Publicado: agosto 11, 2025, 5:02 am
El Gobierno de Reino Unido ha casi triplicado este domingo las nacionalidades incluidas en su programa «Deportar ahora, apelar después» en un intento de acelerar las deportaciones de ciudadanos extranjeros que hayan delinquido, que podrán apelar pero ya desde sus países de procedencia.
«El programa ‘Deportar ahora, apelar después’ casi se ha triplicado hasta abarcar 23 países (frente a los ocho que incluía), y se prevé que se amplíe a más en el futuro», reza el comunicado del Ejecutivo británico, que asegura que la medida «aumentará la capacidad del Reino Unido para expulsar a los delincuentes extranjeros lo antes posible y aliviará la presión sobre los centros de detención y las prisiones».
En este sentido, las personas pertenecientes a esa lista de nacionalidades -que no se especifica- «podrán participar en la vista de apelación en el Reino Unido desde el extranjero mediante videoconferencia», señala el documento.
El ministro de Exteriores, David Lammy, ha afirmado a este respecto estar llevando a cabo «esfuerzos diplomáticos para aumentar el número de países a los que se puede repatriar rápidamente a los delincuentes extranjeros», haciendo hincapié en que «si quieren apelar, pueden hacerlo de forma segura desde su país de origen». «Estamos invirtiendo en asociaciones internacionales que defienden nuestra seguridad y hacen que nuestras calles sean más seguras», ha argumentado.
Paralelamente, la ministra del Interior, Yvette Cooper, ha defendido la medida como una manera de «restablecer el control y enviar un mensaje claro» después de que «durante demasiado tiempo, los delincuentes extranjeros hayan estado explotando nuestro sistema de inmigración, permaneciendo en Reino Unido durante meses o incluso años mientras se prolongan sus apelaciones».
Su cartera, indica el comunicado, «está legislando para garantizar que los solicitantes de asilo que cometan delitos sexuales notificables puedan ser despojados de su derecho a solicitar protección como refugiados».
La política de deportación británica ha resultado en «la expulsión de casi 5.200 personas desde julio de 2024, lo que supone un aumento del 14 por ciento en comparación con los mismos 12 meses anteriores», una iniciativa que Downing Street enmarca en la seguridad del país y en «un ahorro para los contribuyentes». En este sentido, el Ejecutivo ha anunciado la inversión de 5 millones de libras (cerca de 5,8 millones de euros) en la contratación de personal especializado para casi 80 cárceles a fin de «acelerar las expulsiones».
El Gobierno laborista dirigido por el primer ministro, Keir Starmer, ha implementado reformas sustanciales en las políticas migratorias, con un enfoque que prevé la repatriación de 35.000 personas sin derecho a permanecer en el país desde julio de 2024, el aumento de redadas y detenciones por trabajo ilegal en un 50 por ciento y el incremento de las decisiones sobre asilo en más de un 116 por ciento.