Le dijeron que a los 25 sin éxito era mejor retirarse pero no bajó los brazos y hoy se luce con Francella: “Confiaba y sabía que podía llegar” - Argentina
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Le dijeron que a los 25 sin éxito era mejor retirarse pero no bajó los brazos y hoy se luce con Francella: “Confiaba y sabía que podía llegar”

Publicado: septiembre 5, 2025, 6:00 am

Clara Kovacic tenía 10 años cuando la productora de Cris Morena estaba por empezar un casting para una película de Chiquititas. Después de muchos años de éxito en la televisión. En ese momento se le vino a la cabeza y, principalmente, a su corazón, que desde que era muy pequeña le encantaba bailar, cantar y soñaba con ser actriz. Era algo que llevaba muy dentro suyo.

Su profesor de comedia musical, de aquel momento, la contactó con los encargados del casting en el que se presentaron casi 2.000 nenas. Y Clara, quedó seleccionada. Estaba contenta, feliz, a un paso de cumplir su primer gran sueño.

Una decisión que no pudo cambiar

Sin embargo, uno de los productores de la película les dijo a los padres de Clara que para estar en el film tenía que dejar de hacer doble jornada en la escuela. Ella asistía a un colegio inglés “super prestigioso” y para ellos la escuela era lo primordial.

“Recuerdo que en una llamada telefónica entre mis padres y los productores, yo lloraba y les pedía que me permitieran quedarme, que realmente deseaba estar. A pesar de mis palabras, mis padres mantuvieron su decision”.

Más allá de esa desilusión, Clara no tuvo rencor a sus padres, sino todo lo contrario. “Lo del colegio se los agradezco mucho porque me dio un montón de herramientas y siento que si lo hubiera dejado para hacer Chiquititas no sería la que soy. Y estoy re contenta con quien soy”, afirma.

Su profesor de comedia musical, de aquel momento, la contactó con los encargados del casting en el que se presentaron casi 2.000 nenas.

“Ese mundo es muy difícil”

Cuando faltaban unos meses para que Clara terminara la secundaria, comenzó a sentir una presión muy grande de sus padres, que querían que su hija estudiara “una carrera como la gente”.

-¿En qué la ves a tu hija? –le preguntó una noche su mamá a su papá.

-Yo la veo en Bioética -le respondió.

“Yo tenía un buen promedio en el colegio, era re buena alumna y muy apasionada con el estudio porque me encantaba aprender, descubrir el mundo de alguna manera. Entonces, esperaban que siguiera Ciencias Políticas, Relaciones Institucionales o Filosofía”.

-Clara: Ese mundo es muy dificil- le dijeron su mamá y su papa.

-Yo estoy segura de que quiero ser actriz -les contestó Clara, con mucha seguridad.

-Podés hacerlo como un hobby.

-Pero yo no quiero estudiar ninguna de esas carreras. Yo tengo esta pasión muy dentro mío.

Clara, cuenta, venía de una familia en la que no se contemplaba esa elección para ser alguien en la vida. Con el tiempo, comprendió que sus padres no supieron entender su pasión, algo muy diferente a lo que ellos esperaban que fuera.

“Si me daba contra la pared, por lo menos lo había intentado”

Sin embargo, tenía un sueño por cumplir. Y se preparó con mucha determinación, perseverancia y brindando siempre su mejor versión.

“Estudié teatro, danza, música, pero sin entender muy bien cómo iba a entrar a la industria. Y cuando estaba en el momento de despegue tuve un problema personal muy fuerte donde tuve que volver a empezar. Me encontré con la muerte y con lo efímero que es la vida. Y esa conciencia me animó también a tirarme a la pileta con mis creencias y soltar, pero sabiendo que si me daba contra la pared por lo menos lo había intentado”, confiesa.

Una vez que Clara tomó la decisión nada le fue fácil. Nadie le regaló nada, tuvo que pelearla desde abajo.

En ese viaje comenzó a toparse con frases de la industria que la hicieron sentir muy mal. “Si ya tenés 25 años y todavía no la pegaste, empezá a retirarte porque vos no vas a poder”, cuenta que le dijeron. Sin embargo, siguió empujando porque estaba convencida de que no podía dejar de hacer eso que tanto amaba.

“No podía no hacerlo, me dijeron que no, pero yo confiaba en mi talento y sabia que podía llegar. Y ahí se empezaron a abrir puertas con castings que buscaba. Me metí mucho en el cine independiente porque se abre mucho el panorama de lo que se puede hacer y también porque a partir de la acción, una toma más confianza”.

Nunca bajó los brazos

Una vez que Clara tomó la decisión nada le fue fácil. Nadie le regaló nada, tuvo que pelearla desde abajo. Por ejemplo, cuando un representante le dijo que como ella no era conocida no le iban a dar ningún papel. O cuando otra persona que estaba en el tema le dijo, sin pelos en la lengua: “No, escuchame, la realidad es que no tenés talento, no vas a poder llegar”.

“Fue muy cruel que tu representante te diga que no tenés el talento para llegar, pero en vez de elegir sentarme y ponerme a llorar, decidí apuntar para seguir y no bajar los brazos. Yo siempre digo que lo que no te mata, te hace más fuerte. Es el refrán más real que existe en el mundo. Las piedras te siguen pegando, el tema es que vos te agaches y sigas para adelante”.

El legado más lindo de sus abuelos

En ese momento de tristeza, bronca y dolor, a Clara se le vino la imagen de sus abuelos y el espíritu resiliente que ellos forjaron cuando lograron escapar de un campo de concentración, en Croacia, en la posguerra: “Sin nada material, no sabían el idioma, se hicieron de abajo trabajando duro hasta tener su propia casa”.

De ellos heredó la fortaleza, la perseverancia, la persistencia, la lucha, el coraje y no darse por vencida, aun en los momentos en que todo parecía negro. “Mi abuelo me contó que él iba viendo cómo se iba muriendo la gente, tuvieron que hacer una caminata de cuatro días donde no les daban de comer ni de tomar. Y en esa caminata, él sobrevivió porque en su mente comía. Él entrenó su mente en esa masacre, intuyó que esa era la forma para sobrevivir. Me movilizó y me quedó grabado eso que me dijo, como también la voluntad de uno de hacerle frente a la adversidad”, se emociona.

Clara comenzó su carrera artística con pequeños papeles y castings, y desde 2015 participó en varios films y series.

Trabajo y reconocimiento

Clara comenzó su carrera artística con pequeños papeles y castings, y desde 2015 participó en varios films y series. Entre sus trabajos más destacados están las películas Baires, Jazmín (preseleccionada en el Festival de Mar del Plata), El juego de las cien velas, La parte oscura, y la película internacional No miren arriba, junto a Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence.

“Así fue como arranqué, de a poco, haciendo participaciones chicas en películas independientes, luego participaciones más grandes y, escalando, empecé a entrar al mundo del cine de terror porque es super abierto”.

Y los reconocimientos no tardaron en llegar. Fue nominada a los premios Cóndor de Plata y Sur como revelación femenina por su actuación en la película El desarmadero. “Para mí, significó un montón, fue un paso gigante para mi carrera”.

Haciendo una película de terror.

“Casi me desmayé de la emoción”

Recomendada por una productora que la había visto en los Premios Sur, fue convocada por el director del casting de Homo Argentum, la película en la que Guillermo Francella interpreta a 16 personajes. Y Mariano Coni y Gastón Dupra, los directores del film, dieron luz verde para esa oportunidad

Fue un casting donde a Clara le dieron dos escenas en las que lo dio todo. “Hasta me quedé afónica porque eran cinco hojas cada escena. Y entre que una repite en los castings y te piden cosas, tenés que poder darlo todo. Grité mucho porque así lo requería”.

Con todo el elenco de Homo Argentum.

Ese darlo todo, esas ganas y ese convencimiento de saber que era el lugar en el que quería estar, tuvieron su merecido premio cuando luego de un mes y medio recibió el llamado tan anhelado. Así como otras veces se había sentido no querida, no valorada, ni elegida, tras esa corta comunicación telefónica sintió que esta vez habían visto todo su potencial, su garra, su pasión y resultó ser la elegida.

“Casi me desmayé de la emoción, todo mi esfuerzo y gran constancia dieron sus frutos y terminé obteniendo la historia más larga dentro de la película con un personaje que me dejó jugar a todos los colores que podía jugar y, de repente, me encontré en una alfombra roja con unos nombres gigantes del cine, con unos monstruos de la pantalla grande”, se entusiasma.

El primer encuentro con Francella, cuenta, fue en un ensayo. Clara estaba feliz de poder compartir ese momento con un emblema de la actuación de nuestro país. Parecía como sacado de un sueño.

El primer encuentro con Francella, cuenta, fue en un ensayo. Clara estaba feliz de poder compartir ese momento con un emblema de la actuación de nuestro país. Parecía como sacado de un sueño.

“La relación durante las grabaciones fue re linda, él es muy buen compañero. Atento y desenvuelto para dar lugar, incluso, a improvisaciones que es lo que más disfruto. De él, aprendí qué es la energía que fluye con una persona que está a un nivel alto en su carrera: los mini gestos, los detalles. Eso es algo que me encanta observar en las películas”.

Además, Clara escribió y produjo la película El Sotano, lo que describe como una tirada a la pileta con amor al cine. “Siento que salio algó increíble. Ganó varios premios y eso para mí es gracias al equipo detrás que sostuvo la peli y al elenco que elegí”.

Con toda su experiencia a cuestas, pese a tener tan solo 34 años, Clara afirma que para ella es muy importante festejar todos los logros: los pequeños y los grandes. “Me hubiera gustado hacer un rol como éste antes, pero también hay que ser paciente y resiliente. Hay que meterle garra todos los días. Moverse, buscar propuestas si no te llegan solas. A veces, es cuestión de tener la confianza en vos y no esperar a que el otro te acepte”.

Es difícil no dejarse llevar por el “NO”. Cuando adentro tuyo tenés la sensación de que si te dan la oportunidad podés hacerlo, tenés que mantenerte fuerte y con esa confianza. Ser resiliente es importantísimo para no caer en la frustración. Siempre duele. Pero de noventa y nueves “no”, tener un “si” es algo glorioso.

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