Publicado: marzo 30, 2025, 5:58 pm
Los anales del rugby argentino señalan al Seven de Hong Kong como la cuna de los Pumas 7s. En 1981, el certamen empezaba a erigirse como un acontecimiento en el calendario del rugby mundial y, a cinco años de su inauguración y merced al suceso de público, comenzó a involucrar a más y más países. En ese marco, la Unión Argentina de Rugby recibió una invitación y conformó el primer seleccionado nacional de la disciplina.
Pasaron 41 años para que la Argentina se convirtiera en una potencia de la disciplina de juego reducido, condición que ratificó con un título en el emblemático certamen donde el seven adquirió dimensión internacional. Pese a que hace tres años que el equipo que conduce Santiago Gómez Cora es parte de la elite, quebrar el maleficio en Hong Kong era una deuda pendiente. Ya no más.
La disciplina del seven nació en en 1883 en Edimburgo, Escocia. Su invención se atribuye a Ned Haig, del Melrose Rugby Football Club. Desde allí se extendió a todo el mundo, y en 1973 el estadio de Murrayfield fue el escenario del primer certamen internacional. Aunque no tuvo continuidad, fue el germen que inspiró la realización del Seven de Hong Kong. El inglés Rodney Bentham-Woods, gerente de la tabacalera Rothmans para el sudeste asiático, quería sponsorear un certamen internacional de 15 hombres, pero Tokkie Smith, director de la Unión de Rugby de Hong Kong, lo convenció que un certamen de seven sería menos oneroso y más redituable. Así, en marzo de 1976, en el Hong Kong Football Club, se disputó por primera vez el Seven de Hong Kong con 12 seleccionados invitados: Australia, Fiji, Indonesia, Japón, Corea del Sur, Malasia, Nueva Zelanda, Sri Lanka, Singapur, Tailandia, Tonga y el seleccionado local.
El certamen adquirió carácter anual y se expandió. En 1981, la Argentina aceptó la invitación a participar del certamen emergente y presentó un equipo de estrellas: Hugo Porta (c), Marcelo Loffreda, Rafael Madero, Daniel Baetti, Tomás Petersen, Gabriel Travaglini, Javier Pérez Cobo, Ernesto Ure y Juan Pablo Piccardo integraron la delegación. “Nuestro equipo alcanzó los cuartos de final, en los que perdió injustamente 8-6 con Barbarians, que resultó ganador del torneo”, reza la memoria y balance de la UAR.
VAMOS LOS PUMAS!!! 🇦🇷@lospumas7arg add another title to the collection this season 🏆#HSBCSVNS | #HSBCSVNSHKG pic.twitter.com/qfHjqpillh
— HSBC SVNS (@SVNSSeries) March 30, 2025
El creciente éxito de público que despertó el certamen obligó a que al año siguiente se trasladara al Hong Kong Stadium, más amplio, cuya capacidad fue aumentada para 40.000 espectadores en 1994. El seleccionado argentino participó once veces más del seven de Hong Kong (incluido el Mundial de la especialidad en 1997) hasta que en la temporada 1999/2000 se instauró el Circuito Mundial de Seven, del cual fue la etapa más preponderante, no sólo por la concurrencia y la fiesta música, alcohol y disfraces que se desataba en las tribunas sino también porque hasta 2011 otorgó más puntos que el resto.
El primer gran momento del seleccionado argentino de seven fue en el año 2004. Allí ganó su primer certamen, en Los Ángeles, y alcanzó la final en los dos certámenes subsiguientes: Hong Kong y Singapur, con derrotas ante Inglaterra y Sudáfrica, respectivamente. Esa temporada, con Santiago Gómez Cora como figura, Pumas 7s terminó tercero, su mejor ubicación hasta el segundo puesto en 2022/23.
En el futuro, Hong Kong se convirtió en una etapa particularmente adversa para los argentinos, incluso luego de Tokio 2020, cuando se transformaron en animadores del Circuito, ya con Gómez Cora como conductor. Once veces llegaron a cuartos de final sin poder cruzar ese rubicón. El año pasado, por ejemplo, sufrieron allí la lesión de Marcos Moneta, que se quedó afuera por el resto de la temporada con un esguince de tobillo y fractura de peroné, y por única vez en los últimas 20 torneos (incluidos los Juegos de París) se quedaron afuera de los cuartos de final.
Para este año, el certamen se mudó al moderno Kai Tak Stadium, un moderno estadio con techo corredizo, pantalla gigante, palcos vip y capacidad para 50.000 espectadores. World Rugby anticipó una concurrencia récord para el Circuito Mundial, con 120.000 localidades anticpadas vendidas para los tres días de acción.
El cambio de sede parece haberles sentado bien a los argentinos. La infausta racha se cortó con la victoria ante Irlanda en la madrugada del viernes y se coronó con la peleadísima victoria ante Francia en la final. Ni las 38 horas de vuelo, ni los 18.500km de distancia con Buenos Aires, ni un huso horario diametralmente opuesto sirvieron de condicionante. Los Pumas 7s salieron decididos a inscribir un nuevo capítulo en su laureado recorrido y lo consiguieron de manera contundente.