Publicado: septiembre 20, 2025, 9:44 pm
Las nuevas y duras restricciones de Estados Unidos a la concesión de nuevos visados H-1B, que requerirán de un pago anual de 100.000 dólares, han generado gran inquietud, especialmente entre trabajadores foráneos y empresas del sector tecnológico, las que más emplean este tipo de permisos de trabajo en el país norteamericano.
El anuncio, que llegó el viernes en forma de una proclamación firmada por el presidente Donald Trump, ha desatado dudas entre los afectados, que tratan de escudriñar el documento a falta de que los Departamentos de Estado o Seguridad Nacional brinden más detalles.
Argumentos para el cambio normativo
Según la proclamación firmada por Trump, el H-1B, visado de no inmigrante que permite a empleadores de EEUU contratar temporalmente a extranjeros en ocupaciones especializadas, «se ha utilizado sistemáticamente para reemplazar, en lugar de complementar, a los trabajadores estadounidenses con mano de obra extranjera, menos cualificada y con salarios más bajos».
La Administración Trump acusa a las empresas, especialmente a las de tecnologías de la información, de usar este visado para «externalizar» su fuerza laboral, con la meta de lograr «un ahorro considerable» en masa salarial.
De este modo, «las visas H-1B no se están utilizando para cubrir la escasez de personal cualificado o para obtener trabajadores altamente capacitados que no están disponibles en EEUU», argumenta la proclamación.
Esto, asegura el documento, perjudica a trabajadores estadounidenses, por lo que la nueva modificación favorecerá a la fuerza laboral nacional y permitirá además «que las empresas contraten a los mejores trabajadores temporales extranjeros».
¿Qué sucederá con los que ya tengan el visado?
El anuncio llevó a muchas empresas y empleados con H-1B (unos 600.000 actualmente, según diversas estimaciones) a movilizarse para descifrar el alcance de la medida, que incluye la posibilidad de que aquellos con ese visado no puedan regresar a partir del domingo, cuando entra en vigor la modificación, si se encuentran fuera de EEUU.
A falta de información concreta, un funcionario anónimo citado por Politico.com indicó que no hace falta que éstos últimos «se apresuren en volver» porque la medida solo afectará a aquellos que estén solicitando por primera vez la visa H-1B.
A su vez, se desconoce qué sucederá con aquellos que deban ampliar a partir de ahora la duración de sus visados, que inicialmente se emiten por tres años y pueden tener una duración de hasta seis.
La proclamación deja abierto un resquicio de esperanza para algunos, ya que estipula que la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, determinará «a su discreción» las exenciones a las nuevas restricciones, siempre que se establezca que la concesión del mencionado visado «es de interés nacional y no representa una amenaza para la seguridad o el bienestar de EEUU».
De cualquier modo, a la espera de más datos y mientras se cocinan ya demandas judiciales contra la nueva medida del Gobierno, asociaciones de abogados y empresas están recomendando a los que ostentan este permiso que no salgan de momento de EEUU o que regresen cuanto antes en caso de estar en el extranjero.
Las cifras
El Gobierno Trump expuso en la víspera unas cifras del Consejo Americano de Inmigración (AIC) que indican que en 2019 casi 2,5 de los 10,8 millones de trabajadores en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, el 23,1% del total, eran extranjeros, el doble que en 2000.
La proporción en el caso exclusivo de la informática y las matemáticas sube hasta el 26,1%, lo que según la Administración, al citar estudios de la Reserva Federal, depara tasas de paro de entre el 6 y el 7,5% para los recién graduados estadounidense en ambas especialidades.
Esto viene asociado principalmente por «los abusos del programa H-1B», que —según el Gobierno— representan además «una amenaza para la seguridad nacional, ya que desincentivan a estadounidenses a optar por carreras científicas y tecnológicas, poniendo en riesgo el liderazgo de EEUU en estos campos».
Consecuencias humanitarias y empresariales
Se estima que más del 70% de los permisos H-1B en vigor están en manos de ciudadanos de la India, cuyo Gobierno y patronales han dado la voz de alarma a raíz de las restricciones.
Delhi ha dicho que la medida «probablemente tenga consecuencias humanitarias» para muchos de sus ciudadanos, mientras que el sector tecnológico indio ha asegurado que la medida puede implicar la disrupción de servicios que prestan empresas del país, como es el caso de Tata Consultancy Services.
Más de 5.000 de los empleados de la compañía en mención cuentan con visas H-1B, al igual que Meta, Microsoft o Apple, aunque la empresa con más empleados sujetos a estos permisos es con diferencia Amazon, que tiene más de 14.000 bajo ese estatus.