Publicado: mayo 16, 2025, 2:06 pm
ROMA.- “La paz se construye en el corazón y a partir del corazón, arrancando el orgullo y las reivindicaciones, y midiendo el lenguaje, porque también se puede herir y matar con las palabras, no sólo con las armas”.
En su primer discurso ante el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede y en su octavo día como pontífice, León XIV volvió a a dar pistas de su papado. Nacido hace 69 años en Chicago, pero peruano de adopción porque allí primero fue misionero y luego obispo, destacó que es un papa hijo de inmigrantes y migrante. Y recordó “las tres palabras clave que constituyen los pilares de la acción misionera de la Iglesia y de la labor de la diplomacia de la Santa Sede: paz, verdad, justicia”.
“Espero que esto (paz, verdad, justicia) pueda suceder en todos los contextos, empezando por los que más sufren, como Ucrania y Tierra Santa”, auspició, en un discurso pronunciado en la espectacular Sala Clementina ante más de 180 embajadores, en el que volvió a mencionar varias veces a su predecesor argentino y subrayó que la Santa Sede “no puede eximirse de hacer sentir su propia voz ante los numerosos desequilibrios y las injusticias que conducen, entre otras cosas, a condiciones indignas de trabajo y a sociedades cada vez más fragmentadas y conflictivas”.
León XIV comenzó agradeciendo los numerosos mensajes de felicitación recibidos tras su elección, así como las condolencias enviadas con motivo del fallecimiento del papa Francisco, incluso por parte de países con los que la Santa Sede no mantiene relaciones diplomáticas. Aludió, en ese sentido, a China, Arabia Saudita, Afganistán y Corea del Norte, entre otros. “Se trata de una significativa manifestación de estima, que alienta a profundizar las mutuas relaciones”, subrayó.
“La diplomacia pontificia es una expresión de la misma catolicidad de la Iglesia y, en su acción diplomática, la Santa Sede está animada por una urgencia pastoral que la impulsa no a buscar privilegios sino a intensificar su misión evangélica al servicio de la humanidad”, recordó.
“Ésta combate la indiferencia y apela continuamente a las conciencias, como ha hecho incansablemente mi venerado predecesor, siempre atento al clamor de los pobres, los necesitados y los marginados, como también a los desafíos que caracterizan nuestro tiempo, desde la protección de la creación hasta la inteligencia artificial”, destacó.
Al resaltar la presencia de diplomáticos de la mayoría de los países del mundo, León XIV renovó la aspiración de la Iglesia —y suya personal— de alcanzar y abrazar a cada pueblo y a cada persona de esta tierra, deseosa y necesitada de verdad, de justicia y de paz. “En cierto sentido, mi propia experiencia de vida, desplegada entre América del Norte, América del Sur y Europa, pone de manifiesto esta aspiración de traspasar los confines para encontrarse con personas y culturas diferentes”, apuntó, al recordar, que, al haber sido prior general de los agustinos (entre 2001 y 2013), visitó varios países del mundo y que ahora tendrá la oportunidad de viajar a muchos otros, con el fin de “construir nuevos puentes”.
Entre los representantes diplomáticos se encontraba el embajador argentino ante la Santa Sede, Luis Pablo Beltramino.
La #paz se construye en el corazón y a partir del corazón, arrancando el orgullo y las reivindicaciones. Midamos el lenguaje, porque también se puede herir y matar con las palabras, no sólo con las armas.
— Papa León XIV (@Pontifex_es) May 16, 2025
Al destacar las tres palabras clave que guían tanto la acción misionera de la Iglesia como la labor diplomática de la Santa Sede, León XIV comenzó por la paz. “La paz es ante todo un don, el primer don de Cristo. Pero es un don activo, apasionante, que nos afecta y compromete a cada uno de nosotros, independientemente de la procedencia cultural y de la pertenencia religiosa, y que exige en primer lugar un trabajo sobre uno mismo”, dijo. “La paz se construye en el corazón y a partir del corazón, arrancando el orgullo y las reivindicaciones, y midiendo el lenguaje, porque también se puede herir y matar con las palabras, no sólo con las armas”, advirtió.
En ese contexto, León XIV consideró “fundamental” el aporte que pueden brindar las religiones y el diálogo interreligioso, así como la importancia del pleno respeto de la libertad religiosa. A continuación, hizo un llamado a “revitalizar la diplomacia multilateral y esas instituciones internacionales que han sido queridas y pensadas en primer lugar para poner remedio a los conflictos que pudiesen surgir en el seno de la comunidad internacional”.
“Ciertamente, es necesaria también la voluntad de dejar de producir instrumentos de destrucción y de muerte, porque, como recordaba el papa Francisco en su último mensaje Urbi et Orbi, ‘la paz tampoco es posible sin un verdadero desarme y la exigencia que cada pueblo tiene de proveer a su propia defensa no puede transformarse en una carrera general al rearme’”, evocó.
Procurar la paz exige practicar la #justicia. Es necesario esforzarse por remediar las desigualdades globales, que trazan surcos profundos de opulencia e indigencia entre continentes, países e, incluso, dentro de las mismas sociedades.
— Papa León XIV (@Pontifex_es) May 16, 2025
Al profundizar sobre la segunda palabra clave —la justicia—, recordó que “procurar la paz exige practicar la justicia”. Explicó entonces que eligió llamarse León XIV “pensando principalmente en León XIII, el papa de la primera gran encíclica social, la Rerum novarum”.
“En el cambio de época que estamos viviendo, la Santa Sede no puede eximirse de hacer sentir su propia voz ante los numerosos desequilibrios y las injusticias que conducen, entre otras cosas, a condiciones indignas de trabajo y a sociedades cada vez más fragmentadas y conflictivas”, sentenció. “Es necesario, además, esforzarse por remediar las desigualdades globales, que trazan surcos profundos de opulencia e indigencia entre continentes, países e, incluso, dentro de las mismas sociedades. Es tarea de quien tiene responsabilidad de gobierno aplicarse para construir sociedades civiles armónicas y pacíficas”, señaló.
“Esto puede realizarse sobre todo invirtiendo en la familia, fundada sobre la unión estable entre el hombre y la mujer”, continuó. “Además, nadie puede eximirse de favorecer contextos en los que se tutele la dignidad de cada persona, especialmente de aquellas más frágiles e indefensas, desde el niño por nacer hasta el anciano, desde el enfermo al desocupado, sean estos ciudadanos o inmigrantes”, indicó, antes de aludir a su propia experiencia. “Mi propia historia es la de un ciudadano, descendiente de inmigrantes, que a su vez ha emigrado. Cada uno de nosotros, en el curso de la vida, se puede encontrar sano o enfermo, ocupado o desocupado, en su patria o en tierra extranjera. Su dignidad, sin embargo, es siempre la misma, la de una creatura querida y amada por Dios”, sumó.
Al abordar la tercera palabra clave —la verdad—, advirtió que “no se pueden construir relaciones verdaderamente pacíficas, incluso dentro de la comunidad internacional, sin verdad”. “Allí donde las palabras asumen connotaciones ambiguas y ambivalentes, y el mundo virtual, con su percepción distorsionada de la realidad, prevalece sin control, es difícil construir relaciones auténticas, porque decaen las premisas objetivas y reales de la comunicación”, lamentó.
El discurso, el primero ante el cuerpo diplomático, tuvo lugar mientras en Estambul se desarrollaba una reunión entre delegaciones de Rusia y Ucrania, marcada por la ausencia de Vladimir Putin. Y en vísperas de la llegada a Roma de 200 delegaciones de todo el mundo para la misa solemne de inicio de pontificado, prevista para este domingo. Como ocurrió durante el funeral de Francisco —cuando Donald Trump y Volodimir Zelensky mantuvieron inesperadamente un cara a cara dentro de la Basílica de San Pedro, considerado por muchos como “un milagro” del papa argentino—, se espera otra cumbre de líderes globales, con posibilidad de encuentros bilaterales.
Aunque la Casa Blanca anticipó que Trump no asistirá y que la delegación estadounidense estará encabezada por el vicepresidente JD Vance y el secretario de Estado Marco Rubio —ambos católicos—, no se descartan cambios de último momento. En cualquier caso, es posible que León XIV mantenga una bilateral con Vance, quien fue uno de los últimos líderes políticos en saludar a Francisco el domingo de Pascuas. Consultado al respecto por periodistas durante un evento, el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, admitió: “No sé, el problema es que hay muchas delegaciones y hay poco tiempo, así que habrá que ver si hay espacio, el protocolo está trabajando”.