Publicado: septiembre 27, 2025, 4:53 pm
Un terrible cuádruple crimen cometido en diciembre de 1991 ha sido por fin resuelto gracias a los avances en ADN, aunque quizá demasiado tarde para las familias de las víctimas: el autor ya ha muerto.
El caso ocurrió en Austin, Texas, un suceso que conmocionó a todo el país: cuatro chicas de entre 13 y 17 años fueron atadas, amordazadas y les dispararon en la cabeza en la tienda ‘I can’t believe it’s Yogurt!’ donde dos de ellas trabajaban. El edificio fue incendiado después por el asesino.
Tal y como recoge la CNN, los investigadores y fiscales de la policía de Austin llevaban años intentando resolver el crimen, examinando miles de pistas, varias confesiones falsas y pruebas, que estaban gravemente dañadas por el incendio de la escena del crimen.
Los investigadores afirman que, cerca de la hora de cierre, el 6 de diciembre de 1991, alguien entró en la tienda por la puerta trasera, atacó a las chicas (Amy Ayers, de 13 años; Eliza Thomas, de 17; y las hermanas Jennifer y Sarah Harbison, de 17 y 15 años) y provocó el incendio. Los cuerpos fueron encontrados cuando los bomberos aún luchaban contra el incendio. A las chicas les ataron las manos con su ropa interior y les amordazaron la boca con tela. Ayers recibió dos disparos. Una de las chicas fue violada.
En 1999, las autoridades arrestaron a cuatro hombres acusados de asesinato. Dos de ellos, Robert Springsteen y Michael Scott, eran adolescentes en el momento de los asesinatos. Inicialmente confesaron y se implicaron mutuamente. Sin embargo, ambos se retractaron rápidamente y afirmaron que sus declaraciones fueron realizadas bajo presión policial.
Sus condenas fueron revocadas y se fijó un nuevo juicio para una década más tarde. Un juez ordenó la liberación de ambos hombres en 2009 cuando los fiscales dijeron que nuevas pruebas de ADN que no estaban disponibles en 1991 habían revelado a otro sospechoso masculino.
Ahora, la policía de Austin ha revelado que las pruebas de ADN han conducido a los investigadores a Robert Eugene Brashers, un delincuente que se suicidó en 1999 durante un enfrentamiento con la policía, y que estaba implicado en varios asesinatos y violaciones en otros estados.
El anuncio se ha producido en medio de una renovada atención sobre el caso tras el estreno el mes pasado de The Yogurt Shop Murders, una serie documental de HBO. La policía ha dicho que el caso sigue abierto y ha programado una conferencia de prensa el lunes para detallar sus hallazgos.