Milei vs. Kicillof. Cuál es la batalla oculta que desvela a los empresarios - Argentina
Registro  /  Login

Otro sitio más de Gerente.com


Milei vs. Kicillof. Cuál es la batalla oculta que desvela a los empresarios

Publicado: julio 27, 2025, 1:52 am

Hay otro riesgo país que es hoy un secreto a voces entre los inversores internacionales y nacionales. También lo es para directivos del FMI que conocen a la Argentina de vidas anteriores y para gran parte del empresariado que, sigiloso, tiende sus redes en territorios antagónicos.

No se trata de la inflación, ni del dólar ni del endeudamiento. Es la pelea latente entre el presidente de la Nación, Javier Milei, y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.

La contienda es tan genuina como peligrosa en el mediano plazo y tiene una historia que se proyecta en el futuro. En casa matriz nos preguntan todo el tiempo sobre esto porque los lapsos entre elecciones son demasiado breves para reformas de fondo y la paciencia de los argentinos es de memoria corta”, advierte desde el off the record el número uno de la que es considerada una de las principales petroleras privadas.

Los dos son economistas. Uno gobierna la República. El otro, la provincia de Buenos Aires, que concentra el 38% del electorado y el 37% de la recaudación nacional. Ambos avanzan hacia la primera batalla que se producirá en septiembre, pero tienen la mira en la final que se librará en 2027. El éxito de uno supone el fracaso del otro o el fracaso de uno supone el éxito del otro. En este caso el orden de los factores sí altera el producto y el péndulo va de un extremo al otro ya que piensan todo lo contrario de lo que debe ser la Argentina a futuro.

En septiembre nos jugamos la gobernabilidad, los dos años que nos quedan en la provincia. Es sin dudas la resistencia. Si terminamos contra las cuerdas, tendremos que hacer malabares económicos para subsistir. En cambio, si ganamos, se da vuelta la taba y el despegue será más rápido”. Así hablan en las huestes del kicillofismo de lo que viene. Celebran que gran parte de los radicales quedaron fuera del eje integrado por La Libertad Avanza y Pro y que esa división en tres podría beneficiarlos en distritos radicales que son fuertes en el interior de la provincia. No obstante, los precedentes de ausentismo actúan como cisnes negros que distorsionan el resultado final. “Las crisis comienzan siempre por el conurbano bonaerense y es justamente el conurbano en donde más tarde llega la recuperación de la economía”, describe un exfuncionario de la gestión macrista. “Por eso es fundamental seguir la actividad económica y tener en cuenta que en ese territorio nunca prima la macroeconomía, sino la micro, ya sea por el empleo o las changas. La paciencia y las ganas de cambiar están desde hace décadas, pero en gran parte nuestro error fue pedir que tuvieran comprensión de estadistas personas a las que el agua de la crisis se las llevaba puestas. Hay que ver cómo no se deja el campo liberado a un nuevo populismo si se sienten desamparados”, agrega el mismo exfuncionario macrista que supo tener mucho poder en la provincia.

La coalición de Kicillof y el kirchnerismo terminó de alinearse por la “causalidad” de dos cortes de luz, pero tiene grietas muy profundas. “Cristina fue la que dio la orden a sus soldados de no romper cuando se dio cuenta de que Axel no iba a negociar cualquier cosa”, admiten por lo bajo cerca del gobernador. Todos estaban listos para ir por autopistas paralelas que ahora quedan enterradas en la búsqueda de polarización y en las sonrisas de campaña.

Con mucho sigilo Kicillof ya dio una orden a su mesa chica. “Si voy a ser el candidato en 2027, no quiero llegar como Alberto. Vamos a trabajar con un plan para tener todo listo y unificado antes de que nos sorprendan los resultados en las urnas. Primero alineamos y luego gobernamos”, confió a sus personas de confianza.

Desde el territorio de Cristina Kirchner aseguran que “será un gran desafío para Axel ser un dirigente sin jefa porque hasta ahora era ella quien le marcaba el rumbo y él quien implementaba sus políticas”. Mientras en el terreno de Kicillof sostienen que el tema es que “él se plantó cuando creyó que había que hacerlo, pero después de seis años de gestionar directamente el distrito más grande del país no hay dudas de que eso no será un impedimento”.

El Movimiento Derecho al Futuro (MDF), que tiene hoy una “marquesina” provincial, se convertirá en nacional ni bien terminen las elecciones locales. El velo se correrá definitivamente. Allí funcionarán las primeras mesas de trabajo con una dinámica similar a la que tuvo la Fundación Pensar antes de la llegada de Mauricio Macri al poder.

La estrategia se cocina a dos tiempos. Por un lado, la construcción política en la provincia pasa por anunciar todo lo contrario a la Nación y repetir hasta el cansancio el concepto de “Estado presente”. Al punto de que en un país gobernado por un economista que se define a sí mismo como “demoledor de keynesianos” fue Kicillof quien reeditó su tesis doctoral con el sugestivo título de “Volver a Keynes”.

Si se cortan coberturas de medicamentos a nivel nacional, las ratifican en la órbita provincial. Si frenan una obra, le ponen el cartel y aclaran la causa. Los estatales bonaerenses reciben aumentos superiores a los de la Nación y la construcción irá por generar también una narrativa propia. La apuesta es a enfatizar un discurso que diga que la falta de inversión en rutas es un reflejo de que el modelo económico actual privilegia a los que tienen SUV o 4×4, o que la falta de un Estado protagónico privilegia a las clases altas. El mensaje que repetirán hasta el cansancio es que este modelo económico ya se vivió en la historia. “Ajuste, apreciación cambiaria e importaciones”, será la simplificación desde el nuevo relato peronista. Una hipótesis que barajan es resucitar imágenes de crisis pasadas.

Desde el mileismo sostienen que se están comparando ejes económicos muy distintos y que la idea de emisión cero con superávits no tiene precedentes. La mecha prende en ambos espacios.

De ahí que en sus irrupciones de cada mañana el vocero presidencial, Manuel Adorni, sumó dos pantallas con placas rojas estilo Crónica y un cuenta billetes que avanza a toda velocidad. “Algunos se preguntarán qué es ese número que está ahí, es la deuda de Kicillof con los hospitales de gestión compartida”, disparó.

Las pantallas mostraban un número en movimiento por un monto de $409.757.111.538, la deuda que –según el oficialismo– tiene Kicillof con los hospitales. La responsabilidad del gobernador en el caso YPF –donde la Argentina recibió una condena por US$16.000 millones– es algo que indigna al electorado de Milei, pero no así a su propia tropa.

“En los focus que hicimos nos da que eso es parte de la grieta. Los propios del terreno de Kicillof aplauden la estatización de YPF sin importar el costo y lo justifican con Vaca Muerta. Los libertarios y los liberales lo critican por la falta de previsibilidad jurídica y el alto costo de la decisión, que no para de generar dolores de cabeza”, sostiene un consultor que hoy trabaja midiendo candidatos para la oposición. Y agrega: “Lo que es claro es que en los próximos meses iremos viendo una diferenciación cada vez más violenta. Basta con revisar el canal de YouTube del gobernador, en donde hay un anuncio por día siempre con la misma tesis de sumar fuerzas para frenar a Milei”.

El think tank de Axel

En MDF, el espacio de Kicillof, ya firmaron su adhesión 42 intendentes provinciales y la mayoría de los sindicatos que más cantidad de gente aglutinan. “Hay que consensuar el plan económico y de desarrollo y después atacar con propuestas concretas”, agregan en las huestes del gobierno provincial.

Hablan del gobierno de Milei como un “experimento de ajuste y crueldad”. Se refieren a un “modelo de especulación financiera, concentración de la riqueza y entrega a intereses extranjeros”. Buscan aglutinar las posiciones de industriales, comerciantes, artistas, científicos y jubilados. Lo hacen en cada disertación pública y en cada esquina del conurbano que gobiernan.

La cacería es por todos los enemigos que quedan al costado del camino y que van más rápido de lo que uno imaginaba”, se entusiasman en la provincia. Roberto Salvarezza, exministro de Ciencia y Tecnología, lleva adelante la mesa que suma científicos y el plan para ello. Augusto Costa y Juan Cuattromo –históricas espadas de confianza de Kicillof– lideran lo económico.

El Presidente, en tanto, ya se refirió en varias oportunidades al gobernador como “pichón de Stalin”, “tiene un descontrol de los números que le impide sumar con un ábaco”, y habló de alguien a quien “nunca se le cruzó por la cabeza bajar el gasto público”.

En ese punto de vista ambos fidelizan su electorado. “Dentro de todo el espectro de Juntos por el Cambio no emerge nada y dentro del kirchnerismo peronista en franca decadencia el único con recursos políticos y materiales es Axel Kicillof”, sostiene Alejandro Catterberg, titular de Poliarquía. Y agrega: “El Gobierno está en un proceso de consolidación exitoso con un programa de estabilización económica con baja inflación, apreciación cambiaria y consumo en buenas circunstancias que le dan espaldas. Si le va bien en materia económica, es muy posible que continúe; si le va muy mal, alimenta el relato populista estatista que es donde se está posicionando Kicillof. Y si el resultado es regular, es muy factible que la sociedad demande otro tipo de líderes”, agrega el consultor.

Políticos, empresarios y analistas coinciden en que tanto Milei como Kicillof tienen características similares en cuanto a su manera de ver la política: “Odian la rosca –aunque aprendieron que es parte– y se apasionan con los debates económicos. A su vez son dogmáticos y están convencidos de sus puntos de vista”.

Pero no pueden estar más lejos en sus visiones de hacia dónde tiene que ir el país. “Sienten completo rechazo el uno por el otro”, describe una persona que los conoce a los dos desde hace mucho tiempo. Los discursos inaugurales de sus sesiones legislativas (uno en el Congreso, el otro en la Legislatura) dejaron en evidencia que la historia de este 2025 era una bisagra para ambos.

Por distintas razones, Cristina Kirchner y Mauricio Macri están fuera de juego. No así Milei y Kicillof, que a su manera están convencidos de que en materia económica la Argentina no debe tener grises. El Presidente sostiene que las políticas del kirchnerismo y de Kicillof son las que multiplicaron por diez los niveles de pobreza en el país en las últimas décadas, y que el intervencionismo estatal combinado con la emisión monetaria récord desencadenó niveles de inflación sin techo. El gobernador, en tanto, concluye que el modelo actual ya se vivió en el pasado y que generará desempleo y un “industricidio”. La sociedad será en definitiva la que defina quién gana la contienda.

Related Articles