Samsung se ha metido de lleno en una nueva categoría de wearable , el de los anillos inteligentes, donde, de momento, sólo estaba Oura. La premisa es sencilla, para a todos aquellos que no les guste llevar un reloj inteligente, o no lo encuentren cómodo a la hora de dormir, pero quieran registrar ciertos parámetros de salud de forma discreta , el Samsung Ring es una buena alternativa. Fabricado en titanio antiarañazos, lo podemos encontrar en tres colores, dorado, plateado y negro, es extremadamente ligero y resistente al agua . Dentro, alberga tres sensores, uno para la temperatura de la piel, un acelerómetro y el biosensor del corazón . Con ellos, el Samsung Ring es capaz de medir el oxígeno en sangre, calidad de sueño, pulso, temperatura en sangre y pasos de manera sorprendentemente efectiva, al mismo nivel que cualquier reloj inteligente. Pero pierde muchas de las funcionalidades de un reloj inteligente , la razón principal es porque no cuenta con pantalla, ni respuesta háptica, es decir, no vibra o reproduce sonido alguno, y depende al 100% del teléfono para registrar deportes en el exterior ya que no cuenta con GPS, por lo que desconoce los datos de velocidad o distancia al registrar un ejercicio. En teoría, las actividades se deberían detectar automáticamente, aunque no lo hemos podido hacer funcionar. Por lo demás, en las pruebas, los datos, comparados con otros relojes inteligentes, son bastante precisos. El más dispar es el del sueño, mientras que registrará perfectamente si te quedas dormido en un avión o el autobús, tendrá dificultades en las siestas cortas . El punto negativo es que no podemos utilizar el anillo fuera del ecosistema de Samsung, es decir, si queremos usarlo junto con un ordenador de bicicleta de Garmin, es imposible. En cuanto a su uso, se trata de un dispositivo extremadamente cómo de llevar, incluso a la hora de hacer deporte, nosotros lo hemos probado corriendo, nadando y montando en bici, y prácticamente te olvidas de que lo llevas puesto . Está diseñado para llevarse en el dedo índice de la mano izquierda, pero se puede llevar en cualquier dedo, aunque perderíamos la posibilidad de controlar el teléfono con el anillo, ya que al juntar el pulgar y el indice podemos ejecutar acciones en el teléfono, como por ejemplo, para sacar una foto o apagar la alarma. El punto que más nos ha sorprendido es la duración de la batería, acostumbrados a que los relojes no duren más de un día, el Samsung Ring aguanta hasta una semana, incluso registrando una actividad deportiva diaria. Samsung ha incluido un estuche donde cargar el anillo cómodamente y que prolonga su autonomía. Si lo combinamos con un Samsung Watch, la batería ser verá extendida. El anillo se sincroniza con la aplicación Wear y Health de Samsung, donde podremos encontrar una puntuación de energía diaria calculada a partir de las horas de sueño, el estrés y el ejercicio. Pero no funciona con iOS , por lo que, de momento, queda limitado a su uso en Android. En resumen, si el reloj inteligente no te convence, o quieres seguir recolectando información sobre tu salud con un dispositivo más ligero y discreto, este es tu producto, es cómodo y tiene una gran autonomía, a nosotros nos ha convencido.