Misión “posible”: se realizó en Buenos Aires el estreno mundial de una sinfonía de Lalo Schifrin - Argentina
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Misión “posible”: se realizó en Buenos Aires el estreno mundial de una sinfonía de Lalo Schifrin

Publicado: abril 12, 2025, 6:08 am

Aquello de que nadie es profeta en su tierra quizá tenga en Lalo Schifrin a uno de sus buenos ejemplos. Aunque de manera relativa. Porque Schifrin no ha intentado hacer una carrera en la Argentina y, sin éxito, un dia fue a probar suerte por algún Norte. Siendo un veinteañero fue convocado por el trompetista Dizzy Gillespie y puso rumbo a los Estados Unidos. Allí se quedó. El resto es historia conocida. Para resumirlo en una frase: está demostrado en su trabajo como compositor de música para series y películas, que llegó a su cumbre con el gran leitmotiv que escribió para Misión Imposible. Visto así, fue profeta en muchas tierras, incluida la suya.

Lalo Schifrin, en los años en que escribía para el cine y fumaba en pipa

Y no deja de ser curioso que en el concierto que el último viernes se le dedicó a sus obras, con el estreno de mundial de una sinfonía, aquel motivo escrito en ritmo irregular de 5/4 haya sido la estrella, el bis, que coronó la noche.

Desde hace algunos años, Lalo viene dando señales de querer volver a la Argentina, al menos en música. Como se reseñó en LA NACIÓN durante el último lustro, aunque con sus 92 años abordar un par de aviones para instalarse por unos días en Buenos Aires no sea lo más sencillo para él, la música que produce llega a este Sur.

Incluso, con nostalgia mediante. En 2021, se estrenaron en Buenos Aires sus cuartetos Modern String Quartet 1 y 2. Además, se presentó un arreglo de su “Tango del atardecer” y la pieza para violín solo que le dedicó a su padre. En diálogo con LA NACIÓN contó que aquella carta (musical) que escribió para su padre era algo difícil de explicar con palabras. “Creo que no podría hacerlo. Lo que le digo es musical. Es respetuoso, es sobre la amistad que tuve con él y cuanto lo extraño. Pero no lo puedo decir con palabras. La música es un lenguaje universal que no necesita palabras.”

Emmanuel Siffert, encargado del estreno de la sinfonía Viva la Libertad

Algo similar pudo ocurrir con quienes escucharon por primera vez, por la Orquesta Sinfónica Nacional, con la batuta de Emmanuel Siffert, la sinfonía “Viva la Libertad” que escribió con Rod Schejtman, durante varios meses, en la casa de Los Angeles, donde Lalo vive desde hace casi medio siglo.

La aclaración de que era una obra para la Argentina pudo predisponer al público a pensar en sonidos a la medida de nuestro país. Así lo había dicho Lalo: “La música es un lenguaje universal que no necesita palabras” y es de ahí que se puede suponer que no intentó plasmar referencias directas en la obra, para dejar que eso quede en la interpretación de quien la escucha. El trabajo duro, de horas, días, meses sobre el pentagrama le tocó a Schejtman. Y es posible que una célula melódica que Lalo cantó (ni siquiera la tocó al piano o la escribió en pentagrama) haya sido el motivo que Rod eligió para entrar en salir todo el tiempo. Es probable que en la orquestación se haya podido colar algún gesto de balada tanguera, aunque esto, como se dijo, puede ser simplemente el capricho del oído de quien lo recibe. Con ciertos vicios del lenguaje de la música escrita para la pantalla, el primer movimiento tiene mucho de esa exposición motívica y de una especie de resumen (a modo de trailer) que sintetiza la obra. El segundo movimiento entra de a ratos en los cánones de un adagio y el tercero coquetea con la influencia que en el cine ha tenido la grafía musical del sinfonismo estadounidense de principios del siglo XX. Y como antes de la sinfonía se pudo escuchar una obra de Rod, llamada La Magia di Vivere, quedaron al descubierto (por semejanzas) esos elementos que Schejtman había aportado a la obra, unidos a los procedimientos de Lalo (los diálogos que suele armar entre cuerdas y metales). Así, Viva la libertad se expuso como una obra de fácil escucha, muy ATP, que no apela a vanguardias ni a ciertas corrientes específicas de la música académica.

Rod Schejtman, cuando habló sobre la sinfonía que escribió con Lalo Schifrin

Además de ese bis imbatible de Misión Imposible, en la primera parte de la presentación de la Sinfónica Nacional se escucharon los temas que Schifrin escribió para Harry el Sucio, Bullitt, Mannix y Cincinnati Kid, con un fuerte arraigo al sonido de una época, y con la gracia de hacer que la música camine (porque esas obras de Lalo “caminaban”). En ese andar se podían escuchar los pasos y el modo de andar de Clint Eastwood, Steve McQueen o Mike Connors, cada vez que se bajaban de sus autos.

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