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La escapada a la nieve de Kate Middleton y el príncipe Guillermo antes de terminar sus vacaciones

Publicado: enero 20, 2025, 8:35 am

No cabe ninguna duda de que el anuncio que hizo Kate Middleton la semana pasada llenó de alegría y esperanzas a sus seguidores. Al fin y al cabo, se trataba de dar a conocer, cada vez con mayor felicidad en su rostro, que su cáncer se encuentra en estado de remisión y que este último año lleno de desafíos desde que se lo detectasen, especialmente tras haberse sometido a un tratamiento de quimioterapia, ha valido la pena con tal de poder ir regresando poco a poco a la vida pública. Sin prisa alguna. Y de forma gradual, como ya puntualizaron desde el Palacio de Kensington.

Pero su regreso a la primera línea dentro de la familia real británica como esposa del príncipe heredero Guillermo de Inglaterra, lo que conllevará actos, eventos y viajes alejada de su familia, no quiere decir que no haya aprovechado las fechas recientes para coger fuerzas y optimismo rodeada de los suyos y recuperar de una vez por todas su vida tal y como era antes de la enfermedad. Y es que, según ha dado a conocer el periódico británico Daily Mail y luego han confirmado otros medios, Kate Middleton realizó a principios de este mismo año una escapada familiar a los Alpes.

Poco después de la temporada navideña, una vez había tenido lugar Año Nuevo, los príncipes de Gales, junto a sus tres hijos, los príncipes George, Charlotte y Louis, quienes a lo largo de 2025 cumplirán 12, 10 y 7 años, respectivamente, han decidido buscar la tranquilidad y el relax que ofrecen la cordillera centroeuropea y conseguir un respiro, dado que una vez comiencen tanto las clases de los pequeños como el retorno de Kate a la vida pública y a las responsabilidades oficiales les será mucho más complicado encontrar estos huecos en el calendario.

Pero para volver a esa normalidad hacía falta unos días una escapada que le permitiese encontrar la paz de la que no podrá disfrutar tanto durante los próximos meses. De ahí que decidiese, en un momento dado de las vacaciones navideñas, abandonar temporalmente la finca en la que suelen reunirse los Windsor en esas fechas, en Sandringham, y poner rumbo a las montañas y a la nieve, añadiendo por el camino a otro miembro de su familia: su hermano pequeño, James Middleton, que asistió a las inolvidables vacaciones acompañado de su esposa, Alizée Thevenet, y del hijo que acaban de tener.

Según el citado medio, tanto Kate como el resto de los royals que asistieron fueron vistos por el personal de la estación de esquí, así como por los trabajadores de uno de los restaurantes de la zona en la que se quedaron. En palabras de todos ellos, la princesa de Gales estaba feliz, relajada, disfrutando con toda su familia de las vistas y del sosiego connaturales a dicho paisaje. Además, Kate tenía la costumbre de tomar una bebida caliente por la mañana y más tarde, ya al mediodía, comía y disfrutaba de la mesa compartiéndola con sus hijos, su marido y la familia de su hermano.

El establecimiento, el cual es un conocido y afamado punto de encuentro para los esquiadores experimentados, posee un ambiente muy acogedor en el que destaca su buena cocina. De ahí que no todos los comensales se diesen cuenta de que a su lado se encontraba la familia de los príncipes de Gales, si bien la presencia de unos pocos miembros de su equipo de seguridad delataban que se encontraban allí. Sin embargo, por lo demás, se comportaban como cualquier otra familia sin hacer ningún alarde o ninguna extravagancia, solo disfrutando de unos días de vacaciones.

Además, parece ser que era difícil reconocer incluso a los pequeños, pues los nietos de Carlos III de Inglaterra se comportaron de una manera muy educada a pesar de que llegaron al lugar en esquís. Y es que dada la pasión que sienten sus padres por este deporte, es notorio que les han inculcado su pasión y que todos ellos se sienten como pez en el agua con el equipo.

Incluso un camarero consultado por el susodicho diario británico ha especificado que, por un lado, fue un alivio ver a Kate pasárselo tan bien y sin señales de agotamiento, prueba de que su salud está recuperada, así como que no es la primera vez que ven a los príncipes herederos por allí y que, de hecho, a todos los Middleton les encanta esa zona para esquiar, siendo una habitual Pippa Middleton, hermana de la princesa.

Es más, en Instagram, el mismo día del cumpleaños de Kate Middleton, el pasado 9 de enero, su hermano James subió una serie de fotografías a Instagram en las que mostraba los buenos días que había pasado allí con su mujer, su hijo de algo más de un año y cuyo nombre es Inigo, y sus perros. No había rastro de otros miembros de su familia, quizá porque ellos decidiesen quedarse unos días más en la estación de esquí, aunque muy probablemente fuese una decisión deliberada para no comprometer ni la seguridad ni el relax de su hermana y su familia.

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