Publicado: septiembre 20, 2025, 4:07 pm
Los aeropuertos de Bruselas, Heathrow (Londres) y Berlín-Brandeburgo han vivido este sábado una jornada de caos, con retrasos y cancelaciones de vuelos, debido al ciberataque sufrido en la noche del viernes, que ha afectado a los sistemas de facturación y embarque. La incidencia ha salpicado también a otros aeropuertos europeos, como el de Madrid o Barcelona, que tenían vuelos programados con salida o llegada a las terminales afectadas directamente por el ataque.
De los tres aeropuertos implicados, únicamente el de Bruselas ha reconocido abiertamente que ha sido un «ciberataque» que causaría «un gran impacto en el calendario de vuelos», mientras que Heathrow y Berlín se han limitado a confirmar en sendos comunicados que ha habido «un problema técnico» con su proveedor de servicios para los sistemas de facturación y embarque.
El objetivo del ciberataque ha sido Collins Aerospace, una compañía estadounidense que provee servicios de facturación y embarque a aerolíneas a lo largo de múltiples aeropuertos de todo el mundo, pero que también se dedica a dar soporte la industria aeroespacial y de defensa global. En concreto, el ataque ha ido dirigido a su software Muse, que permite a diferentes aerolíneas utilizar los mismos mostradores de facturación y puertas de embarque en un aeropuerto.
A través de un comunicado, Collins Aerospace ha informado de la detección de «una interrupción relacionada con problemas cibernéticos en nuestro software Muse en aeropuertos seleccionados». Según explican, el impacto de esta incidencia «se limita a la facturación electrónica de clientes y la entrega de equipaje, y puede mitigarse con la facturación manual».
Esto ha llevado a que las operaciones de ‘check-in’ y embarque en dichos aeropuertos hayan tenido que realizarse en papel, con las demoras que ello conlleva. Únicamente la aerolínea British Airways ha podido operar con normalidad al contar con un sistema de facturación y embarque alternativo, según informa la BBC.
Además de proveer este software, Collins Aerospace es una filial de RTX, que asesora a otras empresas en ciberseguridad y presta servicios de apoyo a operaciones militares.
Hace apenas unos días, la compañía estadounidense anunciaba en un comunicado que había firmado un contrato con la Agencia de Comunicaciones e Información de la OTAN (NCIA, por sus siglas en inglés) para proporcionar un software de Planificación de Guerra Electrónica y Gestión de Batallas a la Alianza.
Según indican, esta herramienta de software integrada «está diseñada para planificar, dirigir, coordinar, sincronizar y evaluar las actividades de guerra electromagnética«, tanto «propias como enemigas», añaden.
Ryan Bunge, vicepresidente y director general del departamento de Comando, Control, Comunicaciones, Informática, Inteligencia y Autonomía de Collins Aerospace, detallaba en la misma nota que esta herramienta es «crucial para visualizar las amenazas de guerra electrónica y automatizar el uso de inhibidores y sensores«.
Para la compañía estadounidense, esta colaboración «estrecha» con la Alianza Atlántica «impulsará significativamente las capacidades de guerra electromagnética de la OTAN y contribuirá a la defensa y seguridad colectivas de los países miembros».
La firma de este acuerdo de Collins Aerospace con la OTAN llega en un contexto de rearme y mayor inversión en materia de defensa por parte de sus socios. Además, las tensiones con Moscú no han dejado de crecer tras las incursiones recientes llevadas a cabo con drones o aviones militares rusos en Polonia, Rumanía o Estonia, países que pertenecen a la OTAN.
No obstante, por el momento se desconoce el origen de dicho ciberataque contra Collins Aerospace, y ningún grupo ha reivindicado su autoría.