Publicado: diciembre 5, 2025, 11:13 pm
Es común que a la hora de elegir a dónde irse de vacaciones, siempre se termine decidiendo por el mismo lugar. Para la psicología, tiene una explicación y va mucho más allá de la comodidad.
Los especialistas analizan que volver al mismo lugar responde a una necesidad de previsibilidad. En un mundo donde la incertidumbre es moneda corriente, saber exactamente qué esperar, cómo moverse y dónde encontrar lo necesario baja el nivel de estrés antes de viajar.
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Qué significa elegir siempre el mismo lugar para ir de vacaciones
Esta elección suele estar ligada a personalidades que valoran el orden, la rutina y el control. Viajar a un sitio familiar evita imprevistos y brinda una sensación de seguridad emocional que muchos buscan, sobre todo cuando el año fue intenso.

No es solo cuestión de comodidad, sino que la memoria afectiva juega un papel clave. Volver al mismo destino significa reconectar con experiencias positivas, como un verano inolvidable, viajes con seres queridos, recuerdos de la infancia o momentos de pura felicidad.
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Muchos consideran que las vacaciones no son para explorar, sino para descansar de verdad. Quienes llegan agotados al final del año suelen elegir un destino que no requiera planificación ni decisiones constantes. Volver al mismo lugar permite desconectar más rápido porque ya se conoce todo: no hay que adaptarse ni buscar actividades nuevas.
Qué revela de las personalidades
Esta tendencia es común en personas introvertidas, estables emocionalmente o amantes de la rutina. Para estos perfiles, lo conocido no es aburrido, sino sinónimo de comodidad y coherencia. No necesitan estímulos nuevos para disfrutar: la satisfacción está en lo predecible.
