La extrema derecha francesa votará a favor de la censura del Gobierno de Michel Barnier «salvo milagro de último minuto», según ha indicado este lunes el presidente del partido, Jordan Bardella, mano derecha de su líder, Marine Le Pen. «Hemos cerrado el asunto (…) Me veo obligado a anunciar que censuraremos al Gobierno», ha dicho Bardella en la radio RTL.
El Ejecutivo, que carece de mayoría parlamentaria, debe presentar este lunes las cuentas de la Seguridad Social y, si no consigue los votos de los diputados del partido ultraderechista, se expone a una moción de censura.
El joven político, cabeza de cartel en las pasadas legislativas, ha asegurado que Barnier tiene hasta las 15.00 horas para cambiar totalmente el proyecto de Presupuestos que fue adoptado la pasada semana por una comisión mixta de diputados y senadores, entre los que sí tiene mayoría absoluta. «Pero tengo pocas esperanzas de que sea iluminado por la gracia», ha agregado Bardella.
Las declaraciones del presidente del partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN) se producen tras un fin de semana de negociaciones para tratar de salvar al Gobierno, que depende de sus 140 votos en la cámara baja. Si Barnier adopta el presupuesto de la Seguridad Social sin voto parlamentario, la izquierda presentará una moción de censura y, si suma los votos de la ultraderecha, el Ejecutivo caerá.
En los últimos días, el jefe del Gobierno ha hecho algunas concesiones a la extrema derecha, renunciando a un impuesto sobre la electricidad o recortando la ayuda médica a los inmigrantes clandestinos. No obstante, el RN lo considera «insuficiente» y ha puesto sobre la mesa otras «líneas rojas», como la subvención de algunos medicamentos o la renuncia a los impuestos de pequeñas empresas.
Barnier ha ideado unos Presupuestos de ajuste, ante el incremento del déficit francés, que será del 6,1 % este año, y por miedo a que los mercados internacionales eleven los intereses al país.
En caso de censura del Gobierno de Barnier, el presidente, Emmanuel Macron, tendrá que nombrar un nuevo Ejecutivo, algo que se antoja difícil en el complejo equilibrio parlamentario surgido de las últimas legislativas.
Tres grandes bloques, sin mayoría absoluta, se bloquean en la cámara baja: la izquierda del Nuevo Frente Popular, los centristas de Macron, aliados ahora con los conservadores de Barnier, y la extrema derecha de Le Pen.