Publicado: mayo 20, 2025, 11:53 am
xEuropa sigue a vueltas con el gasto en defensa y España insiste en los matices, en ser una especie de verso suelto. Así lo ha dejado claro este martes en Bruselas la ministra Margarita Robles a la salida del Consejo de ministros del ramo de los 27. «Creemos que en este momento no procede hablar de nuevos porcentajes, que lo importante es ver cuáles son las capacidades que se necesitan. España está muy comprometida en las distintas misiones que realiza, pero nosotros creemos que en este momento las prioridades para España son cumplir el 2%», sostuvo, alejándose de los reclamos de la OTAN de pasar a hablar ya de un 3% o 4% del PIB, unas cifras que se debatirán el próximo mes de junio en la cumbre de la Alianza Atlántica en La Haya.
«España es un aliado fiable, responsable y serio. Nos hemos comprometido a cumplir el 2%, y lo vamos a hacer este año con el plan que hemos aprobado. Y hemos dejado muy claro que eso supone un esfuerzo, un esfuerzo muy importante, de 10.471 millones de euros más, además de lo que está en el presupuesto de defensa», añadió la titular, que insistió en que «hablar de porcentajes puede no responder a la realidad de las capacidades» que tenga Europa ahora mismo.
Robles cree que hay que invertir el orden de los factores: primero hablar de cuánto puede ‘aguantar’ la industria europea y después tratar el tema de los porcentajes de gasto. «No se trata simplemente de fijar porcentajes, sino que eso responda no solamente a las necesidades que tienen nuestras Fuerzas Armadas, sino también la industria de defensa», expuso, y resaltó que hay otros países europeos en esa misma línea.
Para la ministra de Defensa no se puede entrar en generalidades, sino que son, dijo, importantes los matices. «Tenemos que ser capaces de decir si ese porcentaje de gasto atiende o no a las necesidades, a las capacidades, si somos capaces de ejecutarlo y cómo va a funcionar la industria europea si va a ser capaz de asumir el porcentaje que se fije», incidió, volviendo a hacer hincapié en la posición española. España, de hecho, fue el país que en 2024 hizo el menor gasto en Defensa de entre todos los aliados de la OTAN. «Creemos que fijar porcentajes puede distorsionar, no solamente a nivel de opinión pública, sino incluso la propia solidez del proyecto que queremos para la Alianza Atlántica y para la Unión Europea. Por tanto, la posición española es muy clara», volvió a decir Robles a la salida de la reunión en la capital comunitaria.
Sí da por hecho la ministra que las cosas pueden cambiar en una situación tan volátil. «Entendemos que el proceso no puede ser porcentaje y luego determinar capacidades, sino al revés, para cuáles son las capacidades que se necesitan». Ahí celebró el impulso en la inversión aprobado por el Gobierno recientemente, pero marcó una importante diferencia desde el punto de vista nacional: «Evidentemente todos sabemos que España es muy solidaria con todos los países del norte pero también es verdad que si todo lo que hablamos de ese porcentaje es para atender a las necesidades del flanco este y nos olvidamos del flanco sur, pues a lo mejor ese porcentaje no sería un porcentaje muy adecuado», concluyó sin entrar en más detalles.
La hoja de ruta del Gobierno en este sentido, presentada por Pedro Sánchez hace un mes, contempla una inversión de 10.471 millones de euros para alcanzar el 2% del PIB en gasto militar este mismo año, cumpliendo así con los compromisos adquiridos con la OTAN y la Unión Europea. Este plan incluye más de 30 programas de modernización de las capacidades de las Fuerzas Armadas, con especial énfasis en la adquisición de nuevos equipos de defensa y disuasión, así como en la renovación de las capacidades de telecomunicaciones y ciberseguridad, destinando un 31% del presupuesto a estos últimos ámbitos.
Además, según explicó Moncloa en su momento, el plan busca fortalecer la base industrial y tecnológica de la defensa en España, impulsando el desarrollo de satélites y otros sistemas avanzados para mejorar la seguridad nacional y la participación en programas europeos. El Gobierno ha asegurado que esta inversión se realizará «sin recortes en el gasto social ni aumentos de impuestos, manteniendo su compromiso con el Estado del Bienestar».