Publicado: septiembre 28, 2025, 11:06 am
Uno de los grandes misterios de la ciencia es qué ocurre después de la muerte. No hay ninguna certeza acerca de qué pasa, pero sí que contamos con los testimonios de personas que han estado cerca de morir o clínicamente muertos. Son las llamadas ‘experiencias cercanas a la muerte’.
El diario Daily Mail publica este domingo un reportaje acerca de testimonios de personas que fueron dadas por muertas pero de alguna manera, ‘regresaron’ a la vida.
Un sueño tranquilo
Matthew Allick, de 42 años, sufrió un paro cardíaco causado por una embolia pulmonar. Estuvo clínicamente muerto durante varios minutos antes de que los médicos lo resucitaran y lo pusieran en coma.
Cuando Matthew recuperó la consciencia después de tres días, no recordaba nada, pero dijo que sentía como si hubiera despertado de «un sueño tranquilo».
«No recuerdo nada de cuando estaba muerto», dijo. «Pero lo que sí recuerdo es que al salir del coma sentí como si hubiera estado durmiendo. Todo estaba en paz. Era como un sueño tranquilo».
«Un orden perfecto»
Otro caso es el de Brianna Lafferty, de Colorado (EEUU), que padecía desde la infancia un raro trastorno genético cerebral llamado distonía mioclónica. Un día, su corazón se paró.
Al perder el conocimiento, Brianna dice oyó una voz que le preguntaba si estaba «lista». Cuando dijo que sí, se sumió en lo que ella llama «oscuridad total». «Estaba completamente quieta, pero me sentía plenamente viva, consciente y más ‘yo’ que nunca. No había dolor, solo una profunda sensación de paz y claridad«, afirmó.
«Allí todo sucede a la vez, como si el tiempo no existiera, pero reinaba un orden perfecto», dice la mujer, que dice que se encontró viajando a través de un túnel azul brillante «lleno de unos y ceros», que ella cree que era un símbolo de la estructura matemática del universo.
Ese túnel se abría a una habitación blanca sin puertas ni ventanas (sólo más números) antes de entrar en una serie de paisajes vívidos y surrealistas. En una escena, seres que no reconocía (pero con los que sentía una profunda conexión) se deslizaban por árboles nevados. Al pensar en cuánto le disgustaba la nieve, la escena se transformó de inmediato en un exuberante entorno primaveral. En un momento dado, aprendió a volar, hasta que se estrelló contra un poste, pero no sintió dolor.
Su viaje finalmente la llevó a una valla de alambre de púas. Al otro lado se alzaban una montaña, una granja y una casa. Los demás seres atravesaron la cerca, pero Brianna no pudo seguirlos.
Su última parada fue una habitación donde siete seres poderosos le entregaron un pergamino. Pero antes de que pudiera desentrañar su contenido, regresó, y con él su consciencia. De vuelta en su cuerpo, sintió como si hubiera estado ausente durante meses. Pero en realidad, solo habían pasado ocho minutos. «Cambió el curso de mi vida», dice.
Un túnel de luz azul y blanca
El corazón de Nicole Meeuws se detuvo después de sufrir una serie de complicaciones graves durante el parto. Fue declarada oficialmente muerta durante dos minutos antes de volver a la vida.
Nicole recuerda que la ‘sacaron’ de su cuerpo y la metieron en un túnel de luz mientras su forma física yacía sin vida en una cama de hospital. «Me encontré pasando a través de un túnel de luz azul y blanca, no un rayo, sino un pasillo que parecía vivo. No me daba miedo. Sentía como si me llamaran a casa», dice.
«La luz tenía una temperatura, un tono, casi como música de agua», prosigue. Después de pasar por la «luz», dijo que llegó a un «inmenso espacio brillante». «Los colores no eran de este mundo, eran tonos luminosos de plata, violetas suaves, azules profundos y radiantes… y no cansaban la vista», continuó.
«La cámara era enorme, más grande que cualquier estructura terrestre, y todo latía suavemente como un latido. Y entonces los vi«. Nicole recordó haber sido recibida por seres de piel azul con rostros humanos, similares a las criaturas de la película Avatar.
Aunque no entendía su idioma, dijo que la hacían sentir como en casa y le transmitían telepáticamente el mensaje de que la vida es en realidad una ilusión y que sólo comenzamos a vivir cuando morimos.
Eran «dos seres imponentes sentados en tronos de mármol, resplandecientes de energía», siguió. «Sus ojos eran grandes y de color índigo, llenos de bondad y reconocimiento. Parecían humanos, pero tenían delicadas branquias en las mejillas. Recuerdo haber visto sus colas, parecidas a las de un pez, en lugar de patas, cubiertas de escamas. Eran macho y hembra entrelazados y no hablaban, pero entendí todo lo que tenían que decirme», concluye.
«Vi a mis familiares»
Anna Stone tenía 38 años y dos hijos cuando en 2016 murió durante seis minutos durante un episodio médico repentino. Stone dijo que abandonó su cuerpo y vio cómo los médicos se daban por vencidos en la sala de emergencias. Antes de reingresar a su cuerpo, la joven madre dijo que también visitó a sus hijas, incluida la mayor, que estaba en el colegio, a más de 300 km de su cama de hospital.
Durante esta experiencia cercana a la muerte, Stone agregó que cree que descubrió una versión superior de sí misma en otro reino y llegó a la conclusión de que Dios y el más allá eran reales.
Charlotte Holmes, que en ese momento tenía 68 años, dice que su viaje hacia el otro lado comenzó durante un chequeo cardíaco de rutina con su cardiólogo en septiembre de 2019. Cuando su presión arterial se disparó a 234 sobre 134, sus médicos le dijeron: «O estás sufriendo otro derrame cerebral o estás a punto de sufrir un ataque cardíaco«, recordó.
Lo que siguió fue un viaje al «Cielo» y «al borde del Infierno» guiada por el propio Dios como una lección que, según Holmes, se le pidió que transmitiera a los vivos.
Holmes explicó que su viaje comenzó como una clásica «experiencia extracorporal» antes de que los ángeles la guiaran al cielo. «Estaba por encima de mi cuerpo. Podía ver cómo me hacían compresiones torácicas. Podía verlos, a todas las enfermeras a mi alrededor. Podía oler las flores más hermosas que jamás había olido. Y entonces oí música», dice.
«Cuando abrí los ojos, supe dónde estaba. Supe que estaba en el cielo». Holmes dijo que en su viaje al cielo no tuvo «ningún miedo» y sólo «pura alegría». Fue recibida por versiones más jóvenes y saludables de sus familiares fallecidos, así como por santos históricos.
«Vi a mi madre. Vi a mi padre. Vi a mi hermana. Vi a familiares detrás. Vi a santos de antaño», dice Holmes. «No parecían viejos. No parecían enfermos. Ninguno llevaba gafas», prosigue. «Detrás de mis padres había una luz muy brillante», continuó. «No podía mirarla. Tan brillante. Pero sabía que era mi Padre Celestial».
Después de reencontrarse brevemente con un hijo que había perdido cuando tenía cinco meses y medio de embarazo, Holmes recordó que Dios la llevó entonces a un desvío más oscuro, pero más educativo: «Dios me llevó al borde del Infierno. Miré hacia abajo y olía a carne podrida», recordó Holmes. «Y gritos. Después de ver la belleza del Cielo, el contraste de ver el Infierno es casi insoportable», dijo.
«Sabía que podía volver a casa»
Shiv Grewal, de 60 años, sufrió un ataque cardíaco masivo en su casa. Estuvo en coma inducido durante un mes: «Era como si estuviera en un vacío, pero podía sentir emociones y sensaciones».
Describió haber visto «meteoritos y espacio», todo lo cual inspiró su trabajo, que según él tiene como objetivo capturar «lo que una persona experimenta cuando cruza el umbral de lo no vivo».
Las piezas abstractas de Shiv presentaban colores vibrantes y líneas borrosas, y representaban el «viaje cósmico» que experimentó cuando su corazón se detuvo, durante el cual recordó sentirse «ingrávido» y «viajar sobre la luna».
«A pesar de saber que estaba muerto, también sabía que existía la posibilidad de volver a casa», dijo Shiv. «También entendía que reencarnaría, pero no lo deseaba todavía. Quería volver a la vida, al mundo material y a mi esposa. Exigí volver y mi deseo se cumplió. Toda la experiencia fue como un sueño despierto», dice.
«No tenía cuerpo propiamente dicho. Supongo que era un poco como nadar en el agua: te sientes ingrávido y desconectado del mundo físico», concluye.