Publicado: marzo 3, 2025, 9:48 am
‘Cónclave‘ ha sido una de las palabras de actualidad en las dos últimas semanas por dos asuntos diametralmente opuestos: la salud del papa Francisco, hospitalizado por una neumonía bilateral -de la que continúa estable- y la película Cónclave, nominada a 8 Óscars y ganadora del premio a mejor guion adaptado.
La película invoca el ritual católico a través del cual los cardenales de todo el mundo se reúnen en la Capilla Sixtina para designar a un nuevo pontífice tras la muerte o la renuncia de su predecesor. Un proceso con el que los fieles de todo el mundo especulan debido al estado de salud del actual Papa. Sin embargo, la película también habla de una figura secreta que, sin embargo, puede jugar un papel clave en la elección de un nuevo pontífice: el «cardenal in pectore«.
El cardenal in pectore, uno de los protagonistas de ‘Cónclave’
Un cardenal in pectore (en el pecho, en latín) es un cardenal ordenado como tal por orden directa del Papa y de forma confidencial. Si bien el nombramiento de cardenales por el pontífice suele ser anunciado de forma pública, hay situaciones en las que, por la seguridad del nuevo cardenal, este nombramiento se mantiene bajo estricto secreto: si se ordena cardenal a un sacerdote de un lugar peligroso o si hay riesgo de que sea perseguido, por su propia seguridad el nombramiento se mantiene en secreto. Así ocurre en la película con el cardenal Benítez, nombrado cardenal in pectore como arzobispo de Kabul por el Papa antes de su muerte.
El secreto sobre el nombramiento de un cardenal in pectore se mantiene mientras el Papa lo considere oportuno, y los cardenales in pectore tienen el mismo rango (aunque no reconocido oficialmente) que cualquier otro cardenal en la jerarquía eclesiástica. De hecho, según explican los expertos a la BBC, estos cardenales pueden tener acceso directo al papa y puede ayudar, como otros cardenales, en la redacción de documentos, libros etc… La única diferencia es que su nombramiento y su estatus son secretos, e incluso puede que solo conocidos por el propio cardenal y el papa.
Sin embargo, la diferencia entre realidad y ficción hace improbable que un cardenal nombrado in pectore pueda llegar al Vaticano antes del cónclave y participar, de forma sorpresiva, en la votación como ocurre en la película: los expertos aclaran que, según el Derecho Canónico, solo el Papa puede anunciar el nombramiento, y de no hacerlo antes de morir, este podría quedar sin efecto.
El nombramiento de cardenales in pectore, una de las muchas líneas argumentales de la película ‘Cónclave’, ya era una práctica del Vaticano en el siglo XVI.