Publicado: abril 9, 2025, 6:00 am
Estoy de cinco meses y es varón”, arranca la charla Laurita Laprida (35), que acaba de aterrizar en Madrid, donde vive desde hace cinco años junto a su marido, el fotógrafo Eugenio Levis, después de pasar unos días en Argentina. El trip de reencuentro con sus afectos duró tres semanas y lo dividió entre Buenos Aires, donde la esperaban para felicitarla “en vivo” por la próxima llegada de su primer hijo; y siguió en Villa La Angostura, el paraíso del que se enamoró de chica y al que vuelve cada vez que puede. Fue ahí, entre lagos, montañas y cielos increíbles, que la actriz posó en exclusiva para ¡HOLA! Argentina.
–¿Cómo fue el momento en que se enteraron de que iban a ser padres?
–Muy sorpresivo por mi postura frente a la maternidad, de mucha incertidumbre y miedos. Le había dicho a Eugenio que no quería emprender ninguna búsqueda, que si venía, venía, medio que se lo dejamos al universo y nos dejamos de cuidar. Pero porque la búsqueda y el deseo no me llegaban. Creo que pasaron dos años de esa decisión. Me enteré justo dos semanas después de haber estrenado mi primera obra de teatro en Madrid, El jefe del jefe. Transité todo el primer trimestre arriba del escenario. Me enteré porque estaba con seis días de atraso y yo soy muy regular. Al principio pensé que eran los nervios por el estreno, pero cuando llegué a la semana llamé a mi hermana Pilar y me dijo: “Hacete ya un test de embarazo”. Me compré un test y lo guardé para hacerlo al día siguiente (ansiedad cero, pues no tenía expectativas). Esa mañana me lo hice y mientras esperaba me lavé la cara y los dientes muy tranquila, y cuando vi el resultado no entendí nada. Me puse muy nerviosa, me largué a llorar, pero no pude distinguir qué emoción se estaba manifestando. Estuve veinte minutos hasta que salí y le conté a Eugenio. Me dijo: “Algún día iba a caer” y sonriendo me abrazó. Eso fue todo. El deseo de ser madre no lo tengo instalado como otras mujeres, yo analizo todo, y en la balanza me generaba dudas y miedos, que por supuesto sigo teniendo y mis seguidoras me preguntan cómo los superé. Ahí están, pero si dejaba que me frenaran me iba a arrepentir siempre.
–¿Ya eligieron nombre?
–No tiene un nombre, tiene tres, y cada día lo llamamos de una manera distinta a ver qué nos resuena más. Se nos hace muy difícil decidir, quizás decidamos cuando le veamos la cara.
–¿Cómo se lo contaron a sus familias?
–No soy muy romántica, nunca lo fui, soy muy seca y directa a veces, de hecho cuando me casé en Suiza, hace cinco años, lo comuniqué mandando fotos al grupo y mi familia estaba indignada. [Se ríe]. Esta vez tardamos porque teníamos que asimilarlo nosotros. Obvio que a mi hermana Pilar le mandé la foto del test positivo en el momento, y a mi prima Olivia, que vive acá, también para que me diga cuáles serían los pasos a seguir porque ella tuvo dos hijos en Madrid. Después le conté a mi hermano antes que al resto. Por la semana nueve les conté a mis padres (el ex polista Horacio Laprida y la trilliza de oro María Eugenia), y realmente mamá no lo podía creer, nadie de mi familia y amigos lo podía creer porque yo manifestaba mucho mi postura sobre la maternidad. Y de pronto, como dijo Euge, ese día cayó. Olivia me dijo: “Lauri, pensé que nunca ibas a tener hijos”.
–¿Cómo te estás sintiendo?
–Al principio muy mal, por eso mis compañeros de El jefe del jefe me cuidaron muchísimo, estuvieron siempre muy atentos; si me bajaba la presión, entre escena y escena me buscaban papas fritas. A la mañana estaba perfecta y me bajaba el malestar a la tarde, cuando tenía que ir al teatro. Muchas veces, en el escenario las luces me molestaban, sentía que si pensaba un poco la letra me la iba a olvidar. Por suerte tenía todo el texto automatizado y nunca pasó. Las últimas dos semanas de la obra me tuvieron que cambiar la camisa porque ya no me cerraba y terminamos justo cuando cumplí las doce semanas. Ahora me siento mejor, puedo entrenar y hacer vida normal, pero también hay días que me puedo sentir mal, vomitar de la nada y seguir, es parte del embarazo y no me molesta. Imaginate que estuve casi diez años sin saber de mi intolerancia a la lactosa y al gluten, sintiéndome pésimo todos los días, así que esto no es nada.
–¿Tenés antojos?
–Acá en Madrid es la manzana verde bien ácida, y en Buenos Aires fue la batata con queso sin lactosa.
–¿Pedís consejos o estás leyendo sobre maternidad?
–Leo mucho y hablo con mis primas y amigas que tengan el embarazo fresco, pero básicamente escucho a mi cuerpo y conecto con el bebé.
–¿Lo van a tener en España o en Argentina?
–Va a nacer en España y, en diciembre, tenemos planeado ir a la Argentina para que lo conozca la familia y para que él conozca el sur argentino, obviamente. Para el parto, vienen mis padres y mi tía Emilia a darme una mano los primeros días. Después no sé qué va a pasar. Aprenderé, como todos.
–¿Alguna idea especial con el parto?
–Va a ser en el hospital, y lo que mi cuerpo y el equipo médico dispongan, con anestesia. Mi médico me lo recomendó Olivia, que ya tuvo a su hija con él. Veo y escucho muchas historias de partos que se hacen en las casas o sin anestesia o sin médico, pero yo no tengo ese estilo. Me encantaría ser de esas que estornudan y sale el bebé por parto vaginal, pero estoy entregada. Que sea lo que resulte mejor para la salud de mi bebé y la mía.
–¿Le están preparando el cuarto o comprando ropa?
–No tengo nada, y lo que hubiese podido heredar de algún sobrino estoy tarde porque mamá ya tiene cuatro nietos, uno recién nacido y el mío sería el quinto. Me encantaría tener un cuarto como los de Pinterest, pero estoy lejos de eso, en Madrid las habitaciones son muy pequeñas, hay que optimizar los espacios.
–¿Qué tipo de madre creés que vas a ser?
–Por el momento pienso las cosas paso a paso, quiero transitar y disfrutar del embarazo, que me parece una locura.
–¿Hay algo que te gustaría repetir con tu hijo de tu propia infancia?
–Me gustaría criar sin pantallas, como se hacía antes, pero nunca se sabe…
ENTRE ESPAÑA Y ARGENTINA
–¿Cómo es la vida allá? ¿Dónde viven?
–Primero vivimos tres años en el barrio La Latina, en el centro, muy turístico, con mucho movimiento, tanto que no se descansaba bien porque había mucha vida nocturna. Ahora estamos más al sur, en el barrio Legazpi, más tranquilo y familiar, rodeado de colegios y plazas. Pasamos de despertarnos en el medio de la noche por borrachos a que nos despierten los bebés de los vecinos. Eugenio es fotógrafo y está preparando su muestra en una galería para fines de mayo, con obra enmarcada por él, ya que tiene un taller donde puede hacer todas esas cosas. Yo hasta hace un mes tuve diez semanas de función todos los días. Además, sigo con cursos de interpretación, escribo guiones y hago castings. Y sumé la cerámica, que es algo que disfruto mucho. Estoy produciendo y armando cápsulas en el taller de Hilario Pottery, donde me encargan y hacen pedidos.
–¿Qué les sumó como pareja vivir en otro país?
–Vivir en otro país y trabajar los dos de lo que uno quiere puede ser muy gratificante y muy desafiante a la vez. Cuando estábamos en Argentina y Eugenio trabajaba en su fábrica de muebles lo veía muy poco, a la hora de la cena, ni siquiera a la mañana porque trabajaba lejos y salía muy temprano. Y los fines de semana se los pasaba descansando, entonces cuando nos vinimos a Madrid fue un gran desafío compartir tanto, conocí un Eugenio que no conocía. En estos últimos cinco años crecimos mucho como pareja y cada uno en sus respectivas carreras, nos apoyamos mutuamente mucho.
–¿Se hicieron amigos locales?
–Nos rodeamos más con argentinos porque al estar fuera es la conexión que tenemos con nuestro país. Pero también tengo un grupo de españoles muy lindo que conocí en los cursos de interpretación, quiero mucho y nos juntamos seguido.
–¿Qué costumbres adoptaron?
–Hay una plaza muy linda y grande cerca de casa, o un parque, como se dice acá, y muchas tardes nos reunimos allí con amigos a tomar mate y a hacer picnics. También vamos a la sierra a hacer trekking y estar en contacto con la naturaleza.
–¿Imaginan volver en algún momento?
–Nunca sé lo que va a pasar. La opción de volver siempre está, todos los años nos la planteamos porque en un principio vinimos a Madrid por un año y ya pasaron cinco.
–¿Después del nacimiento vas a trabajar o querés tomarte un tiempo?
–Planeo trabajar después de parir, tendré que organizarme. Trabajé todo el primer trimestre y sigo haciendo castings y presentando proyectos míos en España y en Argentina.
VACACIONES EN EL PARAÍSO
–Acaban de volver de Argentina. ¿Cuánto tiempo se quedaron?
–Fue un viaje repentino, con Euge habíamos estado en agosto y nos había encantado el concepto de escaparle al calor de Madrid e ir al frío de la Patagonia. Habíamos quedado que lo íbamos a implementar todos los años, pero como para este agosto la vida nos trae otros planes, lo adelantamos para estar con la familia, que me vean embarazada y obviamente ir al sur por última vez sin bebito.
–¿Qué planes hicieron?
–Estuvimos dos semanas en Buenos Aires, donde nos vimos con amigos, festejé mi cumpleaños el 12 de marzo, conocí a mi sobrino nuevo, Romeo, estuve con mis otros sobrinos, la familia, tuve reuniones de trabajo, fui a ver a mi amiga Noelia Marzol a Bloody Tango… Y estuvimos una semana en Villa La Angostura. Yo voy al sur desde chica y su paisaje se impregnó en mi mente y en mi corazón, nunca más pude dejar de ir, es una necesidad. Euge también vacacionaba mucho de chico, y le pasó lo mismo que a mí, se enamoró profundamente. A él le gusta pescar, esquiar, sacar fotos de noche, es una persona que prefiere pasar una noche en una bolsa de dormir mirando las estrellas antes que en una cama cómoda con calefacción.
–Llevan cinco años de casados. ¿En qué momento los encuentra este hijo?
–Son cinco años casados y diez juntos. Es una sorpresa este bebé y lo vivimos paso a paso, intentamos no ser ansiosos, disfrutar cada proceso. Obviamente con las diferencias de ser una quien lleva el embarazo y el otro es espectador. Pero los dos estamos muy impresionados para bien de lo que ocurre en mi cuerpo. Como todo lo que afrontamos en la vida, nuestra fórmula es el “paso a paso”. Y mediante las redes sociales le comparto información para que se prepare, la verdad que no es un hombre que tenga feeling con los chicos, pero confío que se va a sorprender.
–¿Cómo sigue la agenda de acá a fin de año?
–Estoy preparando proyectos personales, como largometrajes y series que estoy presentando en Madrid y Argentina. Sigo entrenando interpretación y mi cápsula de cerámica crece cada vez más. De a poco voy preparando el entorno para que sea mas amigable para un bebé. Empezar de cero puede ser interesante y divertido.
Agradecimientos: Odisea y Felicity Urban.