Pruebas Aprender. Qué ejercicios incluyó la evaluación de lengua y cómo les fue a los alumnos - Argentina
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Pruebas Aprender. Qué ejercicios incluyó la evaluación de lengua y cómo les fue a los alumnos

Publicado: junio 7, 2025, 6:07 pm

El 24 de octubre del año pasado, más de 379.000 estudiantes de quinto y sexto año de secundaria participaron en todo el país del operativo Aprender 2024, impulsado por el Ministerio de Capital Humano. La evaluación alcanzó una cobertura del 96,6% de los establecimientos educativos, y se aplicó a estudiantes que comenzaron la secundaria en 2019 y 2020, en un contexto atravesado por la pandemia de Covid-19. A diferencia de lo sucedido con matemática, en lengua los resultados mostraron un mejor rendimiento: el 58,4% de los alumnos alcanzó un nivel satisfactorio o avanzado, el 26,2% se ubicó en el nivel básico, y solo el 15,8% quedó por debajo del nivel mínimo.

   

LA NACION accedió a un modelo oficial de la prueba Aprender 2024 de lengua, que incluye ejemplos representativos de los ejercicios utilizados durante la evaluación. Las consignas están organizadas según distintos niveles de dificultad —desde el desempeño más bajo hasta el avanzado— y fueron diseñadas para evaluar habilidades clave en la comprensión lectora. Cada propuesta se basa en una situación de lectura realista y busca medir si los estudiantes pueden interpretar, extraer información, analizar contenidos o reflexionar sobre textos informativos, como los que suelen encontrarse en la escuela, en los medios o en la vida cotidiana.

Uno de los ejemplos incluidos en el modelo está vinculado con la capacidad de interpretar una expresión dentro de un texto. La consigna se centraba en identificar a qué se refería el término “estos sitios” en un fragmento que explicaba qué son los Sitios Ramsar, es decir, humedales de importancia internacional. Para responder correctamente, los estudiantes debían reconocer que la expresión mencionada alude específicamente a los humedales argentinos que el país designó como Sitios Ramsar.

Uno de los ejemplos del modelo oficial proponía identificar a qué se refería la expresión “estos sitios” dentro de un fragmento sobre humedales

Esta tarea requería una habilidad de comprensión que consiste en identificar a qué se refieren ciertas palabras o expresiones dentro del texto, como cuando se usa un pronombre o una frase general para retomar una idea mencionada previamente. El 70% de los estudiantes logró establecer correctamente esa relación, pero el resto eligió respuestas incorrectas, en su mayoría vinculadas con humedales de otros países o a sitios internacionales en general. Esta confusión evidenció una dificultad para conectar información dentro de un mismo fragmento del texto.

“Información literal”

Otro ejercicio estuvo orientado a la extracción de información literal. A partir de un artículo de divulgación científica, se pedía localizar un dato concreto sobre las consecuencias de la disminución o pérdida de humedales a nivel global. La respuesta correcta —“efectos negativos en la naturaleza y las personas”— se encontraba en el tercer párrafo del texto y aparecía reforzada en distintos tramos del mismo. Para resolver la consigna, era necesario realizar una lectura atenta o una relectura parcial y ubicar el enunciado exacto. Esta actividad fue resuelta correctamente por el 58% de los estudiantes. Entre las respuestas incorrectas, muchas fueron seleccionadas por su cercanía temática o textual, pero no respondían con precisión a lo que se pedía.

El modelo de prueba incluyó una consigna para evaluar la capacidad de extraer información literal de un texto

El modelo también incluye una consigna que evaluaba si los estudiantes podían identificar una causa y su consecuencia dentro del texto. Para resolverla, se debían comparar cuatro enunciados extraídos del texto original y determinar cuál de ellos expresaba una causa y su consecuencia. El enunciado correcto afirmaba: “Los humedales son importantes sumideros de carbono y, por ende, su destrucción libera gases de efecto invernadero”. La presencia del conector “por ende” brindaba una pista clave, pero también era posible resolver la consigna comprendiendo la lógica de la oración. Solo el 48% de los estudiantes eligió la opción correcta. El resto confundió la relación causal con otros recursos frecuentes, como contraste, adición, finalidad o ejemplificación. Las respuestas equivocadas indicaron dificultades para identificar conectores textuales y reconocer relaciones lógicas entre ideas.

El modelo de prueba evaluó si los estudiantes podían identificar una relación de causa y consecuencia en una serie de enunciados

La actividad más compleja del modelo requería reflexionar sobre el tipo de texto leído. La consigna solicitaba identificar la trama predominante del artículo de divulgación científica. Para responder correctamente, era necesario haber realizado una lectura integral del texto y poder distinguir entre distintas tipologías textuales, como la expositiva, la descriptiva, la narrativa o la argumentativa. La respuesta correcta —trama expositiva— fue elegida por el 27% de los estudiantes. Una gran parte confundió la exposición con la descripción, posiblemente porque el texto incluía párrafos descriptivos. Otros eligieron la opción narrativa, lo que sugiere una concepción generalizada de que todo texto escrito narra una historia. También hubo quienes señalaron que el texto era argumentativo, al considerar que buscaba persuadir al lector, cuando en realidad su intención era informar de manera objetiva.

En esta consigna, los estudiantes debían identificar el tipo de texto predominante en un artículo de divulgación científica

El modelo oficial permite entender cómo fue diseñada la evaluación y qué tipo de habilidades se intentaron medir. Una de ellas es la capacidad de seguir el hilo de una idea dentro del texto, como ocurre cuando hay que identificar a qué se refiere una palabra o expresión previamente mencionada: eso se conoce como relación de referencia y es clave para que la lectura sea coherente. Otra habilidad es la de extraer información literal, es decir, ubicar datos que están expresados de forma directa en el texto, algo fundamental para leer instrucciones, informes o documentos. También se evaluó si los estudiantes podían reconocer relaciones de causa y consecuencia, lo que resulta esencial para entender explicaciones o argumentos. Por último, hubo consignas que pedían identificar la trama predominante del texto, lo que implica usar los conocimientos escolares sobre los distintos tipos de textos y aplicarlos a situaciones concretas de lectura.

Diferencias regionales en los resultados

A nivel territorial, los resultados también revelaron contrastes marcados entre las distintas jurisdicciones. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires encabezó el ranking con un puntaje promedio de 506,5 puntos. Le siguieron La Pampa, Tierra del Fuego, Mendoza, San Luis, Neuquén y Córdoba, todas con rendimientos superiores al promedio nacional. En un nivel intermedio se ubicaron Río Negro, Santa Fe, Chubut, Buenos Aires, Santa Cruz y Entre Ríos.

En el extremo más bajo aparecieron Chaco, Formosa, Santiago del Estero, La Rioja, Misiones, Catamarca, Corrientes, Tucumán, Jujuy, Salta y San Juan. El mapa por departamento muestra que muchas de estas provincias concentran zonas con puntajes entre 412 y 464 puntos, los más bajos de la escala definida. En cambio, regiones del sur de Tierra del Fuego, gran parte de La Pampa, el centro de Córdoba y el sur de Buenos Aires superaron los 513 puntos, e incluso algunos departamentos alcanzaron el rango máximo: entre 536 y 561.

Cada una de las actividades incluidas en el modelo de prueba está vinculada con situaciones de lectura frecuentes tanto en el ámbito educativo como en la vida cotidiana. Comprender a qué refiere un pronombre, identificar una afirmación específica, interpretar la relación entre dos ideas o reconocer el tipo de texto leído son habilidades esenciales para desenvolverse con autonomía en diversos contextos. Los porcentajes de respuestas correctas disminuyen a medida que aumentan la complejidad de las tareas, lo que permite inferir qué tipo de habilidades están más consolidadas y cuáles requieren mayor fortalecimiento.

La evaluación Aprender tiene como objetivo proporcionar información técnica precisa sobre los niveles de aprendizaje alcanzados por los estudiantes al finalizar la secundaria. Los datos permiten identificar áreas de mejora, orientar estrategias pedagógicas y diseñar intervenciones específicas para mejorar la enseñanza. A través del análisis de consignas concretas como las incluidas en este modelo oficial, es posible entender con claridad cuáles son los principales desafíos que enfrentan los alumnos y en qué puntos resulta necesario profundizar el trabajo en el aula.

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