Publicado: marzo 9, 2025, 1:09 pm
Francisco Wichter, el último superviviente de la conocida como lista de Schindler, ha muerto a los 99 años en su casa de Buenos Aires, en Argentina. Su nieto, el periodista deportivo Tomás Wichter, ha confirmado la noticia a medios argentinos.
«Te cuento que falleció mi abuelo, quien dedicó gran parte de su vida a contar su historia y legado. Si su muerte sirve para reflotar su historia, bienvenido sea», ha informado Tomás.
Francisco Wichter, cuyo verdadero nombre era Feiwel, nació en 1926 en el seno de una familia judía de Polonia y vivió en sus propias carnes la persecución nazi. Tras sobrevivir en varios campos de concentración, logró convertirse en el trabajador número 371 del empresario alemán Oskar Schindler, conocido por salvar la vida de más de mil judíos al emplearlos en alguna de sus fábricas de Polonia y República Checa.
Fue entonces cuando Wichter fue sacado del campo de concentración de Plaszow para trabajar en una fábrica de municiones de Brünlitz, en la antigua Checoslovaquia. «Fuimos incluidos en una lista de gente que se iría para allá. Nos convertimos en la Lista Schindler: hombres y mujeres a quienes el destino les tenía previsto un respiro en medio del infierno», contó al medio argentino Clarín.
«No teníamos nombre ni ropa propia pero se comía bien, no se pasaba hambre y había buen trato. Siempre teníamos calefacción y agua caliente, incluso en las habitaciones colectivas donde dormíamos», recordaba Wichter sobre su trabajo en la fábrica.
Finalmente, el 7 de mayo de 1945, el propio Schindler ordenó encender la radio para que sus empleados escuchasen, en voz de Churchill, la rendición alemana y el final de la Segunda Guerra Mundial. «Oskar nos agradeció el esfuerzo que todos habíamos hecho para sostener su fábrica, nos informó que la cerraba y que, a partir de ese momento, cada uno de nosotros era libre», aseguró este superviviente.
Wichter terminó emigrando a Argentina pocos años después, con ayuda de una organización sionista. Allí vivió desde entonces, y aunque durante décadas guardó silencio sobre todo lo que había sufrido durante el Holocausto, decidió empezar a hablar después de ver la oscarizada película La lista de Schindler, que incluso le llevó a plasmar su historia en un libro, titulado Undécimo mandamiento.
