Publicado: marzo 15, 2025, 6:00 pm
El pasado jueves, una delegación estadounidense encabezada por el enviado especial de la Casa Blanca, Steve Witkoff, se reunió en Moscú con el presidente ruso, Vladimir Putin, para tratar la oferta de un alto el fuego de 30 días con Ucrania, una propuesta acordada esta semana en Arabia Saudí entre Washington y Kiev. Sin embargo, los entresijos de esta reunión, conocidos días después, han revelado lo que a todas luces parece una clásica maniobra de poder de Putin con este enviado de Donald Trump.
Tal y como recoge la cadena británica SkyNews, Witkoff estuvo poco más de doce horas en Moscú, basándose en las imágenes publicadas de la delegación estadounidense saliendo y regresando al aeropuerto de Vnúkovo. Durante la mayor parte de ese tiempo, unas ocho horas, Putin habría tenido al enviado de Trump esperándole.
La visita de Witkoff a Moscú estaba programada desde principios de semana, tras las conversaciones entre Estados Unidos y Ucrania en Arabia Saudí. El emisario de Trump llegó el jueves, el día en que tenía previsto verse con Putin. Sin embargo, el presidente ruso se encontraba en ese momento reunido en una visita de Estado con el líder bielorruso, Aleksander Lukashenko, cuyo encuentro se había anunciado el día anterior.
Más allá de una simple coincidencia, el corresponsal de SkyNews en Moscú, Ivor Bennett, señala que todo parece una clásica maniobra de poder de Putin, ya que al «líder del Kremlin no le gusta que lo acorralen y le digan qué hacer, especialmente en su propio terreno».
Tras horas de espera, Putin concedió finalmente a Witkoff ese encuentro cara a cara, ya entrada la noche. Previamente, durante una comparecencia conjunta con Lukashenko, Putin apoyó «la idea de la tregua» de 30 días en Ucrania, aunque con muchos «matices» y condiciones que se mostró dispuesto a tratar en breve con Trump.
Por su parte, el mandatario estadounidense, ha negado rotundamente que Putin tuviese esperando a su enviado especial. «Anoche leí que el presidente ruso, Vladimir Putin, hizo esperar a mi muy respetado embajador y enviado especial, Steve Witkoff, más de nueve horas cuando, en realidad, no hubo espera alguna. Se celebraron otras reuniones con otros representantes rusos y, obviamente, tomaron tiempo, pero fueron muy productivas», ha indicado este sábado Trump en la red Truth Social.
Para Trump, la visita «transcurrió con rapidez y eficiencia, y todo apunta a que, ojalá, ¡muy bien!». Los vídeos tomados a la comitiva estadounidense dan buena prueba del viaje relámpago de 12 horas a Moscú.