AVIÑÓN.- Gisele Pelicot, víctima de decenas de violaciones organizadas por su marido durante 10 años, condenó el martes la cobardía de los hombres acusados de abusar de ella que afirman no haberse dado cuenta de que era un abuso sexual, y agregó que la sociedad patriarcal francesa debe “cambiar su actitud sobre la violación”. Más tarde, volvió a declarar su exmarido, Dominique Pelicot, acusado de drogarla e invitar a decenas de desconocidos para que la violaran, y fue increpado por su propia hija, quien cree que también fue abusada.
Durante la declaración de Dominique Pelicot, el abogado de su exmujer le preguntó por las imágenes de su Caroline desnuda que estaban guardados en su computadora.
“Puedo decirle, mirándola directamente a los ojos, que nunca la toqué”, contestó el acusado. “Caroline, nunca te toqué”, le dijo a su hija, mirándola a los ojos. Caroline reaccionó con un grito desde el otro lado de la sala: “¡Estás mintiendo! Estoy harta de tus mentiras. ¡Estás solo en tus mentiras, morirás mintiendo!”. Todo el tribunal se hundió en un incómodo silencio tras el grito, según una nota de la cadena BBC.
Caroline Darian -el apellido que adoptó tras el drama familiar-, quien publicó el libro “Et j’ai cessé de t’appeler papa” (“Y dejé de llamarte papá”), está convencida de que su “progenitor”, como lo llama ahora, la abusó también. Soy la “gran olvidada” de este juicio, había dicho el lunes, durante su comparecencia.
“Gisele fue violada bajo sumisión química, pero la única diferencia entre ella y yo es la falta de pruebas en lo que me concierne. Para mí, es una tragedia absoluta”, declaró Caroline -hija de Gisele y Dominique Pelicot- ante el tribunal.
Dominique Pelicot está en la cárcel desde noviembre de 2020 y será sentenciado el próximo mes, el 20 de diciembre, junto con todos los demás acusados declarados culpables en el caso.
La declaración de Dominique Pelicot
El hombre fue interrogado este martes durante dos horas y comenzó su declaración dirigiéndose a sus hijos. Dijo que esta era la primera vez que los veía en cuatro años. “Me di cuenta de que les hice daño, pero no hasta este punto”, comentó ante el tribunal.
“Insisto en que nunca toqué a mis hijos ni a mis nietos. Sin embargo, los llevo en mi corazón”, expresó mientras su voz se quebraba.
Pelicot habló sobre el abuso sexual y los traumas que sufrió durante su infancia y aclaró que no pretende que estas experiencias “justifiquen nada” pero que “eso provocó una ruptura” en su vida.
Durante el juicio, un abogado defensor le preguntó si alguna vez había drogado a los demás acusados, recordándole que ya había admitido drogar a Gisele. A lo que respondió: “Lo siento, pero solo algunos dijeron que los drogué. Si fuera algo que hago, ¿por qué no lo habría hecho con todos?”.
Pelicot también fue interrogado sobre el papel de los otros acusados en los abusos. Cuando le preguntaron por qué algunos afirmaban que los drogó o manipuló, respondió: “Para salvarse a sí mismos”.
Cuando el abogado le preguntó si admitía haber manipulado a los otros acusados, Pelicot negó rotundamente: “Absolutamente no”.
Ante la pregunta de por qué no eliminó archivos incriminatorios tras uno de los incidentes, Pelicot respondió con dificultad: “Quería contarle a mi esposa… No tuve el valor porque no quería perderlo todo”.
Otro abogado le preguntó por qué continuó organizando encuentros en su casa para que otros abusaran de su esposa, incluso cuando sabía que la policía descubriría sus crímenes. Pelicot respondió que las reuniones ya estaban previstas: “Sabía que era un hombre muerto de todas formas, así que seguí adelante”. Añadió que temía que los hombres lo amenazaran si cancelaba.
Otro momento tenso ocurrió cuando se le acusó de enseñar a otros a drogar a sus esposas. “¿Qué pasa por su cabeza al cometer estos crímenes varias veces a la semana durante una década?”, preguntaron. Pelicot alegó que alguien que “pretendía ser enfermero” le enseñó a drogar a las personas.
Durante el interrogatorio, un abogado señaló que Dominique Pelicot solía “bromear” con su esposa que sus problemas ginecológicos eran consecuencia de relaciones sexuales con otros hombres, una broma que el abogado calificó de “pervertida”.
Luego sostuvo que Gisele Pelicot sigue “claramente” bajo el control de Dominique. “Ahora, entre su hija Caroline y tú, ella sigue eligiéndote a ti”, declaró.
En ese momento, Gisele negó con la cabeza, pero Caroline, su hija, dejó escapar una leve sonrisa, según reportó la BBC.
La última declaración de Gisele Pelicot
“Para mí este es el juicio de la cobardía, no hay otra forma de describirlo”, declaró Gisele Pelicot en su última comparecencia en el juicio que se celebra en Francia por los abusos que sufrió durante décadas a manos de su marido, Dominique, que la drogaba para que fuese violada por desconocidos.
“Desde que comenzó este juicio escuché muchas cosas. Vi desfilar ante el tribunal a personas que, en su mayoría, niegan la violación y me resulta muy difícil enfrentar esta banalidad”, subrayó la mujer en la sala del tribunal, donde asistieron más de cien personas y el silencio era absoluto, según reportó una corresponsal del BBC.
“Cuando entras en un dormitorio y ves un cuerpo inmóvil, ¿en qué momento [decides] no reaccionar?”, dijo, dirigiéndose a los acusados, muchos de los cuales se encontraban en la sala. “¿Por qué no se fueron inmediatamente a denunciarlo a la policía?”.
Gisele Pelicot no supo de los abusos hasta hace cuatro años, cuando la policía encontró miles de videos e imágenes que su marido grabó de los abusos que planificaba.
“Escuché cosas del tipo ‘me manipulaban’, ‘bebí un vaso de agua, estaba drogado’. ¿Pero en qué momento no lo entendieron?”, exclamó indignada la septuagenaria, convertida en un ícono feminista desde el inicio de este largo juicio, el 2 de septiembre, ante la corte criminal de Vaucluse.
“Son pocos los que asumen sus actos. Escucho al señor que dice ‘un dedo no es una violación’. ¡Que se lo cuestione!”, exclamó con contundencia.
“Una violación es violación”
Pelicot declaró ante el tribunal que estaba enojada con los acusados, entre otras cosas porque cualquiera de ellos podría, en cualquier momento, haber puesto fin a su calvario si hubieran denunciado a su marido.
“Deben asumir la responsabilidad de sus actos. Violaron. Una violación es una violación”, añadió.
El abogado defensor Guillaume De Palma le preguntó a Gisele: “¿Crees que su marido podría haber sido un depredador sexual?” y ella respondió: “Por supuesto, por supuesto”.
“Pero, por cierto, quiero dejar claro que no lo perdono. Sus actos fueron imperdonables. Me traicionaron y me engañaron. Ni por un segundo podría haber imaginado que él fuera capaz de una sumisión química… mis amigos, mi familia no vieron nada. Vivía con una buena persona”, agregó.
Los abogados de la defensa le preguntaron a Pelicot si, al mirar en retrospectiva, puede “ver las señales” de que algo no iba bien, por ejemplo, cómo se sintió a la mañana siguiente de ser drogada.
Gisele Pelicot dijo que no y respondió: “Me despertaba con mi pijama habitual puesto, así que no”. Además, afirmó tener una “vida normal” junto a su marido. “Desayunábamos, salimos a pasear”, describió.
Es la tercera vez que Gisele Pelicot se dirige al tribunal de Aviñón en el sur de Francia, mientras el juicio se encamina a emitir sus veredictos y sentencias hacia el 20 de diciembre.
Según la legislación francesa, Gisele Pelicot podría haber pedido que el juicio se celebrara a puerta cerrada. En lugar de ello, pidió que se celebrara en público, con la esperanza de que sirviera para que otras mujeres hablaran y demostraran que las víctimas no tienen nada de qué avergonzarse.
“Es hora de que la sociedad analice esta sociedad machista y patriarcal y cambie su forma de ver la violación”, declaró ante el tribunal. Dijo que nunca perdonaría a su marido.
El lunes, los dos hijos de Pelicot pidieron al tribunal que lo castigaran severamente y también dijeron que nunca lo perdonarían y que estaba muerto para ellos. Su hermana cree que Dominique Pelicot también la drogó y abusó de ella.
Interrogada por varios abogados defensores, Gisele Pelicot volvió a defenderse de haber estado “bajo el control” o “manipulada” por su esposo durante sus 50 años de vida en común. “¡Absolutamente nada me hizo sospechar!”, repitió.
“Él tenía muchas fantasías que yo no podía satisfacer (…) y como yo no quería ir a un club de swingers, ¡se le ocurrió la idea de dormirme! Perdí 10 años de mi vida que nunca recuperaré. ¡Jamás sanará esta cicatriz!”, exclamó conteniendo con dificultad su ira.
“Un demonio”
El último de los 51 acusados en declarar el martes, Philippe L. -de 62 años-, adoptó la misma línea de defensa que otros sospechosos y dijo que estaba “bajo las órdenes” de Dominique Pelicot, un “demonio”, y que en ese momento creía que participaba en el escenario de una pareja liberal en la que la mujer fingía dormir.
“No sabía que hacía algo insano”, explicó este hombre soltero que hace trabajos de jardinería. “No sabía que estaba lidiando con un demonio, un ser maligno. Solo lo entendí después”, se justificó señalando a Dominique Pelicot.
Acusado de “violaciones agravadas”, enfrenta, como la mayoría de los 51 acusados, una pena de 20 años de prisión.
Con el interrogatorio de Philippe L., el juicio conocido como las “violaciones de Mazan” terminó de examinar a los 51 acusados de entre 26 y 74 años. Diez de ellos regresaron en varias ocasiones a la casa de las violaciones, invitados por Dominique Pelicot, hasta en seis ocasiones en algunos casos.
Pocos presentaron disculpas sinceras a Gisele Pelicot, incluso después de haber sido confrontados con videos de sus actos, proyectados ante la corte, con imágenes impactantes en las que su víctima aparece totalmente inerte.
Unánimemente descrito como el “director de orquesta”, Dominique Pelicot, de 71 años, fue el primero en testificar, a principios de septiembre, sin explicar realmente las razones de esta deriva, que se aceleró con los años con alrededor de 200 violaciones en total, la mitad cometidas por él mismo.
El juicio entrará en su fase final a partir del miércoles, con el inicio de los alegatos de las partes civiles, antes de ser probablemente suspendido hasta el lunes para permitir a la fiscalía preparar sus requisitorias, que se extenderán durante tres días. Luego comenzarán los alegatos de la defensa, durante tres semanas.
Quedará entonces una semana para que los cinco magistrados profesionales de la corte deliberen, con un veredicto esperado a más tardar el 20 de diciembre.
Agencias AFP, Reuters y AP