Publicado: agosto 24, 2025, 6:00 pm
Cuando Laura Molinar, una estadounidense con raíces mexicanas, se puso un disfraz para grabar un video de TikTok y promocionar su emprendimiento gastronómico, nunca imaginó lo que estaba por ocurrir. Tuvo millones de visualizaciones y su pequeña panadería en Dalworthington Gardens, Texas, se convirtió en un fenómeno cultural: los clientes hacen largas filas para degustar sus productos y vivir la experiencia.
Panadería viral en Texas: filas interminables para probar sabores únicos
Laura conoció de primera mano el efecto de las redes sociales. Un video que filmó sin mayores expectativas se hizo viral y provocó un efecto inesperado: su local, Pan Pan Bakery and Café, ubicado en Dalworthington Gardens, se llenó de clientes.
El paisaje de la cuadra cambió con las largas filas frente a su puerta, de personas con sus teléfonos en alto para registrar cada detalle mientras aguardan para entrar.
No solo es un fenómeno local. Hay quienes viajan horas para conocer el lugar y probar conchas de matcha, de Nutella o de dulce de leche. Ali Alonso, una clienta que esperó casi cinco horas para entrar, lo explicó a Univision: “Es la sensación de TikTok”.
De las recetas familiares al éxito de una panadería mexicana en EE.UU.
Laura recuerda que en su niñez pasaba horas diseñando pasteles en hojas de papel. Su abuela la animó con una frase que todavía la acompaña: “Encuentra tu sabor y vas a encontrar lo que te gusta cocinar”. Esa idea se convirtió en su brújula y la llevó del horno familiar a vender sus panes dulces y galletas y, a los 20 años, a abrir su propio local con la ayuda de sus padres, Laura y Raúl.
Hoy comparte el trabajo diario con su madre y busca perfeccionar recetas que mezclan tradición e innovación. “Soy una panadera. Mi propósito en esta vida es servir a la gente, hacerla feliz y ver sus caras cuando prueban el pan dulce”, le dijo al medio citado.
La experiencia comienza afuera del negocio, donde Laura reparte agua a quienes soportan largas esperas bajo el sol texano, y se completa dentro del local, inspirado en las raíces mexicanas de la joven.
El disfraz de concha mexicana que la llevó al estrellato en TikTok
Una noche, después de cerrar su negocio, Laura se colocó un disfraz de concha mexicana y grabó un video junto a su hermana. La idea era mostrar su panadería con toques mexicano-japoneses. Subió el clip a TikTok y se olvidó del asunto. Al día siguiente, su hermana entró a su cuarto gritando: “¡Laurita, prende tu teléfono! Mira cuánta gente te ha visto por TikTok”.
La repercusión fue inmediata. “Nunca pensé que un disfraz de concha mexicana me iba a cambiar la vida”, admitió. Su madre recordó: “Antes hacíamos una masa cada dos semanas. Ahora, seis o siete al día”.
Su madre, además, contó que dejó su rol de ama de casa para sumarse al proyecto y sostener el crecimiento inesperado del local. “Estamos haciendo conchas desde bien temprano”, explicó la mujer, y no disimula la emoción por el éxito de su hija: “Es un orgullo verla brillar”.
Identidad mexicana y tradición panadera que conquistan a nuevas generaciones
El éxito también le sumó presión a Laura, que reconoció que no estaba preparada para lo que pasó. De todos modos, dijo, le hace frente al temor. “Uno no puede no hacer cosas por tener miedo. Tienes que luchar por ti mismo”, señaló.
Su equipo comparte ese entusiasmo. Joe Hernández, encargado de las bebidas, mezcla frutas, leche y matcha para lograr colores que evocan la bandera mexicana. “Cuando regresé de vacaciones me llamaron a las 7.30 hs de la mañana para decirme que había una fila enorme. No lo creía”, contó entre risas.
Nacida en Odessa, Texas, con raíces familiares en Chihuahua, Laura se asume orgullosa de su identidad mexicana estadounidense.
Su panadería refleja ese cruce cultural. Algunos clientes, que solo hablan inglés, se sorprenden al probar por primera vez sus productos, mientras otros disfrutan de bebidas japonesas o recuerdan sabores de su infancia en México.
“Se siente muy bien ser parte de las dos culturas. Me emociona ser quien los acerque al pan mexicano”, expresó.