Publicado: noviembre 2, 2025, 5:04 pm
Una mujer venezolana fue deportada de Estados Unidos después de haber vivido varios años en ese país. Durante su proceso de mudanza de Miami a Indianápolis, fue detenida al presentarse a su cita en la oficina de inmigración, a pesar de haber notificado su cambio de residencia. Tras casi un mes detenida, la repatriaron a Venezuela sin su hija.
La deportación de una venezolana desde Estados Unidos
La mujer publicó un video en su cuenta de TikTok, en el que relató a sus seguidores que había sido expulsada de Estados Unidos: “Ser deportada es un golpe muy duro y más cuando dejas a tu bebé de un año en otro país”.
La situación comenzó cuando se cambió de domicilio de Miami a Indianápolis: “Aunque haya notificado con anticipación el cambio de residencia, cuando llego al nuevo estado, tengo que presentarme a una cita en la oficina más cercana a mi domicilio”.
Así, acudió a una sede del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) con “esperanzas, sin miedo, porque todo se supone que iba muy bien”.
La joven explicó que este tipo de procedimiento sirve para actualizar la dirección y que, en algunos casos, también puede requerir la toma de datos biométricos.
Según la venezolana, las autoridades le preguntaron si tenía hijos. Al responder que sí, le dieron una respuesta contundente. “Pues ve con quién la vas a dejar, porque no la vas a ver más. Esas fueron las palabras que se quedaron en mi mente”, recordó.
El regreso de la venezolana a su país natal tras siete años
La joven detalló que estuvo 27 días detenida: “La única forma de ver el sol era cuando mi abogado me iba a visitar. Ese tiempo se me hizo corto, porque tenía compañeras que tenían dos meses en adelante”, comentó.

Tras siete años sin volver a Venezuela y después de la deportación, se reunió con sus seres queridos: “Me di cuenta de que necesitaba esa fuerza, ese abrazo familiar, para seguir adelante. Durante ese tiempo, dejó a su hija al cuidado de su padre en Estados Unidos. Luego de estar en mi país, debía trasladarme a otro donde tenía residencia para reunirme con mi hija y después de dos meses, me pude reencontrar con ella”, agregó.
La reflexión de la venezolana sobre la deportación
Tras su experiencia, la joven compartió una reflexión: “Una deportación no es nada fácil. No es el final de tu historia, es el principio de una nueva etapa, para mí fue un cambio inesperado. Nunca lo había vivido, pero creo que no me dolía la expatriación, me dolía que estaba dejando a mi hija en otro país. Es como si me estaban arrancando el corazón en carne viva. En ese momento no entendía qué pasaba”.

También se sinceró sobre su vida en EE.UU.: “Hoy me di cuenta de que Dios no me estaba castigando, me estaba cuidando y sacándome de un lugar que ya no podía estar. En Estados Unidos sentía muy cerca la soledad, ansiedad, y la depresión”.
