Publicado: marzo 20, 2025, 1:10 pm
El cine argentino despide a Luis “Coco” Barone, guionista, director y productor murió ayer a los 69 años. La noticia, confirmada por la asociación Directores Argentinos Cinematográficos (DAC) y el Museo del Cine de Buenos Aires, causó tristeza en el ambiente artístico.
“Mucho lamentamos tener que comunicar el fallecimiento de nuestro querido compañero, colega y socio de DAC, el director, guionista y productor Luis Barone”, expresó la entidad a través de las redes sociales. Y agregó: “Acompañamos con profundo pesar y tristeza el dolor de su compañera Mausi Martínez, también directora y socia de DAC, así como el de todos sus familiares y amigos”.
El Museo del Cine de Buenos Aires dedicó también a Barone un emotivo mensaje en el que destacó su trayectoria. “Nacido en Buenos Aires el 18 de mayo de 1955, desarrolló una destacada carrera en el ámbito audiovisual. Parte de su legado cinematográfico fue donado por el propio realizador al Museo del Cine, institución que resguarda su obra”.
Barone fue un cineasta polifacético que dejó huella en el cine nacional. Su debut como director se produjo en 1997 con la película 24 horas (algo está por explotar), una comedia dramática de tono urbano basada en un guion de Guillermo Saccomanno y protagonizada por Julieta Ortega, Mausi Martínez, Rubén Rada y Martín Adjemián. Con este film, se consolidó como un realizador con una mirada particular sobre la ciudad y sus historias.
En el año 2000, el cineasta estrenó Buenos Aires plateada, una obra filmada en blanco y negro con guion propio. Esta película contó con un elenco de destacados actores como Luis Luque, Rubén Stella, Norberto Díaz y Alejandro Awada. Tres años después, dirigió el documental Los malditos caminos, que fue nominado al Premio Cóndor de Plata como Mejor videofilm en 2003. En el mismo año, completó El tigre escondido, estrenada el año pasado a través de la plataforma Cont.ar.
Otro de sus trabajos destacados fue Zenitram (2010), una producción de ciencia ficción protagonizada por Juan Minujín, Verónica Sánchez y Jordi Mollá. Inspirada en una novela de Juan Sasturain, la película narra la historia de un superhéroe poco convencional y forma parte de una apuesta del cine argentino por explorar nuevos géneros.
Además de su labor como director, Barone participó como productor en películas como Nunca estuviste tan adorable (2009) y El amor a veces (2013). También se desempeñó como montajista de varias de sus propias obras. Su incursión en la gestión pública lo llevó a colaborar en proyectos cinematográficos con apoyo estatal. En la década de 1990, fue socio de Liliana Mazure y participó activamente en la productora Kaos. También fue uno de los cineastas que llevaron a la gran pantalla el universo literario de Manuel Vázquez Montalbán.