Publicado: octubre 5, 2025, 6:00 am
ENTRE FARAONES Y PIRÁMIDES POR UNA NOCHE
Egipto, la civilización más espléndida y enigmática de la Antigüedad, regresó por una noche con toda su fuerza y magnetismo. Y fue una verdadera fiesta.
El 29 de septiembre, para el evento anual para recaudar fondos a beneficio del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), la Asociación Amigos del Museo convocó a “Una noche en el antiguo Egipto”. Los 450 invitados, entre los cuales había empresarios, funcionarios, artistas, coleccionistas y gestores culturales, respondieron a la consigna al pie de la letra, y el museo, que este 2025 cumple 130 años, se convirtió en un escenario recorrido por faraones con sus ojos dramáticamente delineados y por mujeres inspiradas por la belleza mitológica de Nefertiti y de Cleopatra.
“Esta celebración es un adelanto de lo que está por venir”, anunció, más tarde, el presidente de Amigos del Bellas Artes, Julio César Crivelli, quien explicó que la temática surgió para estar en sintonía con “Fantasía y ciencia. Egiptofilia y egiptología en la Argentina”, una megaexhibición que unirá todas las colecciones de museos, instituciones cívicas y privadas de la Argentina sobre los distintos períodos de Egipto.
Con la curaduría de Sergio Baur y José Emilio Burucúa, esta muestra podrá visitarse desde el 18 de noviembre hasta fines de marzo de 2026.
Así como la gran Esfinge, en las afueras de El Cairo, dio por siglos la bienvenida a las tres pirámides de Giza, en el hall de entrada del museo había esfinges [al igual que otras piezas, aportadas por Colón Fábrica] que recibieron a los invitados con un cóctel.
Para pasar desde las salas de Arte Colonial y Argentino del siglo XIX hasta el Pabellón de Exposiciones Temporales, donde se realizó la comida, la ambientadora Gloria César montó una experiencia inmersiva, recreando los túneles que hay dentro de las pirámides, y los llenó de jeroglíficos.
Ningún detalle fue librado al azar: desde las mesas –decoradas con gatos sagrados o barcos egipcios–, hasta las palmeras ubicadas en el salón e imágenes de camellos que se sucedían en las paredes, donde se habían instalado pantallas gigantes y envolventes, pasando por la música [antes de los discursos y de que los invitados salieran a la pista, el grupo Sarapura le puso ritmos egipcios a la primera parte de la velada].
Con un menú temático [se sirvió tartare de trucha del Nilo; kebab de lomo y momia de papa y Baklava de Kadai] y una trivia con premios, la noche se convirtió en un éxito: logró recaudar el equivalente a 170 mil dólares, que serán destinados a obras para generar nuevos espacios de exposición y áreas de circulación. También se anunció la importante y generosa donación que la familia Roemmers realizó para la ampliación de las salas del segundo piso del museo.
¡FELICES BODAS DE PLATA!
La gala del colegio Las Lomas Oral es un clásico sanisidrense de la solidaridad. A través de este evento, que festeja sus bodas de plata (25 años) en el Tattersall de San Isidro, la institución que Inés Funes y Roger Rougés fundaron para brindar educación auditiva y oral a chicos con hipoacusia busca recaudar fondos para su misión, que ya lleva 43 años. Ubicado en Martínez, Las Lomas Oral es la única institución de su tipo que, en la provincia de Buenos Aires, enseña, mediante la metodología auditivo-oral, a escuchar y luego a hablar a los chicos con implante coclear: tras recibir estimulación temprana en el jardín de infantes y en la primaria, pueden integrarse a una escuela común.
“Las Lomas Oral nació de la gratitud de mis padres, agradecidos porque sus hijas, Paula y Solange, mis hermanas, lograran salir del silencio al mundo de la palabra”, dijo Leticia Rougés, presidenta de la institución, en el comienzo de una noche donde se mezclaron la emoción, espectáculos, sorteos, remate y tómbola.
Este año, entre los 1160 premios, hubo una flor donada por Juan Carlos Pallarols hasta un botín firmado por Lionel Messi, una remera firmada por los jugadores de la selección nacional y hasta una firmada por el tenista español Carlos Alzaraz, que entre muchos ítems consiguió José Luis Batata Clerc, cuya hija menor, Sophie (15), es hipoacúsica (perdió la audición debido a un virus cuando tenía un año y medio) y estudió en Las Lomas Oral.
HOMENAJE A UN CAMPEÓN
“El viaje fue una experiencia grandiosa. Conocí gente increíble y volví a sumergirme en el mundo del automovilismo, que me apasiona enormemente”, cuenta entusiasmada la artista digital Romina Fangio, nieta del legendario Juan Manuel Fangio.
La hija de Oscar “Cacho” Fangio, primogénito del “Chueco”, desembarcó en Europa para participar de Goodwood Revival, un tradicional festival celebrado en Sussex, Inglaterra, que honra la época dorada del automovilismo entre 1948 y 1966.
Invitada por Charles Gordon-Lennox, duque de Richmond, creador del evento, participó de la jornada junto a su tío, Rubén Fangio, y allí donó dos de sus obras. “Un cuadro fue para el duque, que le encantó ver cómo fusionaba el arte con el deporte, y otro lo doné a la fundación del festival. Fue un momento muy emotivo”, afirma Romina. La travesía incluyó una parada en Madrid, donde visitó el estudio del español Manu Campa, famoso por sus pinturas de autos clásicos. “Me encanta conocer otros artistas con quienes compartir nuestro amor por los fierros”, concluye.