Publicado: junio 3, 2025, 3:04 am
Ucrania sorprendió el domingo con un ataque con drones a cuatro bases aéreas en Siberia demostrando así que no está tan derrotada como se estaba haciendo creer. Nada hacia esperar que mantenía una capacidad de reacción así de respuesta ante los bombardeos rusos que continúan causando destrucción y miedo en su intento por ampliar el territorio ocupado. El ataque nocturno coincidió en Estambul con las reuniones entre las delegaciones de los dos países en las que intentan, hasta ahora con pocas posibilidades de éxito, una tregua que permita establecer negociaciones de mayor nivel para poner fin a la guerra.
La sorpresa analizada por los expertos que siguen el día a día de los ataques empieza por la distancia de miles de kilómetros del objetivo del ataque y continúa por sus resultados no sin antes valorar la precisión con que se ejecutaron. Los bombardeos, perfectamente sincronizados, alcanzaron cuatro bases situada en lugares alejados entre sí y los drones destruyeron o inmovilizaron a 41 aparatos última generación de dos modelos distintos. En Moscú confirmaron que se había producido el ataque, pero sin especificar detalles, ni sobre el número de aviones ni sobre los daños causados. Tampoco ha trascendido ningún dato sobre víctimas.
Volodimir Zelenski, el presidente ucraniano, envió un mensaje a su colega Vladimir Putin, que «ya debe dejar de jugar con la diplomacia», en clara alusión a las maniobras de prolongación de sus representantes en las negociaciones de Turquía, donde la delegación ucraniana propone una reunión entre él, Putin y Trump el día 20 sin encontrar respuesta. Hasta ahora el único acuerdo ha sido el canje de soldados prisioneros de entre 18 y 25 años de edad. La exigencia rusa para seguir adelante es que Ucrania deje libre a las cuatro provincias ocupadas como base de partida para volver a negociar.
