Publicado: febrero 18, 2025, 5:00 am
Los productores yerbateros del norte de Misiones están protestando en las rutas contra los bajos precios que reciben por su hoja verde, una crisis agravada por la desregulación del sector. Hace 14 meses, el gobierno de Javier Milei le quitó las potestades al Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), que fijaba los precios, pero el impacto recién se sintió con la cosecha gruesa de 2024.
La superproducción récord de 1000 millones de kilos, sumada a la liberalización del mercado, permitió que la industria aprovechara la sobreoferta en perjuicio de los pequeños productores, según remarcan en el sector. Ante la creciente presión económica, las manifestaciones se intensifican. De la cadena yerbatera dependen unas 60.000 familias en Misiones.
Cristián Klingbeil es técnico electromecánico y hace años atrás, cuando decidió volver a trabajar en la chacra familiar, no se imaginó que se encontraría frente a este escenario complejo. “Desde abril del año pasado hasta ahora, la crisis ha empeorado de manera impresionante”, dijo en diálogo con LA NACION.
“Todo comenzó cuando el gobierno nacional abrió la importación de yerba y otorgó beneficios impositivos a los importadores, quitando impuestos y facilitando el acceso a dólares. Eso nos destruyó: pasamos de recibir $410 por kilo de hoja verde en algunas cooperativas, a apenas $150 o incluso menos. Algunos productores que entregaron yerba en mayo, junio o julio del año pasado todavía no han cobrado nada o lo están percibiendo en cuotas a precios irrisorios“, lamentó Klingbeil.
El problema central radica en que el precio que se paga por la yerba no cubre los costos de producción: “Hoy, entre la cosecha, el flete, el blanqueo del personal y el pago de aportes patronales, al productor no le queda nada. Ni siquiera alcanza para controlar la maleza en los yerbales”, señaló y agregó: “Si esto sigue así, muchas hectáreas de yerba quedarán totalmente abandonadas”.
La imposibilidad de comprar insumos, fertilizantes y maquinaria profundiza el deterioro del sector. A su vez, el aumento del combustible y de la mano de obra dificultan aún más la situación. Los productores denuncian que no están en contra de los aumentos salariales, pero “los costos han subido por encima de lo que reciben” por la producción.
Los más golpeados por la crisis son los pequeños productores; es decir, aquellos que tienen menos de 50 hectáreas. “Intentan sobrevivir como pueden: algunos venden té, otros pino. Incluso venden su auto y lo cambian por uno más viejo, o maquinaria para hacer frente a los costos. Se ven en venta tractores, cosechadoras de té, camiones… hacen lo que pueden para subsistir“, describió.
INYM, que históricamente regulaba el mercado, fue desregulado por el DNU 70/2023 de Javier Milei, con lo cual perdió la potestad de fijar los precios oficiales de la materia prima: la hoja verde y la yerba canchada. Esto impactó de manera directa a los productores, que aún sufren las consecuencias: “Sin fondos, el INYM no tiene herramientas para ayudar a los pequeños productores. Aunque el gobierno provincial ha ofrecido líneas de crédito, no han sido suficientes”, informó Klingbeil.
Algunos sectores advierten que podría haber un desabastecimiento de yerba en el mercado si la situación se prolonga. El productor de yerba mate explicó al respecto: “Hasta ahora había cierta paciencia para que la situación repunte. La exportación aumentó unos 3 o 4 millones de kilos, pero el consumo interno cayó en 30 millones. Y tuvimos un año de buenos rendimientos, aunque no de superproducción, lo que hace que hoy estemos dependiendo que se reactive el consumo”.
No descartó que, efectivamente, haya una escasez. “El productor está levantando temperatura y no se descarta una medida de fuerza donde se impida que salga yerba mate de la zona productiva. Si me preguntaban hace un mes atrás, te iba a decir que no, no había peligro de una situación así. Hoy como está la situación en Misiones puede ocurrir”.
Para Klingbeil, la solución no pasa solo por reducir impuestos. Además de un paquete de medidas, lo principal es garantizar un precio mínimo de garantía. Según informó, el INYM calculó que el costo de producción es de $359 por kilo de hoja verde. A eso, buscan sumarle un margen de rentabilidad, por lo que los productores piden entre $450 y $500 por kilo.
“No votamos a este gobierno porque estábamos bien económicamente, sino porque estábamos cansados de los problemas de las gestiones anteriores: falta de combustible, regulaciones, dificultades para conseguir insumos. Pero un año de crisis podemos aguantar, dos años ya no. Si no se toman medidas urgentes, muchas chacras serán abandonadas“, advirtió.
“Desde el gobierno provincial entendemos que no se está haciendo todo lo que se debería hacer para poder buscar una solución a esto. Hay mucho diálogo, mucha atención, nos reciben. Pero fíjate que de los siete diputados nacionales de Misiones, ninguno se hizo eco de la situación yerbatera y sí lo hizo una diputada de Buenos Aires, ya sea que estemos de acuerdo o no con su ideología particular”, continuó.
La crisis yerbatera en Misiones parece estar lejos de resolverse y la paciencia de los productores se agota. Si no se toman medidas urgentes, dijeron, el sector podría enfrentar una de sus peores crisis en décadas, con consecuencias devastadoras para la economía de la región.