El Kremlin aprueba un decreto por el que permite el uso de armamento nuclear ante ataques convencionales que amenacen la soberanía de Rusia. Es su respuesta al visto bueno de la Casa Blanca al uso de misiles de largo alcance por parte de Ucrania. Ya el portavoz del Gobierno ruso advirtió que Biden se arriesga a la tercera guerra mundial. Su retórica de terror atómico trata de evitar que el Ejército ucraniano le ataque en su propio territorio. Son amenazas y movimientos tácticos de una y otra parte ante la negociación que se atisba tras la victoria de Trump. Se trata de sentarse a la mesa con las mejores cartas.