Una de las familiares de una víctima del atropello intencionado de Nochevieja en Nueva Orleans, que dejó catorce personas muertas y otras treinta heridas, ha cargado este lunes contra las autoridades de la ciudad estadounidense. En una entrevista para el periódico The Guardian, Heather Genusa, de 38 años, que estaba prometida con Brandon Taylor, de 43 y que murió en el atentado, no ha dudado en mostrar su disgusto por el trabajo de los funcionarios locales. «Tienen que pagar las consecuencias», ha señalado.
La mujer ha puesto de manifiesto que existen múltiples tipos de barreras para vehículos que podrían haber protegido a la multitud atacada en la histórica Bourbon Street. «Mi prometido murió sin ningún motivo. La ciudad nos defraudó a todos ese día. Es una desgracia horrible», ha espetado. Las palabras de la mujer vienen dadas después de que varios medios internacionales señalaran que faltaban tres tipos de barreras protectoras en el lugar del ataque.
Según informa el mencionado medio, las barreras Archer de acero se pueden desplegar de a tres o cuatro en una carretera y en las aceras para detener incluso a los conductores que exceden la velocidad inclinándose hacia atrás si son golpeadas. Es el caso de una mujer que supuestamente tenía antecedentes de enfermedad mental y que chocó contra una de estas barreras cuando intentaba atropellar a una multitud de espectadores desprevenidos en el Desfile de las Rosas de Pasadena, California, el 1 de enero de 2024.
En 2017, además, el alcalde de Nueva Orleans adquirió este tipo de barreras protectoras como parte de un paquete de seguridad pública que costó unos 40 millones de dólares, y aunque se utilizaron después, con la llegada de otro primer edil, se consideró que «esas barreras son difíciles de desplegar y recoger». En este sentido, la superintendente de la Policía de Nueva Orleans, Anne Kirkpatrick, dijo a los periodistas un día después del ataque en Bourbon Street que se acababa de enterar de que tenían esas protecciones.
En la madrugada del pasado día 1 de enero, sobre las 3.15 horas (10.15 hora peninsular española), el pánico se apoderó de los centenares de personas que celebraban el 2025 en el corazón de la ciudad, cuando Shamsud Din Bahar Jabbar (de 42 años y de Texas) sorteó un control policial en la calle Bourbon para avanzar a toda velocidad por un área llena de locales, restaurantes y clubes de música, llevándose por delante a todo aquel que se encontraba a su paso. Instantes después, su vehículo se estrelló contra un camión, pero el ataque indiscriminado continuó al abrir fuego presuntamente sobre civiles y varios policías hasta que finalmente fue abatido por los agentes.
Tanto en el automóvil del autor como en los alrededores se encontraron «explosivos improvisados» que después se ha conocido que nunca antes se habían usado en ataques en Europa o EEUU. Din Bahar era un estadounidense nacido en Beaumont (Texas) y de 42 años, que trabajó como informático y agente inmobiliario, además de servir durante unos cinco años en el Ejército de Estados Unidos. También fue acusado hace décadas de dos delitos menores (robo y conducir con una licencia no válida).