Publicado: febrero 21, 2025, 3:05 am
Trump ha acelerado la historia, ha salvado a Putin y ha anulado a Europa. No quedan más excusas ni dilaciones. Europa debe unirse y debe hacerlo rápido.
Su propia estructura puede ser un obstáculo y ante el terror es normal retraerse, retroceder y refugiarse en las líneas de presunta seguridad, que son los países. Pero es un error que ya se hace evidente: cada país y cada gobierno mira por sus intereses y la Unión se deshace en discusiones y gestos inútiles.
La velocidad que imprime Trump es la oportunidad para que Europa supere su parálisis de décadas y avance hacia una mayor unidad… o hacia toda la unidad: se trata de ganar dimensión y rapidez ejecutiva. Se trata de poner un ejército europeo, que existe, cerca de Ucrania.
Es urgente completar la evolución de la Unión Europea, estancada y paralizada. Ya no basta con los informes Letta y Draghi, que han quedado obsoletos ante la embestida de Trump. La visita de Macron y Starmer a Washington es un atraso, están atrapados en un pasado que ya no existe, y el mismo Trump lo dice una y otra vez. Trump ha reventado el mundo de ayer. Las reuniones que convocó Macron no han servido para nada, el único orden del día para Europa es completar la unión al ritmo de los tiempos.
El retraso es considerable, pero no hay otro camino. Todos los movimientos que no vayan en esa dirección son dilaciones que no nos podemos permitir pues Europa es un paraíso amenazado y a punto de desaparecer. El colonizador va a ser colonizado, troceado, repartido y esquilmado. El factor clave es la velocidad, el tiempo que vuela lo siente cada persona desde hace tiempo, el tiempo nos empuja por dentro y esa aceleración ha llegado a la política mundial.
Europa, sede de los derechos humanos, de democracia y de un mercado abierto, va a ser pulverizada en cuestión de semanas. Si los líderes de los países no ven esto claro es que no quieren verlo. Si lo ven y no hacen más que reuniones para afianzar sus posiciones en la política interna de cada país es que no están a la altura del desafío, que es la supervivencia. El Brexit fue una señal, un aviso claro para proseguir hacia la unidad plena… y se desperdició.
La hoja de ruta es completar a toda prisa la unidad en todos los ámbitos, empezando por una constitución rápida, un referéndum de urgencia, elecciones exprés y un gobierno que pueda tomar decisiones y afrontar la debacle y las agresiones que ya se han declarado y las tenemos encima. Esta vez ya no es posible seguir renqueando.
Entretanto es urgente seguir apoyando a Ucrania y combatir las locuras y los mensajes que lanza Trump en apoyo de Putin y para desacreditar a Zelenski y ningunear a Europa. Hasta que se complete la Unión ha de haber unión total: el proceso sólo avanzará si sabemos ver que nuestro pánico es justificado, y que esta vez nos la jugamos. ¿Qué más ha de pasar para afrontar la realidad?
Es letal entrar en los marcos de Trump, que son los de Putin. Donde no hay elecciones libres es en Rusia, donde asesinan a los disidentes como Navalni y donde no hay libertad es en Rusia.
Cuando no se responde con hechos ante un ataque combinado el derrumbe es instantáneo. Esto no es catastrofismo, es que Trump y Putin están diciendo con toda claridad que Europa no pinta nada... y si cae Ucrania estamos perdidos. Que se junten a negociar a solas en Arabia Saudí es una amenaza clara. No hay ni un solo indicio de esperanza. En este momento la inacción es suicida. Y la lentitud también.