Publicado: junio 8, 2025, 2:04 am
En el inicio de su programa de este sábado por la noche, luego de compartir su look y hacer algunas publicidades, Mirtha Legrand recibió una sorpresa que la hizo emocionarse hasta las lágrimas. Sentada en su escritorio, la gran diva de la televisión argentina contó que estos días celebró un nuevo aniversario como conductora. “Esta semana se cumplieron 57 años del estreno de este programa, y la leyenda continúa”, anunció, mientras todos en el estudio la aplaudían. Luego, presentó un video con fragmentos de su carrera.
“Todo empezó hace 57 años”, arrancó el compilado de imágenes que recorrió desde sus primeros años como actriz, su debut en la televisión, sus grandes entradas al estudio y alguno de los momentos más memorables de sus almuerzos hasta los premios que recibió y el cariño de sus colegas. De fondo, algunas frases célebres de la conductora y una melodía emotiva.
Cuando las cámaras la volvieron a tomar en vivo, Mirtha se paró para agradecer la ovación y no pudo contener la emoción: se tapó la cara con la mano derecha y se quebró. “Me emocioné. Estoy muy emocionada, disculpen”, se excusó, con la voz entrecortada. “Disculpen. Me emocioné muchísimo. 57 años, parece mentira. Me ha acompañado el público tanto, y con tanto cariño y tanto amor. Me he hecho grande, me he hecho mayor. Me he hecho una señora grande al lado de ustedes y me han soportado todo. Así que muchas gracias”, siguió, mientras los ojos se le llenaron de lágrimas. “Han hecho de mí una mujer muy feliz”, completó, y levantó la copa con champagne rosado para brindar.
Para su gran noche, Mirtha eligió lucir un diseño de gala: un vestido laminado color fucsia con cristales de Claudio Cosano. Completó el look con joyas en plata y brillantes. Además, recibió varios ramos de flores y sobre su escritorio la acompañó una imponente torta de dos pisos que realizó especialmente para la ocasión el cocinero Coco Carreño -quien se encargó, además, del menú de la noche-.
Cómo nacieron los míticos almuerzos de Mirtha Legrand
En octubre del año pasado, con Silvio Soldán como uno de los invitados de su mesa, Mirtha recordó cómo nacieron sus míticos almuerzos. “¡(Alejandro) Romay quería que almorzara con doce personas! Los doce apóstoles, tal cual. Y yo le dije ´no, no”, repasó. “Una barbaridad, no podés manejar una mesa con doce personas. Esas cosas de Alejandro”, recordó, y dejó escapar una risa. Luego, repasó la historia con detalles.
“Yo fui a hacer un concurso que hacía Héctor Coire para los hospitales en Sábados de la bondad. Yo fui concursando para un hospital. Y cuando terminó Romay estaba arriba, en lo que se llama la pecera, mirando lo que ocurría en el piso, y me mandó a llamar”, recordó Mirtha. Durante el encuentro, en esa misma pecera, ella se quedó mirando a Coire y dijo, en voz alta: “Ay, qué lindo hacer un programa en donde uno puede hablar con su vocabulario, en donde uno sea uno mismo, más auténtico, sin repetir palabras de otros”. Al día siguiente, Romay llamó a Legrand por teléfono. “Me dijo: ´Mirtha, ¿te gustaría hacer un programa?´. ´Ay, no sé Alejandro, yo lo dije así, como una cosa personal´, le respondí. ´Mirá, se llamaría Almorzando con las estrellas’, y yo le digo ´¿almorzando? ¿Hay que comer?´. Me respondió que sí. ¡Nunca se había comido en televisión! Le dije que no se podía comer y hablar. ´Se puede´, me dijo. Le pregunté entonces ´¿con cuántos invitados?´. ´Con doce´, me dijo. ´¿Con doce?´. ´Ay no, no, no´, le dije. ‘Dejamelo pensar’”.
Al tercer día de aquella charla y luego de hablarlo con Daniel Tinayre, su marido, la Chiqui le devolvió el llamado al hombre fuerte de Canal 9 y aceptó la invitación. “Bueno, le dije, lo vamos a hacer. El estaba con Yankelevich, con don Samuel, y así empezó. Firmé contrato”, recordó. El día del debut, Legrand contó que estuvieron Tinayre, Beatriz Guido, Duilio Marzio y Leopoldo Torre Nilsson. “Había pollo. Y el mozo me sirvió pata. Y Daniel le dijo al mozo ‘no, sírvale pechuga porque le gusta la pechuga’. Yo dije ‘ Es como si estuviéramos en casa. Qué natural fue. Un toque doméstico”, continuó su relato, compenetrada. Hasta que una seña detrás de cámara la hizo reaccionar y despertó la risa de sus invitados. “Espere, no me apure, que estoy contando algo histórico. Esto es histórico. Nunca lo conté tan detalladamente”, alertó.