Publicado: diciembre 11, 2025, 5:13 am
Aunque el mito de que los opuestos se atraen está integrado en los discursos relacionales de una forma tan abrumadora que incluso puede en ocasiones parecer que se cimenta sobre una base científica, ¿qué ocurre cuando la mitad de la pareja no quiere ir más allá de la postura del misionero mientras que la otra mitad ansía explorar prácticas BDSM, siglas de bondage, dominación-disciplina, sumisión-sadismo, masoquismo? Pese a ser habitual que las parejas tengan intereses sexuales distintos, ¿es posible tener una relación saludable cuando las apetencias sexuales de una de las partes no son satisfechas?
