Vivimos rodeados de estímulos y parece que aburrirse ya no es una opción. Esto nos pasa con los más pequeños de la casa, a quienes parece que tenemos que llenar todo su tiempo libre, pero también en nuestra vida adulta. Sin embargo, según la psicóloga Marian Rojas, conocida en España por los libros que ha publicado (Cómo hacer que te pasen cosas buenas), pero también por su activismo en redes sociales, donde se ha convertido en un referente en divulgación psicológica, deberíamos incorporar en nuestras rutinas momentos de aburrimiento consciente.
A través de las charlas en las que participa, pero sobre todo a través de sus publicaciones en redes sociales y con su participación la pasada noche en El Hormiguero, Marian ha querido acercar un poco a todo el mundo su manera de entender el mundo, lo que hace desde un punto de vista profesional; médico Psiquiatra, se licenció en la Universidad de Navarra en el año 2007. En sus conferencias incide en la importancia de las relaciones humanas, como estas nos debilitan o fortalecen, pero también destaca la unión de mente y cuerpo para entender el comportamiento humano y las enfermedades de salud mental.
Los beneficios del aburrimiento para el cerebro
«Quiero que la gente vuelva a aburrirse. Eso sí, sin móvil. Necesitamos divagar», explicaba Marian a Pablo Motos. «Entiendo que es difícil ver el aburrimiento como algo bueno, pues siempre se ha asociado a la soledad, a la falta de actividad, a la carencia de emociones positivas… pero la realidad es que es una actividad maravillosa para nuestro cerebro», comenta también la profesional en sus redes sociales, donde comparte una parte de la charla en la que explora este tema.
Tendemos a rechazar este descanso mental porque vivimos en un mundo donde la hiperconectividad actual y el FOMO (o miedo a perdernos algo de lo que sucede) son la norma, pero para Rojas, el aburrimiento es necesario para nuestro cerebro. «Hemos acostumbrado a nuestro cerebro a recibir tal cantidad de información de forma constante que los momentos en los que no hay nada, nuestro cerebro tiende a decir, esto no me gusta, aléjate de aquí. Es decir, esos instantes de aburrimiento se han convertido muchas veces en una tortura», aclara un poco más sobre los motivos que nos hacen asociar el aburrimiento con algo negativo.
La sobrecarga de información y de estímulos han provocado que vivamos en un estado de alerta constante, generando una especie de adicción a la dopamina, que proporciona gratificación inmediata. Por eso rechazamos el aburrimiento como tal.
Tendemos a rechazar este descanso mental porque vivimos en un mundo donde la hiperconectividad actual y el FOMO (o miedo a perdernos algo de lo que sucede) son la norma, pero para Rojas, el aburrimiento es necesario para nuestro cerebro. «Estamos diseñados para vivir de vez en cuando en modo alerta, conectando, resolviendo, pero también necesitamos de vez en cuando estar frenando, parando». Para ella es evidente que esa pausa nos la pueden aportar esos momentos de aburrimiento consciente, pausas que considera necesarias para que “nuestro cerebro identifique nuestras emociones, para que nos ayude a encontrar soluciones a temas complicados de nuestra vida”.
Lo que ella recomienda para poder beneficiar a nuestro cerebro son unos minutos diarios de no hacer nada, algo que no siempre nos resulta sencillo. “Nada es nada. Por supuesto, alejado de las pantallas. No te juzgas. Miras por la ventana, contemplas, meditas, agradeces o simplemente dejas que se active la divagación mental”. Un ejercicio con el que asegura que se activa esa red neuronal a la que hacíamos antes referencia y que nos ayuda a dar solución a nuestros problemas, haciendo que identifiquemos nuestras emociones.
Algunos beneficios del aburrimiento
Esto que plantea la psiquiatra Marian Rojas no es nuevo, de hecho se han estudiado los efectos positivos del aburrimiento para la salud del cerebro en varias ocasiones, ayuda a descansar la mente, potenciar la creatividad y aumentar la productividad. La neurocientífica Alicia Walf, investigadora del Departamento de Ciencias Cognitivas del Instituto Politécnico Rensselaer de Estados Unidos, ha llegado a la conclusión en un reciente estudio de que las mejores ideas llegan cuando estamos aburridos.
Además, el aburrimiento proporciona descanso mental, desconectando de demandas externas, lo que permite reflexionar sobre nuestras emociones, pensamientos y metas personales. Aprender a tolerar la falta de estimulación constante, ayuda a desarrollar resiliencia mental y adaptabilidad. Sin duda grandes beneficios para nuestro desarrollo personal que en ocasiones dejamos de lado en favor de esos estímulos constantes que nos aportan dopamina.
Referencias
Volkow, N. D., Tomasi, D., Wang, G., Telang, F., Fowler, J. S., Logan, J., Benveniste, H., Kim, R., Thanos, P. K., & Ferré, S. (2012). Evidence That Sleep Deprivation Downregulates Dopamine D2R in Ventral Striatum in the Human Brain. Journal Of Neuroscience, 32(19), 6711-6717. https://doi.org/10.1523/jneurosci.0045-12.2012