Publicado: marzo 19, 2025, 11:56 am
Donald Trump ha cumplido su promesa de campaña de desclasificar los documentos vinculados con el asesinato del presidente John Fitzgerald Kennedy en 1963. Este martes fueron publicadas 63.400 páginas de registros relacionados con el magnicidio. «Ya que estamos aquí, pensé que sería apropiado», dijo el presidente la víspera en declaraciones a la prensa. Pero en realidad, el presidente sólo ha cumplido en parte.
Los Archivos Nacionales y la Administración de Registros de Estados Unidos publicaron en su web unos 2.200 archivos con los documentos. Son más de 6 millones de páginas de documentos, fotografías, películas, grabaciones sonoras y objetos relacionados con el magnicidio. Sin embargo, no hay que esperar grandes novedades (o habrá que bucear mucho para encontrarlas) porque la inmensa mayoría ya habían sido publicados.
No obstante, muchas páginas podrán ahora leerse sin las redacciones que habían confundido a los historiadores durante años. Esas confusiones son las que han ayudado todos estos años a alimentar las teorías conspirativas.
Pero los historiadores van a tener que leer mucho (y con lupa) en las próximas semanas. Lo ha dicho el propio Trump: «Tenemos una cantidad tremenda de papel. Hay mucho que leer». Larry J. Sabato, director del Centro de Política de la Universidad de Virginia y autor del libro The Kennedy Half-Century (‘La mitad del siglo de Kennedy’), asegura que llevará tiempo examinar a fondo los documentos.
El equipo de Sabato tiene una «larga, larga lista» de documentos sensibles que está buscando y que anteriormente tenían grandes redacciones. «Debe haber algo muy, muy sensible para que redacten un párrafo o una página o varias páginas en un documento como ese», ha explicado. Algunos de ellos tratan sobre Cuba, otros sobre lo que la CIA hizo o dejó de hacer en relación con Lee Harvey Oswald.
Y decimos con lupa porque la mayoría de los archivos son escaneos de documentos. Algunos están borrosos o se han vuelto borrosos o difíciles de leer con el paso del tiempo. También hay fotografías y grabaciones sonoras, la mayoría de la década de 1960.
Sigue protegido dos tercios de lo prometido
Antes del martes, los investigadores habían calculado que entre 3.000 y 3.500 archivos seguían sin publicarse, total o parcialmente. Y justo el mes pasado el FBI dijo que había descubierto unos 2.400 nuevos archivos relacionados con el asesinato. Los Archivos Nacionales dijeron en su página web que, de acuerdo con la directiva del presidente, la liberación abarcaría «todos los registros previamente retenidos para su clasificación». Pero no.
Pero no es exactamente así. Jefferson Morley, vicepresidente de la Fundación Mary Ferrell, un repositorio de archivos relacionados con el asesinato, ha dicho que lo que se acaba de publicar no incluye dos tercios de los archivos prometidos, ninguno de los archivos del FBI descubiertos recientemente ni 500 registros del Servicio de Impuestos Internos.
No obstante, Morley ha escrito en X que la liberación es un comienzo alentador: «Es la noticia más positiva sobre la publicación de los archivos de JFK desde la década de 1990». Según él, gran parte de la «sobreclasificación rampante de información trivial ha sido eliminada» de los documentos.
Archivos «impenetrables»
Los historiadores que ya se han pronunciado sugieren que no hay muchas novedades en los archivos y que lo publicado está desorganizado y será difícil de analizar a pesar de todo. Según el Daily Mail, hay expertos que describen los archivos como «impenetrables».
Otro experto en el tema, James Johnston, autor de Murder, Inc: The CIA under John F. Kennedy (‘Asesinato, S.A: la CIA bajo John F. Kennedy’) dijo que no esperaba ningún bombazo, dado que prácticamente todas las agencias relevantes, incluida la CIA, habían prometido entregar todo lo que tenían hace años a los Archivos Nacionales en 1988. «Si fuera a avergonzar a la agencia o a contar una historia diferente, no los habrían entregado a los Archivos Nacionales», le ha dicho Johnston al diario USA Today. «Y si los estaban reteniendo antes, supongo que seguirían reteniéndolos», explica.
A principios de la década de 1990, el gobierno federal ordenó que todos los documentos relacionados con el asesinato se guardaran en una única colección de los Archivos Nacionales y la Administración de Registros. La colección debía abrirse antes de 2017, salvo excepciones designadas por el presidente.
Trump, que asumió su primer mandato en enero de 2017, había dicho que permitiría la divulgación de todos los registros restantes, pero terminó reteniendo algunos debido a lo que llamó el daño potencial a la seguridad nacional. Y aunque se siguieron publicando archivos durante la administración del presidente Joe Biden, algunos permanecieron sin ser vistos.
Qué hay de nuevo
Si hacemos caso a los demócratas, en los archivos que ahora ven la luz no hay nada nuevo. Aseguran que los documentos desclasificados sólo son una repetición de una entrega similar que hizo Biden cuando ocupaba el despacho oval. En cambio, los seguidores más radicales de MAGA se muestran enojados porque las páginas vistas todavía contienen redacciones y dejan preguntas.
En los archivos de la nueva publicación hay informes mecanografiados y notas manuscritas que abarcan décadas. Incluyen detalles de un alto agente de la CIA que afirmó que el Estado profundo era responsable, que Oswald era un «mal tirador»» y que el Servicio Secreto había sido advertido de que Kennedy sería asesinado en agosto, tres meses antes del asesinato.
En un memorándum de la estación de la CIA en San Petersburgo de noviembre de 1991 se decía que, a principios de ese mes, un funcionario de la CIA se había hecho amigo de un profesor estadounidense que le había hablado de un amigo que trabajaba para el KGB. El memorándum decía que el funcionario de la agencia de inteligencia de la URSS había revisado «cinco gruesos volúmenes» de archivos sobre Oswald y estaba «seguro de que Oswald no fue en ningún momento un agente controlado por el KGB».
El memorándum añadía que, tal como se describía a Oswald en los archivos, el funcionario dudaba «de que alguien pudiera controlar a Oswald, pero señaló que el KGB lo vigiló de cerca y constantemente mientras estuvo en la URSS». También señaló que el archivo reflejaba que Oswald era un mal tirador cuando intentó disparar al blanco en la Unión Soviética.
¿Oswald planeaba matar al presidente?
Parece tener interés una carta enviada por un hombre llamado Sergyj Czornonoh en 1978 a la embajada británica. Allí cuenta que fue detenido en Londres el 18 de julio de 1963 e interrogado por las autoridades. Czornonoh declaró que les habló de Oswald y les dijo que planeaba matar al presidente. Añadió que advirtió al vicecónsul estadounidense Tom Blackshear de los planes de Oswald, que intentaba desertar a Rusia.
El Daily Mail da cuenta de un intrigante memorándum publicado en un pasaje de la revista política de izquierdas Ramparts de junio de 1967 sobre el agente de inteligencia, informante de la CIA y ex capitán del ejército estadounidense John Garrett Underhill Jr. El día después del asesinato de Kennedy, Underhill abandonó Washington a toda prisa. A última hora de la tarde se presentó en casa de un amigo en Nueva Jersey.
En el documento se lee: «Una pequeña camarilla de la CIA era responsable del asesinato, confió, y temía por su vida y probablemente tendría que abandonar el país». El pasaje señalaba que mantenía «relaciones íntimas con varios altos funcionarios de la CIA». Menos de seis meses después, Underhill fue encontrado muerto a tiros en su apartamento de Washington. El forense dictaminó que se trataba de un suicidio.