Las manchas solares son una de las principales preocupaciones estéticas de las mujeres, incluso por encima de las arrugas. Aunque con el paso de los años, el problema es más evidente, las manchas afectan también a mujeres jóvenes, sobre todo después del verano. Su origen es multifactorial, pero la genética , las hormonas y la exposición al sol sin la protección adecuada son las causas más importantes de la aparición de las hiperpigmentaciones . Como explica la doctora Carmen Martín , especialista en medicina estética, «los rayos ultravioleta del sol estimulan la producción de melanina, el pigmento que da color a nuestra piel. Cuando hay un exceso de melanina en una zona concreta, aparece la mancha. El envejecimiento también influye. Con la edad, nuestra piel pierde elasticidad y se vuelve más susceptible a las manchas . Los cambios hormonales, como los que ocurren durante el embarazo o al tomar ciertos medicamentos, también pueden favorecer su aparición». Aunque hay otros tipos de manchas , las que salen después del verano son dos: los lentigos solares y el melasma. «Las manchas que salen por el sol, lentigos solares, son pequeñas hiperpigmentaciones marrones que varían en cuanto a tono y tamaño . También son simétricas y uniformes y muchas veces se pueden confundir con lunares. Pueden aparecer en cualquier zona fotoexpuesta, lo más común es en cara y manos y en cabezas de personas con calvicie, pero también se ven en cuello, brazos y piernas», comenta la doctora Flavia Bonina, médico estética. Por su parte, el melasma también se activa después del verano, por una exposición solar sin protección adecuada, aunque este tipo de mancha tiene un componente hormonal muy alto. De hecho es más habitual en mujeres embarazadas , o entre las que toman anticonceptivos . El melasma tiene un tono más oscuro que los lentigos, una forma difusa y habitualmente sale en la frente, las mejillas, el mentón y el labio superior, lo que se conoce como la ‘mancha del bigote’. Aunque la prevención es esencial para combatir las manchas de sol, usando protección solar alta todo el año , y evitando la exposición directa a los rayos UV, la genética y las hormonas pueden jugarnos una mala pasada y provocar que tras el verano aparezcan algunas manchas en la piel. La mejor época para tratarlas es durante el otoño y el invierno , momentos en los que la exposición solar es menor, y, además, la piel ha perdido ya el bronceado. «Para poder tratarlas con efectividad, lo ideal es estar un mes sin exponernos al so l . El tratamiento que realizamos está enfocado a eliminar el exceso de melanina que se queda sobre la piel, esa mancha solar, y para identificarlas y ponerles remedio tenemos que renunciar a tener contacto con el sol», señala la doctora Flavia Bonina. La doctora Iratxe Díaz , médico estético, es tajante: « nunca debemos hablar de eliminación de manchas, sino de ‘controlar’. Los lentigos solares mejoran fácilmente con tratamientos como la crioterapia tradicional y el láser. Por su parte, el melasma, asociado a las hormonas femeninas, preferimos tratarlo con tratamientos despigmentantes tópicos y solo en ocasiones recurrimos al láser. En ambos casos, funciona muy bien el tratamiento Hydrafacial Britenol . Indoloro, no invasivo y con resultados inmediatos para reducir la pigmentación irregular y prevenir la formación de melanina (pigmento oscuro que produce la coloración de la piel) descontrolada, su mecanismo de acción promueve la salud de la piel a través de un proceso de renovación cutánea que combina seis pasos en una sesión . Exfoliación, peeling, extracción de impurezas, vial personalizado, terapia de luces LED e hidratación profunda». Se recomienda una pauta de tres sesiones, y una de mantenimiento al mes, pero dependerá de cada caso. Su precio: 199 euros/sesión. La doctora Flavia Bonina advierte, «para poder tratar las manchas solares, tanto las nuevas como las que se han hecho más grandes, las cremas despigmentantes no suelen ser suficientes. Pueden ayudarnos, pero es necesario recurrir a tratamientos lumínicos». Entre ellos, la experta aconseja Lumecca de InMode : « luz pulsada intensa (IPL) que logra difuminar las manchas solares que lleva generando la piel desde que tenemos 15 o 20 años y que empiezan a aparecer entre los 35 y los 50. Es un tratamiento muy rápido. En tan solo 10 minutos se puede tratar la cara completa y también se puede realizar en manos y escote, dos zonas que se tienden a olvidar y que reflejan el daño solar y el paso del tiempo». Desde InMode explican que «Lumecca tiene una elevada afinidad por los pigmentos melánicos y esto permite una respuesta terapeútica efectiva y segura. Además, está indicado para todos los fototipos, aunque suele ser más efectiva en los fototipos del uno al cuatro». Se necesitan entre 3-4 sesiones para eliminar los lentigos solares por completo, y se aconseja una sesión anual de mantenimiento. Su precio en la Clínica de la Dra Bonina es de 250 euros/sesión. La doctora Carmen Martín aconseja «los peelings despigmentantes para eliminar manchas superficiales o medias. Consiste en la aplicación de una combinación de ácidos que exfolian las capas superiores de la piel , favoreciendo la renovación celular y la eliminación de la pigmentación no deseada. Existen diferentes tipos de peelings despigmentantes, como el peeling de ácido kójico, el ácido mandélico, y el ácido tranexámico, entre otros. Cada uno se selecciona según el tipo y profundidad de la mancha, y las características específicas de la piel del paciente. Estos peelings no solo aclaran las manchas, sino que también mejoran la textura y el tono general de la piel». El promedio de sesiones es de 2 y el precio de las dos sesiones es 375 euros, incluyendo tratamiento domiciliario con las cremas específicas.