de la línea de fondo, lanzó un balón mordido al centro del área al que se anticipó el delantero con un rápido cabezazo.
El Vitoria estaba grogui y el Betis todavía apretaba más con una lluvia de ocasiones que no cesaba. Y es que los locales no pusieron en apuros a Fran Vieites hasta el 39’, cuando el meta verdiblanco bloqueó un disparo desde la frontal de Nuno Santos y vio, con fortuna, como Oliveira remataba fuera el balón rechazado.
No hubo más antes de un paso por vestuarios que le vino a las mil maravillas al Vitoria Guimaraes. Salió caliente y lanzado a por un gol que les mantuviera con vida en la eliminatoria, hizo sufrir con varias ocasiones claras a un Betis que se tuvo que remangar durante un agónico cuarto de hora hasta la llegada del tercer tanto del partido.
Llegó en una contra imparable fabricada de inicio por el jugador con más magia del plantel de Pellegrini. Isco vio el desmarque de Antony y le puso un balón perfecto para la carrera larga. Le acompañaba Bakambu para el pase de la muerte, pero esta vez el brasileño quiso el protagonismo y, tras plantarse en el área, remató con violencia al fondo de la red.
La actitud del Vitoria fue de pura desesperación, lanzado hacia adelante sin orden ni fe en una remontada imposible. Así, como era de esperar visto el nivel del Betis, llegó el cuarto y definitivo en una internada de Antony por el lateral derecho del área en la que aprovechó para reconocer el trabajo de Isco con una asistencia con lacito. El malagueño solo tuvo que rematar al placer para confirmar la presencia del Betis en cuartos de final, donde se medirá al Jagiellonia Białystok polaco.