Publicado: mayo 1, 2025, 2:02 am
¿Puede haber un nuevo apagón en otros países de la Unión Europea? La respuesta no está clara. Mientras se siguen investigando las causas de lo sucedido en España, otros países como Francia y Alemania ya salieron al paso de posibles rumores: ambos gobiernos aseguraron que sus sistemas están mejor preparados para evitar este tipo de incidentes. La Península ibérica, en cambio, es una «isla energética», lo que provoca que está peor conectada a la Europa continental… y es más vulnerable cuando se dan situaciones como la de este lunes. En cambio, los expertos son más cautos a la hora de descartar o no que la historia se repita en otras zonas de la UE en el futuro.
Mauro G. Ferrándiz, consultor de transición ecológica en beBartlet, explica a 20minutos que es todavía pronto para descartar de forma rotunda que Francia y Alemania, por ejemplo, se libren de un apagón. No se puede hablar de «riesgo cero» en estos momentos. «Cuando sepamos exactamente qué ha pasado, podremos decir categóricamente si es probable que pase en otro país europeo o si no es probable porque está vinculado a la idiosincrasia del sistema eléctrico español. Si es por la alta presencia de renovables, bien si es porque está muy aislado de sus vecinos europeos en tema de interconexiones o por otros motivos», sentencia.
Aunque por ejemplo Bruselas no lo ve como una causa, Ferrándiz si asume que «la alta presencia de renovables genera una cierta inestabilidad», algo de lo que se ha hablado en las últimas horas también en España. «Sí que es cierto que en caso de que pasara en Francia y Alemania, al ser dos países tan interconectados, el ritmo de recuperación sería mucho más rápido«, reconoce, pero asume que no se puede «descartar cualquier riesgo» hasta que no se conozca con exactitud qué provocó el apagón.
Con todo, el punto de las renovables es importante, y Ferrándiz añade varios matices. «La generación distribuida también aporta desafíos, pero no es ninguna novedad. En España llevamos tiempo teniendo un porcentaje de generación renovable altísimo y no ha habido ningún problema hasta ahora», añade. Casi todos los escenarios, por tanto, están abiertos. El análisis, de hecho, puede ser amplio no solo sobre las causas, sino sobre los escenarios que se abren a futuro. «Si es una cuestión de falta de inercia en el sistema hay soluciones para introducir inercia al sistema renovable. Si hace falta más flexibilidad habrá que invertir más en almacenamiento, y a lo mejor en España ayuda a hacer despegar todo el mercado del almacenamiento energético en Europa», desarrolla el consultor.
Celebran los expertos también que la recuperación haya sido «rápida», porque hubo otros casos, como en Italia en 2021, donde no se pudo restablecer el sistema hasta varios días después. Al mismo tiempo, Ferrándiz insiste: «El problema no son la renovables» por sí mismas. Y aclara, porque puede haber lagunas que «si el problema ha sido una cuestión vinculada al despliegue de renovables hay soluciones para asegurarnos que esto no vuelva a pasar y que no haya problemas con la descomunicación del sistema eléctrico, como no ha habido hasta la fecha».
Aunque en los últimos años se han realizado esfuerzos para aumentar la capacidad de interconexión, especialmente con Francia y Portugal, los avances han sido lentos debido a factores técnicos, geográficos y políticos. Superar esta condición de «isla energética» es clave para que España se beneficie «plenamente del mercado energético europeo, mejore su seguridad energética y avance hacia una descarbonización más eficiente», según explican desde Bruselas. En ese escenario, además, se da otro problema, y es que el grado de interconexión del sistema eléctrico ibérico con el resto de Europa se encuentra por debajo de los objetivos establecidos por la normativa comunitaria: la Comisión Europea pide alcanzar un 10%, y España sigue en un 6,5%, con Francia como el único enlace firme… pero insuficiente. El escenario ideal, con todo, es de un 15%.
Un ejemplo destacado es la interconexión eléctrica entre España y Francia a través de los Pirineos, conocida como la interconexión Baixas–Santa Llogaia. Este proyecto, inaugurado en 2015, consiste en una línea de alta tensión en corriente continua de unos 64,5 km que conecta la localidad española de Santa Llogaia (Girona) con Baixas (Francia). Su capacidad es de 2.000 megavatios (MW), lo que duplicó la capacidad de intercambio eléctrico entre ambos países en ese momento. A pesar de su importancia, esta vía aún no es suficiente para alcanzar el objetivo mínimo del 15 % de interconexión respecto a la capacidad total instalada, que es lo recomendado por la Unión Europea para un funcionamiento óptimo del mercado. Por ello, se están planificando nuevos proyectos, como una interconexión submarina a través del Golfo de Vizcaya, que podría estar operativa en los próximos años y aumentaría aún más la integración de España en la red energética europea.
Otras fuentes del sector coinciden en que Francia y Alemania están más interconectados con el resto del continente, pero los estándares de los códigos de conexión de las centrales de generación a la red eléctrica, es decir, las especificaciones que tiene que cumplir un inversor fotovoltaico o una central nuclear en su conexión a la red eléctrica son las mismas en todo Europa. Es decir, todos tenemos los mismos códigos de red, el sistema tiene los mismos requisitos para todos.
Berlín y París, dicen, a lo mejor asumen que si hay una incidencia no va a tener como el impacto que tuvo en España y también entienden que las infraestructuras de interconexión van en el mismo sentido, que si tienen una incidencia son más capaces de absorberla porque sus sistemas son más redundantes que el español. Por ese mismo motivo también en España hay una sobrecapacidad mayor que en esos países, con más potencia instalada. También el operador del sistema tiene en cuenta todas esas particularidades y por eso lo que pasó el lunes «es una anomalía y no la norma».