Los presidentes de Rusia y de Bielorrusia , Vladímir Putin y Alexánder Lukashenko, respectivamente, han suscrito este viernes un tratado con garantías mutuas de seguridad que contempla, entre otras cosas, el posible uso de armamento nuclear en caso de amenaza externa. Los dos mandatarios han sellado este nuevo compromiso tras una reunión en Minsk. Como ha destacado Putin, el texto incluye «obligaciones mutuas» encaminadas a « garantizar la defensa, proteger la soberanía , la independencia y el orden constitucional» de los dos países vecinos, para lo cual se podrían utilizar «todas las fuerzas y medios disponibles». Rusia, que ya desplegó armas nucleares tácticas en Bielorrusia tras el inicio en febrero de 2022 de la invasión militar de Ucrania, tiene previsto también enviar a territorio bielorruso misiles Oreshnik , un nuevo proyectil balístico que las fuerzas rusas ya han probado en su ofensiva actual y que Moscú quiere producir en serie. Lukashenko le ha pedido públicamente a Putin que, tras el «éxito» demostrado por el misil en Ucrania, este armamenot esté también desplegado en Bielorrusia. Su homólogo ruso ha recogido el guante e incluso ha puesto fecha a este despliegue, que ve posible para la segunda mitad de 2025 , según declaraciones recogidas por la agencia de noticias Interfax. «Para entonces, según nuestras estimaciones preliminares, habremos logrado su producción en serie », ha dicho Putin durante la ceremonia, con la que ambos presidentes han simbolizado una estrecha alianza que se extiende desde el campo político al militar.