Publicado: marzo 25, 2025, 11:02 am
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio orden la semana pasada de desclasificar miles de documentos vinculados con el asesinato del presidente John Fitzgerald Kennedy en 1963. De momento no se han visto grandes novedades, pero es que los historiadores van a tener que leer mucho y con lupa (la mayoría de los archivos son escaneos de documentos y son difíciles de leer).
Los Archivos Nacionales y la Administración de Registros de EEUU publicaron en su web unos 2.200 archivos con los documentos. Son más de 6 millones de páginas de documentos, fotografías, películas, grabaciones sonoras y objetos relacionados con el magnicidio. Sin embargo, lo publicado no incluye dos tercios de los archivos prometidos, ninguno de los archivos del FBI descubiertos recientemente, según Jefferson Morley, vicepresidente de la Fundación Mary Ferrell, un repositorio de archivos relacionados con el asesinato.
Buscar en los nuevos papeles es lo que también se ha hecho desde España, por si nuestro país aparecía de alguna manera. Y así es. En un documento desclasificado al que ha tenido acceso Servimedia se revela la existencia de una misteriosa carta enviada desde Barcelona en 1964. Esa misiva supuestamente contenía información comprometedora sobre el asesinato de Kennedy y podría perjudicar a quien fue su sucesor en la Casa Blanca, Lyndon B. Johnson.
La carta de Antilin Peris desde Barcelona
La carta fue remitida desde la capital catalana el 26 de septiembre de 1964 al embajador de EEUU en España. El remitente era una persona identificada como Antilin Peris, según consta en el documento desclasificado del FBI. Sin embargo, los investigadores consideraron ese nombre un alias al no encontrar rastros de su existencia en Madrid ni en París.
La misiva no incluía dirección de retorno y su autor proponía poner un anuncio en un periódico de Madrid si había interés en obtener más detalles sobre la información que decía poseer. El documento desclasificado revela que las autoridades estadounidenses catalogaron la comunicación como una «carta de un chiflado».
Cuenta Servimedia que el autor de la carta decía poseer «un documento auténtico sobre el asesinato en Dallas», que según sus palabras «fue sustraído de la Comisión Warren y que ciertamente es perjudicial para el presidente Johnson». Alude así a que Johnson habría tratado de ocultar algo sobre el magnicidio una vez que tomó posesión. En la misiva, el remitente explicaba que obtuvo el supuesto documento «en casa de unos amigos estadounidenses», añadiendo que «alguien de la Embajada del Reino Unido en París está involucrado en el asunto».
La oficina del FBI en París solicitó a los servicios de inteligencia españoles que investigaran para localizar e identificar al remitente de la carta. Pero los servicios de inteligencia no lograron encontrar ningún rastro de Antilin Peris en Madrid ni en París.
Madrid y la conexión cubana de Oswald
En los papeles que ahora ven la luz, España aparece mencionada básicamente por su relación con Cuba. Se habla de las negociaciones comerciales entre ambos países; de un intento de hacer pasar pescado cubano como procedente de Canarias; de los derechos de autor de la canción Guantanamera; o de la relación del jefe de la legación cubana con el periodista Emilio Romero, director de Pueblo.
La capital española aparece por una grabación de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) realizada en Madrid como parte de su espionaje a Cuba, según informa El País. «Ese juego al que estás jugando es muy peligroso«, se escucha en la cinta. Pero no hay conexión aparente con el asesinato de Kennedy.
Tras el magnicidio, las autoridades estadounidenses investigaron la conexión de Oswald con la Unión Soviética y con Cuba. «Los papeles sí muestran que la CIA tenía sometida a estrecha vigilancia a la embajada cubana en Madrid. Aparentemente, tenían micrófonos, pues hay transcripciones y resúmenes abundantes de conversaciones tanto telefónicas como presenciales», cuenta el diario.
El presunto asesino de Kennedy estuvo en la embajada de Cuba en México y alguno de los diplomáticos cubanos de la legación en Madrid pasó también por dicho país. Eso parece todo: no hay datos ni detalles más concretos.
El espía que quiso tirar de la manta en España
También aparece España cuando en los papeles desclasificados se cita a Richard Case Nagell, un ex oficial de inteligencia que aseguraba que la CIA y la KGB sabían del plan para asesinar a Kennedy y que se conspiró para incriminar a Lee Harvey Oswald. Él siempre contó que intentó evitarlo.
Cuenta el diario ABC que un documento secreto de marzo de 1969 confirma que Nagell apareció en el consulado estadounidense en Zúrich, donde amenazó con exponer secretos del gobierno en radio, televisión y la prensa si no obtenía respuesta antes de las 5 de la tarde. Y luego desapareció.
Tres días más tarde, el consulado en Zúrich recibió un aviso desde el consulado de EEUU en Barcelona. Se informaba de que Nagell había estado en España y había hecho amenazas similares. ¿Tenía este espía información realmente comprometedora? Nunca se ha podido saber.
