Publicado: diciembre 4, 2025, 4:57 pm
La actividad volcánica podría haber exacerbado la propagación de la peste negra en la Europa medieval, según un estudio del Instituto Leibniz de Historia y Cultura de Europa del Este (Alemania) y la Universidad de Cambridge (Reino Unido), publicado en ‘Communications Earth & Environment’.
Los autores sugieren que el enfriamiento climático debido a la actividad volcánica y la posterior hambruna llevaron a las ciudades-estado italianas a importar cargamentos de grano de la región del Mar Negro que podrían haber contenido la bacteria de la peste, Yersinia pestis.
La peste negra se extendió por Europa entre 1.347 y 1.353 d. C. y tuvo una tasa de mortalidad de hasta el 60% en algunas regiones. A pesar de sus efectos duraderos en la región, no se comprenden bien las razones de su inicio y propagación. Los autores revisaron datos previamente publicados de anillos de árboles de ocho regiones europeas, estimaciones de los niveles de azufre volcánico derivadas de núcleos de hielo recolectados en la Antártida y Groenlandia, y relatos escritos de la época.
La evidencia combinada sugiere que la actividad volcánica en un lugar desconocido de los trópicos alrededor del año 1.345 d. C. provocó un aumento de los niveles de azufre y cenizas en la atmósfera, así como condiciones de humedad y frío en todo el sur de Europa y la región mediterránea. Por otra parte, la evidencia escrita indica que estas condiciones provocaron simultáneamente malas cosechas y hambrunas en amplias zonas de España, el sur de Francia, el norte y centro de Italia, Egipto y el Levante.
Esto llevó a las ciudades-estado marítimas italianas, como Venecia y Génova, a negociar un alto el fuego en un conflicto en curso con los mongoles de la Horda de Oro y a importar grandes cantidades de grano de la zona del Mar Negro aproximadamente en el año 1347 d. C.
Aunque las fuentes escritas venecianas informan de que este comercio de grano salvó a sus residentes de la hambruna, la época de llegada de los barcos de grano y los brotes de peste en las ciudades importadoras de grano sugieren que también pudo haber traído pulgas infectadas con la bacteria de la peste. Es posible que estas pulgas infectadas se hayan distribuido luego en envíos de grano a otras partes de Italia, como Padua, lo que exacerbó la propagación de la Peste Negra en toda Europa. Los autores concluyen que sus hallazgos proporcionan un posible mecanismo para describir la aparición y propagación de la Peste Negra en Europa.
