Publicado: octubre 28, 2025, 11:13 am
Durante décadas, se creyó que el estrés o la comida picante eran los responsables de las úlceras. Pero la ciencia demostró otra cosa: la verdadera culpable suele ser una bacteria llamada Helicobacter pylori, presente en más del 60% de la población mundial.
En la mayoría de las personas, no causa síntomas, pero cuando se multiplica de forma descontrolada puede dañar el revestimiento del estómago, generar inflamación crónica y, en algunos casos, derivar en cáncer gástrico.

Según la Organización Mundial de la Salud, esta bacteria está detrás de tres de cada cinco casos de cáncer de estómago. Por eso, una vacuna que logre prevenirla podría tener un impacto enorme en salud pública.
La apuesta del equipo de Filipinas
Científicos de la Universidad Ateneo de Manila, en Filipinas, utilizaron una técnica innovadora llamada inmunoinformática, que combina biología e inteligencia artificial para analizar cómo el sistema inmune reacciona ante ciertos microorganismos.
Gracias a este método, el equipo identificó cinco proteínas clave de la bacteria —HP-NAP, OipA, SabA, HopZ y ureasa— que podrían funcionar como base para una vacuna. Estas proteínas fueron seleccionadas porque generan una respuesta inmunitaria fuerte y no provocan reacciones alérgicas.
“Los resultados muestran una alta cobertura poblacional y un gran potencial para desencadenar defensas protectoras”, señalaron los autores del estudio, publicado en la revista BioTechnologia.
Qué significa este avance
Por ahora, el descubrimiento no equivale a una vacuna terminada. Los científicos hallaron lo que podría considerarse la “receta base” para desarrollarla, pero aún deben realizar ensayos de laboratorio y pruebas en humanos para confirmar su efectividad.
Si los próximos pasos confirman los resultados, esta sería la primera vacuna preventiva contra H. pylori, capaz de reducir el riesgo de úlceras y de cáncer gástrico.
“En última instancia, este trabajo contribuirá al desarrollo de vacunas seguras y eficaces contra H. pylori, abordando un desafío urgente para la salud mundial”, afirmaron los investigadores del Ateneo.
Un posible cambio de paradigma
Hoy el tratamiento estándar para la bacteria combina antibióticos y fármacos que reducen la acidez estomacal, pero la resistencia bacteriana y las recaídas son frecuentes. Una vacuna efectiva permitiría prevenir la infección antes de que cause daño, una meta que la comunidad científica persigue desde hace más de 40 años.
Aunque todavía queda un largo camino, los investigadores coinciden en que la inmunoinformática está acelerando el proceso de descubrimiento. Y si esta nueva línea de trabajo prospera, podría transformar la forma en que se previenen las enfermedades digestivas más comunes del mundo.
