La Vuelta Ciclista a España presentó este jueves el recorrido oficial para su edición de 2025, año en el que la prueba masculina celebrará su 90º aniversario arrancando el 23 de agosto en Turín (Italia) y acabando el 14 de septiembre por las calles de Madrid, con un diseño centrado en la mitad norte del territorio español, incluyendo mucha montaña y poca contrarreloj, y que traspasará una vez más las fronteras del país.
Unipublic, empresa organizadora de esta ‘grande’ española, desveló en el Palacio Municipal de Ifema Madrid su diseño para la 80ª edición de la ronda, donde la montaña volverá a ser protagonista evidente con cimas históricas como Cerler, Morredero, L’Angliru y la Sierra de Guadarrama.
Javier Guillén, director general de La Vuelta, estuvo acompañado en el evento por José Manuel Rodríguez Uribes, presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD); José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid; Alberto Cirio, presidente de la Región de Piamonte; y Marina Chiarelli, concejala de Turismo, Cultura y Deporte en la Región de Piamonte, entre otras figuras institucionales y del ámbito deportivo.
El próximo año La Vuelta soplará 90 velas y, con motivo de esa fecha, acudieron a la presentación 14 exganadores de la carrera: Roberto Heras, ciclista con más títulos junto al esloveno Primoz Roglic –ausente en la gala–, Chris Froome, Alberto Contador, Fabio Aru, Nairo Quintana, Laurent Jalabert, Alex Zülle, Perico Delgado, Ángel Casero, Álvaro Pino, Melcior Mauri, Agustín Tamames, Abraham Olano y Marino Lejarreta.
En esta edición tan especial, la carrera visitará tres países –Italia, Francia y Andorra– junto a 10 Comunidades Autónomas –todas de la mitad norte de España–, con un total de 10 llegadas en alto y donde repetirán puertos que han dado mucho juego para ataques en ediciones pasadas, como la subida a Larra-Belagua o el Alto de La Farrapona.
Como ya se desveló hace días, todo arrancará en Italia, que acogerá por primera vez la salida de La Vuelta; habrá tres etapas íntegramente en suelo italiano y la salida de la cuarta irá en dirección a Francia. La Región de Piamonte, a los pies de las montañas y con los Alpes de fondo, será la sexta salida desde el extranjero tras Lisboa (1997), Assen (2009), Nîmes (2017), Utrecht (2022) y Lisboa-Oeiras-Cascais (2024).
De esas primeras etapas italianas, destaca la segunda por un esfuerzo que supondrá el primer final en alto al llegar al puerto de segunda categoría en Limone Piemonte. El pelotón llegará a España, sin jornada de descanso de por medio, con un largo desplazamiento desde Voiron a Figueres (Girona), donde se vivirá la primera lucha contra el cronómetro en la quinta etapa y con la novedad de ser por equipos.
Eso servirá de enlace para las dos primeras llegadas exigentes. La carrera viajará hacia Andorra en la primera etapa de montaña con una ascensión final hacia Pal, que comparte los primeros kilómetros con la subida a Arinsal, donde venció el belga Remco Evenepoel en 2023. Al día siguiente, turno para Cerler, que vuelve 18 años después a La Vuelta.
Antes del día de descanso, la carrera pasará por Zaragoza para cerrar el primer bloque con la subida a la estación de esquí de Valdezcaray, donde la primera parte de la etapa prácticamente llana puede favorecer a la fuga.
LA VUELTA DE BELAGUA, L’ANGLIRU Y LA FARRAPONA
Sin tiempo de descanso, el pelotón afrontará la subida a Larra-Belagua, que se estrenó en La Vuelta 23, para al día siguiente vivir una etapa de media montaña pero que será dura por los alrededores de Bilbao con hasta siete ascensiones, destacando el doble paso por el Alto del Vivero antes de poner camino hacia Asturias.
En el Principado destaca uno de los colosos de la ‘grande’ española. La decimotercera etapa será la más larga de esta edición con 202 kilómetros y con la primera parte de la jornada pedaleando en paralelo a la costa con el riesgo del viento, en la previa a la dureza final del Alto de L’Angliru por rampas de hasta el 25% de desnivel y la temida ‘Cueña Les Cabres’. La Vuelta 25 finalizará la segunda semana de competición ascendiendo el Alto de La Farrapona, etapa corta y dura.
Tras el segundo día de descanso, empezará en Galicia la tercera y definitiva semana, con una etapa de media montaña que los equipos de los velocistas querrán controlar para evitar posibles aventureros. Volverá a ser protagonista la ciudad de Mos, tras la etapa final La Vuelta 21, antes de comenzar a descender hacia Madrid con la subida al Alto de Morredero, la ‘crono’ individual de 26 kilómetros en Valladolid y una etapa llana por la provincia de Salamanca como antesala de la última jornada de alta montaña.
La Sierra de Guadarrama podrá decidir el campeón de esta edición con una jornada sinuosa y sin prácticamente un kilómetro llano con cuatro ascensiones antes de la subida final a la Bola del Mundo, extensión del Puerto de Navacerrada. Esta ascensión se estrenó en la carrera en el 2010 con la victoria de Ezequiel Mosquera y dos años después repitió confirmando segunda clasificación general para Alberto Contador.
Para zanjar el espectáculo, el pelotón volverá a discurrir por las calles de Madrid; en la última edición, hubo una ‘crono’ individual y además se festejó el centenario de la empresa Telefónica. De igual modo, a su término se hará la ceremonia del podio y la entrega de los maillots tras poco más de 100 kilómetros que saborearán los vencedores.