CÓRDOBA.- En una semana sin producción en la línea de pickups que Nissan opera en la fábrica de Renault en Córdoba, crece la inquietud de los trabajadores ante las versiones de que la automotriz japonesa podría dejar de fabricar en la planta de Santa Isabel su modelo Frontier a fin de año, para comenzar a importarlo desde México, donde se hará la nueva generación de la camioneta.
Ante la consulta de LA NACION, desde la automotriz señalaron por el momento que “Nissan estudia regularmente posibles oportunidades para optimizar sus operaciones de fabricación. No hemos anunciado ningún cambio en nuestros planes de producción en la Argentina”.
Las dificultades que atraviesa la producción resultaron determinantes para que una de sus principales proveedoras, Maxion Montich, pidiera el procedimiento preventivo de crisis. La mitad de los 900 empleados que tiene la firma están abocados a Nissan, a la que le proveen los chasis del modelo Frontier. También hay otras proveedoras complicadas, indican en el sector.
Este año Nissan continuó con el plan de suspensiones que ya aplicó en 2024 y mantiene habilitado un programa de retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas. Hay, según datos gremiales, 250 trabajadores suspendidos entre efectivos y contratados. La línea de pick ups -donde, además de la Frontier, la marca japonesa produce para Renault la Alaskan- trabaja a un solo turno. En 2023 produjo unas 180 unidades diarias y el año pasado esa cifra fue la mitad.
Desde la Cámara de Industriales Metalúrgicos aseguraron a LA NACION que no tienen información oficial de que la compañía tenga planes para dejar Córdoba, aunque sí reconocen que hay recortes en la producción.
La incertidumbre sobre la producción de pick ups en Santa Isabel -que fuentes gremiales aseguran que viene desde hace un tiempo largo- se da 45 días después de que, en un comunicado oficial, Nissan y Honda admitieran negociaciones para una eventual fusión a escala global. “Se firmó un memorando de entendimiento para iniciar las conversaciones y consideraciones con miras a una integración empresarial mediante el establecimiento de una sociedad holding conjunta”, señalaron.
Nissan comenzó a producir en Córdoba en 2018 después de invertir U$S600 millones. El proyecto original contemplaba la fabricación en la misma línea de la Frontier, la Renault Alaskan (melliza de la primera) y la Mercedes-Benz Clase X, pero la marca alemana se bajó antes de arrancar. Ahora, se esperaba que la línea de pick ups recibiera la nueva generación de la Frontier, que debería salir en 2026. Pero proveedores y fuentes gremiales señalan que ese proyecto fue cancelado porque la nueva pick up llegará importada desde México, donde también se fabricará.
Desde el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte (Smata), Maximiliano Ponce, secretario general de la delegación Córdoba, explicó a este diario que la situación es “muy compleja”, ratificó que hay pagos atrasados a los proveedores lo que genera otro foco de problemas laborales.
“Es sumamente preocupante porque del plan de producción de 20.000 unidades para este año, pasaron a 17.000 a 14.000 y, después, a 12.000. Con un turno ese volumen se hace en dos meses ¿Y después qué?” precisó. El sindicato pidió que los efectivos suspendidos vuelvan a sus puestos, pero dice que no obtuvo respuesta todavía.
“Desde la empresa no hay confirmación de nada, dicen que todo está bien. Pero no está bien, lo estamos viendo”, agregó Ponce, quien espera que haya un parte oficial de la automotriz explicando sus planes. Smata, por el momento, tiene en marcha una quita de colaboración.
Fuentes del sector sumaron que la convivencia con Renault (con la que Nissan mantiene una alianza internacional, en revisión) también está deteriorada, “lo que no hace más que agravar el cuadro”. Desde el Gobierno de Córdoba -que en su momento trabajó para atraer la inversión- indicaron que no han tenido reunión con la compañía, pero no descartaron que la haya a la brevedad.