Los dueños de gatos saben que estas mascotas tienen muchas particularidades que los hacen singulares. Entre otras características, estos animales suelen lamer a ciertas personas de su entorno. Esto tiene una razón que muchos desconocen, pero que seguramente les alegre el día a los adoradores de estos felinos.
Muchas veces se considera que los gatos son más distantes y fríos en comparación con otras mascotas como los perros, lo que genera la percepción de que los perros son los que mejor entienden las emociones humanas. No obstante, esta idea no es completamente correcta. Aunque los felinos tienden a expresar su afecto de forma más discreta y menos obvia, también son capaces de reconocer y responder a las emociones de sus propietarios, aunque lo hagan de manera más reservada y a su propio ritmo. El lamido es una de esas expresiones.
Por qué mi gato me lame: los motivos que explican este fenómeno
Los gatos parecen individualistas y parcos, muchas veces, pero su comportamiento no es constantemente este mismo, sino que tienen arrebatos de cariño con las personas que estiman. Muchas veces, incluso, están comunicando amor, pero no lo hacen de la forma en la que sus dueños esperan, sino que tienen su propio lenguaje corporal. Por eso, es central que las personas rodeadas de estas mascotas puedan entenderlas y poder ver sus pequeños gestos.
Los lamidos de los gatos a sus dueños son, muchas veces, expresiones sinceras de cariño, seguridad y amor. Es la forma del felino de demostrar que uno le importa y que está contento con la situación y el vínculo, es por eso que muchas veces se pasan la lengua entre ellos o a sus propias crías: se trata de una forma de materializar el sentimiento de ser una familia, e incluso de marcar que uno está dentro de su territorio.
Esta herramienta expresiva de los gatos la utilizan también para reforzar el vínculo, porque, cuando quiere comunicarse con uno, es porque busca fomentar el compañerismo y la cercanía. En este sentido, el lamido es una forma de socialización, de mostrar lo importante que uno es para el animal.
Más allá de eso, el acto de lamer, por ejemplo, a las crías es también una señal de protección. Para higienizarse, estos animales utilizan su lengua para así eliminar parásitos y bacterias de su cuerpo. Se trata de un acto de total devoción que el gato de uno lo lama: tal vez, está intentando eliminar impurezas que podrían representar riesgos, en su mente, a tu salud.
Finalmente, es probable que un gato lama a su dueño para jugar. Morder suavemente, rasguñar levemente y hasta pasar la lengua significa también, en infinidad de casos, una forma de divertirse. No es que el animal busque dañar a su dueño, sino que simplemente quiere pasar un buen rato.
Lamer la cara y las manos: ¿tiene significados especiales?
Los lugares más usuales donde los gatos lamen son la cara y las manos y por eso muchas personas se preguntan si tiene algún sentido especial que lo hagan en uno u otro sitio.
Que un gato pase la lengua por la cara de su dueño es completamente normal. Se trata de la expresión de afecto anteriormente desarrollada, e incluso podría traducirse como un beso. El felino busca reforzar el vínculo y mostrar confianza en el humano. Muchas veces, también busca muestras de afecto en respuesta.
Las manos, como están en contacto con más elementos del día a día, pueden tener olores curiosos para la mascota. Muchas veces, los gatos buscan investigar con su lengua qué es lo que huelen que les llama la atención. Si bien también es una muestra de afecto, a veces se trata de una mera exploración.
Un detalle importante: el ronroneo
Que un gato pase la lengua por su dueño generalmente quiere demostrar amor. Sin embargo, el ronroneo es un punto central en este análisis porque estos animales solo emiten este sonido en situaciones de relajación y felicidad. Si lame el rostro de su dueño y ronronea, eso quiere decir que se siente feliz con él.