Publicado: septiembre 18, 2025, 6:07 pm
Andrea Giani, entrenador italiano de la selección francesa de vóleibol, se cruzó de campo luego de la derrota de su equipo en el mundial de Filipinas y les hizo un gesto a los jugadores argentinos, que festejaban un enorme triunfo en cinco sets. “Basta”, pareció decirles Giani con sus manos, mientras Luciano De Cecco -armador y figura de la Albiceleste- lo miraba de reojo sin poder creer lo que estaba pasando.
Todos los argentinos observaban como si fuera un minuto en pleno partido. El primero en retrucarle fue Agustín Loser, el capitán albiceleste. Giani lo agarró del cuello, cariñosamente. Hubo un intercambio de palabras, respetuoso. El italiano que dirige a los franceses dio su punto de vista. Los argentinos, el suyo. Fue el corolario de un partido caliente, a cinco sets, que terminó con la eliminación de los bicampeones olímpicos del torneo ecuménico que se desarrolla en Filipinas. Argentina, por el contrario, sigue adelante.
Giani estuvo casi un minuto hablándoles a los jugadores argentinos. A muchos los conoce de la liga italiana. Hasta que, una vez terminado su discurso, el entrenador se fue hacia su lado de la red, agachó la cabeza y comenzó a digerir la derrota, que implica la salida prematura de los suyos del torneo.
Después del partido, en declaraciones a DSports, Luciano De Cecco habló del asunto: “Él creyó que fue algo contra Francia, pero le explicamos que nosotros siempre festejamos de la misma manera, así que nos escuchó y todo quedó ahí”, señaló el histórico jugador de la selección argentina.
Fue un encuentro a mil revoluciones desde el comienzo. En los dos primeros sets, dominados por la Argentina, Luciano Vicentín repitió un gesto llevándose el dedo índice de la mano derecha a la sien. Una y otra vez, después de cada punto. Hizo 22. Arenga o provocación, lo cierto es que al galo Earvin Ngapeth no pareció gustarle. Y a partir del tercer parcial, en sintonía con la levantada de Les Bleus, lo imitó e hizo algo parecido.
Las “provocaciones” tuvieron su punto culminante en el cuarto set, cuando el árbitro llamó a los dos capitanes –Loser de un lado, Benjamin Toniutti, del otro- para que las hostilidades concluyeran. Antes que Loser, quien se acercó al réferi fue De Cecco, el referente argentino. Sólo quería jugar. E intentó convencer al árbitro de no prestarle atención a esas cosas. De continuar con el juego.
Y el juego siguió y fue el equipo argentino el que festejó al final. De Cecco habló en la zona mixta del estadio en Quezon City. “El comienzo del torneo está lleno de energía y partidos duros. Los respetamos. Sabemos que Francia juega bárbaro. Y tiene un gran equipo. Pero nosotros jugamos muy bien. Tuvimos la energía y jugamos un gran encuentro en el comienzo [Argentina se impuso por 28-26 y 25-23 en los dos primeros parciales]. Así que estoy realmente muy contento”.
El armador de la Albiceleste y actual jugador del Norwid polaco continuó: “Para la Argentina, este triunfo es enorme. Seguimos adelante. Jugamos haciendo un buen esfuerzo, punto por punto. Nos dijimos antes del partido que cada pelota cuenta, así que eso hicimos. Ganar el partido es increíble para nosotros”. Y sobre cómo encaró el tie-break el equipo argentino, De Cecco apuntó: “Estuvimos ahí, mantuvimos la cabeza y la energía. Estamos contentos de haberlo ganado. Sabíamos lo que era Francia, el último medallista de oro olímpico, pero pusimos la energía, la mentalidad y el esfuerzo en cómo ganar. Teníamos que hacerlo. Lo hicimos y es enorme”.
También habló Luciano Vicentín, máximo goleador del equipo arentino: “Venimos de muy lejos, era un partido importante para nosotros. Nos lo tomamos así y peleamos hasta el final. Estuvimos ganando y luego perdiendo, pero en definitiva seguimos haciendo lo nuestro. Al final nos quedamos con la victoria y estamos… ¡tan contentos por eso!“, dijo Vicentín.
Y agregó: “Tenemos muchos rivales difíciles con los que debemos luchar para continuar en el torneo. Sabemos que no tenemos tantos jugadores, además. Así que para nosotros estos partidos son importantes y así los tomamos. Antes de pensar en lo que viene tenemos que disfrutar de esto que conseguimos. Volver al hotel, cenar y descansar. Y después, sí, pensar en el próximo partido. Esto es así: nos tomamos este partido como una final, pero es sólo un paso”.
“El Luciano Vicentín de 14-15 años soñaba con jugar este tipo de partidos, por lo que estoy muy contento. Trabajo con la psicología y pongo esto sobre la mesa. ¡Juego contra rivales a los que veía como héroes! A veces es difícil, pero somos jugadores. Y en el final nosotros ganamos“, resumió Vicentín.