La victoria de Donald Trump tiene un inconfundible sabor a venganza. Y no solamente para un delincuente convicto como el próximo ocupante del despacho oval sino también para el universo de los ‘crypto bros’ que ven en el resucitado político una rentable oportunidad para blanquear un negocio que tanto se parece a una estafa piramidal. Sin esperar a su toma de posesión, la estimada inversión de 130 millones de dólares por parte de la industria de criptomonedas en la campaña trumpista ya está reportando cuantiosos dividendos. En la misma noche electoral, el precio de la Bitcoin –la pionera criptomoneda «descentralizada» que genera mayor especulación– subió un 10% hasta acercarse a los 70.000 dólares. El 11 de noviembre, cuando los republicanos… Ver Más