Publicado: octubre 11, 2025, 5:28 pm
Aunque la mayoría de los jóvenes marroquíes tenían ciertas esperanzas en que el Rey Mohamed VI anunciara cambios tras semanas de protestas, nada más lejos de la realidad. El monarca, en su discurso del viernes, no anunció ninguna reforma concreta, y la distancia entre el palacio y los jóvenes se hizo aún más grande. Por eso, a las pocas horas de terminar el discurso que el rey pronunció ante el Parlamento marroquí en Rabat, el grupo publicó un comunicado que llamaba de nuevo a la juventud a las calles, después de dos días sin protestas. «El mensaje es continuar con las manifestaciones masivas, boicotear a los partidos y a los productos de los corruptos, boicotear la Copa Africana y no dar marcha atrás hasta que se cumplan las demandas de unidad», decía el comunicado del grupo, publicado en Discord, la red social que han estado utilizando. Ante las palabras huecas del rey, los jóvenes anunciaron una nueva convocatoria de movilizaciones, dirigida «contra el Gobierno y todos aquellos que bloquean las aspiraciones del pueblo marroquí», aunque sin concretar día ni hora. Una de las proclamas más repetidas en esta tercera semana de protestas fue: «Queremos hospitales, no Mundiales» . Y es que Marruecos lleva inmerso en la renovación y construcción de estadios y megaestadios para las próximas citas deportivas: la Copa Africana y, sobre todo, el Mundial de Fútbol de 2030. La Copa Africana de Naciones de 2025, que albergará Marruecos, se celebrará entre el 21 de diciembre de 2025 y el 18 de enero de 2026, y el movimiento liderado por el grupo Gen Z 212 amenaza con boicotearla. El país magrebí ha invertido más de 4.000 millones de euros en estos proyectos, en un momento en el que la inflación está por las nubes y los precios hacen muy difícil llenar la cesta de la compra con los salarios marroquíes. Durante las protestas, los jóvenes han tratado de establecer una línea roja y no criticar al monarca ni a la institución real. Las demandas y quejas siempre han ido dirigidas al primer ministro, Aziz Ajanuch. Pero quien realmente toma todas las decisiones es el monarca, según la Constitución del propio país. El malestar de la población joven comenzó tras conocerse la muerte de ocho mujeres embarazadas en un hospital público de Agadir, y las primeras peticiones exigían una mejora en los sistemas educativo y sanitario del país. Sin embargo, hoy el descontento ha mutado en algo mayor, señalando directamente a la corrupción, la desigualdad y la falta de justicia social. Palabras como «desigualdad» o «justicia social» sí fueron pronunciadas por el monarca en su discurso, aunque sin referirse directamente a las protestas. Ahora, los jóvenes vuelven a las calles después de dos días que han utilizado para «reorganizarse» y redactar un texto de once páginas que detalla las demandas del movimiento.